𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 32. 𝓣𝓮𝓷𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓱𝓪𝓫𝓵𝓪𝓻.

•• P'ov Calle ••

Dos semanas después.

Ya han pasado dos semanas desde que Poché me había ofrecido un nuevo puesto en la empresa. Un puesto que de verdad había Sido un gran reto para mí pues nunca imaginé llegar a tener un puesto tan grande y mucho menos tan apoco tiempo de haberme graduado de la universidad. Pero gracias a Poché las cosas se me había echo más fáciles ya que ella me había explicado todo lo necesario con cada detalle y tan tiernamente que se me hizo muy fácil seguir el ritmo que debía de tener.

Por otro lado, desde hace unos días he notado a Poché un poco extraña; ha estado distraída, tensa, nerviosa y a veces ni siquiera prestar atención a las cosas. Esa situación me preocupaba un poco pero tampoco me quería hacer ideas extrañas en la cabeza. Sabía que ella me iba a comentar lo que le sucedía cuando fuera el momento como me había prometido un día antes de casarnos.

Y se que se preguntarán:

¿Cómo está llendo las cosas entres ustedes?

Pues a pesar de todo, las cosas entre Poché y yo van de maravilla. Poché me trata bien, siempre se preocupa por mi, me lleva a cenar, o vemos películas en casa, etc.... Siempre hacia cualquier cosa para consentirme así sea llevarme el café hasta mi oficina.

Está nueva Poché era diferente, más humana y cariñosa... O por lo menos conmigo lo era ya que con todos en la oficina seguía siendo igual de fuerte. Todos le tenía un respeto impresionante y a pesar de eso todos ya no le tenía tanta rabia, Poché los trataba mejor y les reconocía todos sus méritos cuando era necesario cómo también les ponía un paro cuando hacían cosas que nos debían. Ella estaba cambiando y eso me gustaba.

Sentía que estaba derritiendo ese témpano de hielo de apoco.

Cómo también sentía que lo nuestro estaba dando frutos de la misma manera.

Ring, Ring, Ring...

Sonó el teléfono de mi oficina y conteste a ver qué podía ser.

- ¿Si?

- Señora Daniela, la señora Garzón me mandó a decirle que si podía ir a su oficina a penas se desocupara que necesitaba hablar unas cosas con usted - dijo Vannesa al otro lado de la línea.

- Está bien Vanessa, dígale que voy en unos minutos.

- Si señora, yo le digo.

Ush, esto si que era extraño. Poché nunca me llamaba a llamar ya que siempre era ella la que venía a cualquier cosa o a simplemente traerme un café.

Me levanté de mi asiento y salí de mi oficina rumbo al pequeño cuarto donde guardamos nuestras cosas. Hice dos leche con chocolate para mi y Poché. Cuando iba a salir un gran cuerpo frente a mi me lo impidió haciéndome girar los ojos.

- ¿Para donde vas tan deprisa Callecita? - preguntó el idiota de Samuel.

- Eso no es de tu incumbencia Samuel, ahora sal de mi camino por favor - dije intentado no perder la paciencia.

- Dime Calle, ¿Que te hizo cambiar de opinión como para elegir a la Ogra por encima de mi? - rodé los ojos ante su pregunta tan estúpida.

- La diferencia es que Poché es mujer, es la mujer a la que amo y amare el resto de mi vida, me trata bien y la preferiría mil veces antes de ti - dije sería - no eres nada más que un niño mimado que no saber perder - dije por último y el me vio furioso.