𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 15. ¿𝓐 𝓶í?

Al sentir sus labios por segunda vez apareció de nuevo esa debilidad en mis piernas haciendo que ella apretara un poco más su agarre en mi cintura mientras ella seguía explorando mi boca en medio del beso.

Al romper el beso ella me regaló la sonrisa más hermosa que he visto de ella desde que la conocí. Al nuestros ojos conectarse me sentí la mujer más amada del mudo a través de su mirada y del brillo de esta.

— Hija.

El momento entre ambas se rompe al escuchar esa voz a frente de ambas así que giramos y nos encontramos con su padre quien tenía una gran sonrisa en su rostro.

— Hola papá — dice dándole un beso y un abrazo para después volver a mi lado y tomarme de la cintura dándome una linda mirada.

— ¿Cómo estás?

— Bien papá — dice ella con una sonrisa.

— Eso veo — dice desviando su mirada hacia a mi — Hola señorita — me saluda con una sonrisa.

— Hola señor Garzón — salido con una sonrisa.

— Nada de señor, para ti soy Juan o JuanCa como gustes — dice regalándome una sonrisa.

— Está bien señ.... JuanCa.

— ¿Sabes querida? Me parece haberte visto antes — dice frunciendo el ceño.

— Eso es obvio papá, ella era mi secretaría — dice Poché a mi lado.

Giro a mirarla totalmente confundida y sorprendida por lo que acaba de decir, ¿Como que “era” su secretaria?

— ¡Oh! Ahora entiendo todo — dice con una sonrisa — bueno chicas, ahora vuelvo que voy a buscar a mi esposa para que la conozcas, estás en tu casa querida — dice y se va dejándonos solas.

— ¿Que significa lo de “era”? — pregunto mirándola a los ojos.

— Pues eso cariño, ya no vas hacer más mi secretaria. Serás mi esposa y por lo tanto no tendrás que trabajar de secretaria — dice como si fuera lo más normal del mundo.

— No voy a permitir de ninguna manera que me mantengas Poché — digo cruzandome de brazos frente a ella.

— Yo en ningún momento he dicho eso cariño, pero tampoco es algo como para hablarlo en este momento — dice y me mira de una manera que no logro decifrar — ¿Quieres que te traiga algo de tomar? — pregunta cambiando de tema y yo lo dejo pasar solo por esta ocasión.

— Si por favor — respondo mirándola a lo ojos y ella me regala una linda sonrisa con una mirada diferente.

Dios está mujer me vuelve loca con solo verla.

— Vuelvo en un momento.

La veo ir por las bebidas mientras yo me muerdo el labio inferior por lo bien que le sienta ese pantalón a su trasero. Desvió la mirada a todo a mi alrededor para así no pensar en cosas indebidas encontrándome con que todos los presentes me miraban y comentaran, cosa que es obvio que lo hicieran ya que ahora soy el centro de atención por ser la prometida de Poché. Me siento incomoda al sentir tantas miradas, es como si yo no encajara aquí.

¿En qué me estoy metiendo?

— Por lo que ví esta noche, nunca voy a poder cobrarte la invitación a comer que me debes — me saca de mis pensamientos esa voz tan desagradable y tan conocida para mí — a Sido una gran sorpresa para mí haberte encontrado aquí.

— Pensé que ya habías dejado eso atrás Samuel.

— Por supuesto que no preciosa, yo nunca dejo atrás lo que me interesa — dice mientras me come con la mirada — y tú me gustas y me interesas demaciado.