𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 28. Ú𝓵𝓽𝓲𝓶𝓪 𝓼𝓸𝓻𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪.

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— Aún me queda una última sorpresa — dijo cerca de mis labios haciéndome jadear.

— ¿Otra?

— Si, otra.....

(...)

Poché volvió a unir nuestros labios, nuestro beso era cada vez más intenso y yo ya estaba deseando con todas mis fuerzas que me hiciera suya. Terminó nuestro beso con una sexy mordida en mi labio inferior para terminar con una sonrisa.

— Ven — tomó mi mano y yo solo me deje llevar por ella.

Al entrar en la casa mi ojos se llenaron automáticamente de lágrimas. Todo estaba precioso. Romántico. Literalmente de película. Pero era algo que me dejaba en shock.

— Poché esto.....

Ni siquiera me salían las palabras, Poché me tomó de la cintura con cuidado y me dejó un pequeño beso en la mejilla para después poner su rostro en mi hombro.

— ¿Te gusta? — preguntó dulce y suavemente.

— Esto es increíble Poché — dije en un susurró pero estoy segura de que me escuchó por qué la sentí sonreír.

— Todo esto es por ti. Para que sientas el cariño que siento por ti, para demostrarte que me importas. Para demostrarte que cumpliré mi promesa y te daré todo lo que te quite por egoísmo — dijo contra mi oído.

— Y-yo.... Yo no sé que decirte, pero gracias — me sonríe levemente — gracias por demostrarme que no piensas jugar conmigo, gracias por quitar tantas dudas que tenía — beso su mentón — me encantas Poché, me gustas demaciado, eres.... Eres mía Poché — y con eso solo selle mis palabras con un dulce beso en sus labios.

Al terminar, ambas sonreímos y nos tomamos de las manos para poder admirar todo el decorado que ella había echo en la casa.

Las luces estaban tenues casi rojizas y en el piso había un camino echo con pétalos de rosas rojas y velas.

— Síguelo — susurró en mi oído y me estremecí al sentir su respiración recorrer por todo mi cuello.

Y le hice caso. Seguí el camino echo de pétalos tomada de su mano. A pasos lentos. A pasos seguros. Admirando cada cosa que había a mi alrededor con todo el amor del mundo; Poché se había lucido con todo esto.

Al llegar al final del camino, me di cuenta que estábamos en la segunda planta, tan metida estaba en los detalles que ni cuenta me había dado. Pero todo era hermoso. Abrí con cuidado la puerta y una sonrisa de boba se formó en mi rostro al ver todo el cuarto lleno de pétalos de rosas, velas, luz tenue, había un aroma exquisito, música muy leve pero que le daba un toque más romántico; las cortina estaban cerradas y en la gran cama del centro había un corazón echo de pétalos de rosas. Todo estaba de maravilla. Romántico. Y como había dicho antes..... De película.

— Yo.... Bueno yo.... — Poché hablaba entrecortada y muy nerviosa, tan tierna — yo solo lo hice, bueno por completar todo. No estás obligada a nada y yo no haré nada si... S-si bueno no estás segura. Tu.... Tu..... — y la callé con un beso el cual me encargue de profundizar.

— Es perfecto, todo esto es perfecto. Tu eres perfecta — la volví a besar — y todo será mucho más perfecto — y ahí la tomé de la nuca para volver a besarla con más pasión.

Se separó de a poco — ¿Estás segura?

Sonreí.

— Lo estoy.....

𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora