𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 40. ¿𝓠𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓮𝓼 𝓛𝓪𝓾𝓻𝓪 𝓥𝓲𝓵𝓵𝓪?

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Suspiré cuando salimos de una de las tantas tiendas en la que habíamos entrado. Estábamos cargadas de bolsas y prácticamente llevábamos todo el día de tienda en tienda. Observé el reloj en mi muñeca y observé que eran las 5:00 de la tarde, con razón ya me estaba pegando el hambre y se los hice saber a las chicas que estaban felices y contestas, me gustaba verlas sonreír, sin duda esa era una imagen preciosa que no me cansaría de ver nunca.

—Mis amores — dije y ambas me miraron — Ya como que es hora de que comamos algo, es tarde.

—Yo también tengo hambre — dijo Vale y Calle y yo sonreímos.

—Entonces vamos a comer algo niñas — dijo Calle aún con la sonrisa en su rostro — ustedes los Garzón comen demasiado — reímos.

—Te recuerdo que tú también eres una Garzón, así que ya eres parte del club — Calle abrió los ojos como platos y me reí de ella.

Empezamos a caminar hasta el estacionamiento donde había dejado mi auto, al llegar abrí el maletero y comencé a guardar todas las bolsas de las compras que habíamos echo para después ayudar a las chicas a subir y de último subirme yo.

—¿Y que vamos a comer? — preguntó Val y yo miré a Calle.

—¿Ustedes qué quieren comer? — preguntó Calle.

—¿Lasaña? — pregunté está vez yo y ambas parecieron estar de acuerdo con eso.

—Por mi está bien, sabes que amo la lasaña — dijo Calle.

—Vale, yo también quiero lasaña, tengo mucho tiempo que no como eso — dijo Val y comencé a conducir camino a uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

—Lasaña será entonces.

Mientras conducía Calle conecto su celular al reproductor y colocó una música suave, se sentía tranquilo el ambiente y yo no podía estar más feliz de estar con ellas. Calle era completamente la mujer a la que amo aunque no le haya dicho eso aún a ella con palabras textuales, se que la amo, ¿Cómo? ¿Cuando? Ni siquiera yo sé cómo ni cuando paso, solo ocurrió de un momento a otro y el sentimiento de amor me golpeó en la cara como un bate.

Al llegar al sitio donde comeríamos me baje del coche y le abrí la puerta a Calle quien me agradeció con un beso en los labios y después abrí la puerta de atrás para ayudar a Vale a bajar quien se veía bastante emocionada.

Llegamos a la entrada donde de encontraba un hombre con un uniforme y este nos preguntó:

—¿Tienen alguna reserva? — preguntó serio.

—No, pero me gustaría una mesa en la terraza de la parte superior — pedí del mismo modo y Calle pasó su mano por mi brazo y tomó la mano de Vale con la que tenía libre.

—Síganme por favor — pidió y nosotras lo
seguimos hasta el interior del restaurante el cual era bastante precioso y lujoso, pero lo que más me gustaba era que su comida era una maravilla — aquí tienen, espero que sea de su agrado.

—Muchas gracias — agradecí mientras nos sentabamos en nuestros puestos.

—Espero que les guste y en breve alguien vendrá para atenderlas — asentí y se retiró.

—Este restaurante es precioso — dijo Calle mientras observaba todo a su alrededor.

—Si, es uno de mis restaurantes favoritos — dije sonriendo — y su comida es espectacular — dije orgullosa de mi elección.

Esperamos unos cinco minutos cuando un mesero llegó a atendernos y cada una pidió su plato de lasaña. Comimos entre risas, pláticas y alguno que otro chiste de parte de alguna de nosotras. Las personas que estaban ahí se nos quedaban viendo y muchos de ellos sonreían con ternura.

𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora