Esto, aquí, y ahora, era la razón de todo lo que más me asustaba, reencontrarme con la persona que cambió mi vida para bien pero que tenía el derecho de quitarme lo único bueno de mi vida.
Mi corazón latía tan rápido que tenía miedo de experimentar un infarto aquí y ahora, frente a mi hija.
Mis manos temblaban, mis piernas parecían de gelatina ahora, todo el aire había sido expulsado de mis pulmones sin la capacidad de conseguir más. Sentía que mi estomago había subido a mi pecho.
—¿Qué haces aquí?—Pregunté finalmente.
—Me mudé hace poco tiempo—Contestó el neutro, intentando esbozar una sonrisa—¿T...tu?
—Igual—Contesté.
Entonces estando ahí, uno frente al otro, y yo con el susto que me había metido hace un rato con la llamada de Julia, me di cuenta que Nikki me contactaba por ella, no por Tom.
Lo que me hacía darme cuenta... Tom no lo sabía, Nikki no le había contado nada aún, porque si si, el estaría gritándome aquí frente a todas estas personas.
En cierta parte lo agradecía, pero se que no todo duraría para siempre, se que el lo sabría.
En algún momento todo este cuento se vendría abajo.
—Es un gusto verte—El me sonrió—Te ves estupenda—Dijo mirándome de pies a cabeza.
Y si es que aún existía algún sentimiento por el dentro de mi cuerpo, me esforcé en evadirlos en ese mismo segundo.
No quería saber si aún seguía sintiendo algo por Tom, porque no me interesaba, el era pasado, y de ninguna forma aceptaría eso.
—Mami, ¿Me das mi barbie?—Escuché a mi hija sin dejar de mirar a Tom, quien había desviado su mirada un segundo a mi hija, después a mi, luego otra vez a mi hija con su ceño fruncido.
Me tensé al instante, ahora si sentía que un infarto podría hacerse presente.
—¿Mami?—Preguntó el confundido
Tragué saliva sonoramente mirando a un lugar desconocido, mi lengua estaba seca y estaba segura de que mi cabeza explotaría del dolor tan fuerte que sentía en este momento.
—¿Es tu hija?—Volvió a hablar a lo que regresé mi mirada a el.
Lo único que pude contestar a eso fue que con la mano que no cargaba a Holly, tomé la barbie de mi bolsa y se la extendí la cual ella tomó gustosa.
—Bien, es hora de irme, fue un gusto verte—Dije rápidamente prácticamente intentando huir.
—Espera—El me tomó del brazo intentando detenerme—Pero...—El fue interrumpido.
—¡Wow!—Exclamó mi hija emocionada mirando a Tom—¡Tu ceja!—Señaló ella con una gran sonrisa y sin ningún remordimiento se estiró lo suficiente para tocar su ceja, el se lo permitió.
—¿Qué tiene mi ceja?—Preguntó el divertido.
—¡Es como la mía!—Señaló ella su propia ceja la cual estaba igual de despeinada que la de el.
Mierda.
Imposible que mis ojos se abrieran más de lo que ya estaban, miré a Holly sin creer lo que acababa de decir, ella seguía acariciando su ceja con orgullo mirando también la de Tom.
Yo lo miré, encontrándome con su mirada ya puesta sobre mi, totalmente atónito nuevamente y sus ojos igual de abiertos que los míos, sus ojos mostraban susto, su boca entre abierta y sus manos inmóviles.
Mis palmas ahora sudaban más que nunca, con mi mano izquierda rasguñaba mi mano derecha esperando que de alguna forma pudiera despertar de esta terrible pesadilla en la que me encontraba.
Deseaba tanto que esto no fuera real, que en realidad yo me encontraba dormida a la mitad de una película de princesas dentro de mi cuarto con Holly junto a mi seguramente dibujando en mi rostro con marcadores con la excusa de que intentaba maquillarme.
Digo... no es que haya pasado antes.
—¿Rosalie?—Esa voz masculina me hizo salirme de mi trance.
Esa voz nuevamente, que me exigía una explicación, que le daba fin a todo el cuento que he estado viviendo siendo madre soltera junto a la mejor personita del mundo.
—¿Si?—Dije después de un rato fingiendo que nada pasaba dentro de mi aunque realidad estaba muriendo internamente. Lo miré nuevamente.
Se encontraba igual que yo, aunque básicamente en su rostro parecía que había visto un fantasma, ¿Por qué no habría de estarlo? Tiene a su ex frente a el con una niña que parece de la edad de cuando terminaron, con el rostro idéntico al de él.
—¿N-no vas a decir nada?—Preguntó con su voz temblorosa y entre cortada.
Después de segundos con mi boca entre abierta pensando en que decirle, como explicarle que ella era su hija y que había pasado toda su vida a escondidas de él por su bienestar y no ser parte de un matrimonio forzado e incluso que su padre llegara a odiarla.
¿Cómo poder explicarle todo en una simple oración?
"Ella es tu hija" No, no era suficiente, y mucho menos lo adecuado.
Enterarse que es padre después de años y en una heladería al que seguramente el solo había asistido por antojo y ahora saldría con una noticia que le cambiaría la vida.
¿Cómo podía hacerle eso con sólo una oración?
Pero justo cuando estuve apunto de decirle la verdad... alguien se me adelantó.
—Cariño, aquí está el helado—Llegó una chica junto a él con dos helados en sus manos.
Lo que me faltaba.
El aún me miraba a mi, inmóvil, esperando mi respuesta.
—Cariño—Ella lo codeó ahora más seria. Supongo confundida de encontrarlo con otra mujer y una niña.
—L-lo siento—Dijo el saliendo se su propio trance, y tomando el helado de más que ella cargaba, cuando estuvo en su mano noté lo mucho que temblaba.
Ella se le quedó viendo esperando alguna respuesta, el la miró y tardo un poco en entender a lo que se refería.
—Oh... sí—Dijo él casi audible—Sheri ella es Rosalie, una... vieja amiga—Habló finalmente con nervios en su voz.
¿Vieja amiga? Bien, entonces era correcto lo que estaba pensando acerca de la castaña a su lado.
—Rosalie, ella es Sheri, mi... —La señaló—Mi...
—Su novia—Habló ella terminando la oración.
Bien, lo que me faltaba.
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PAPÁ POR ACCIDENTE | Tom Holland
Fanfiction¿Cómo podrías tener una vida normal siendo madre soltera mientras el padre de tu hija ni siquiera está enterado de que existe ella o sigues existiendo tú? Así es mi vida ahora. 23/05/2021