Viernes
—Que felicidad, iremos de viaje con Tom—Seguía diciendo Holly mientras corría por la habitación.
Después de tres semanas en las que Tom y yo no nos poníamos de acuerdo, finalmente se hizo este dichoso viaje.
Aunque el pidió extenderlo un poco, le dije que solamente un fin de semana pues yo debía estar cerca del trabajo.
Si, realmente no hago nada sólo voy un día cada semana aproximadamente para revisar que todo siga en orden, pero para que eso siga así, no puedo ausentarme.
—Preciosa, deja de correr o te lastimarás y no iremos—Advertí a lo que mi hija enseguida se detuvo.
—Quiero mucho a Tom—La niña contenía tanta alegría por lo que vi, ya que enseguida corrió a abrazarme con mucha presión. Ella si lo estaba queriendo.
—Yo sé linda—Acaricié su cabecita con miedo—Yo lo sé.
(...)
—Y... llegamos—Anunció Tom una vez que giró la llave del auto para apagarlo.
—Se ve hermoso mami—Escuché a Holly desde el asiento trasero.
No dije más, solo salí del auto para poder sacar a Holly, estaba cansada, fueron muchas horas escuchando canciones de Frozen y Tom fingiendo ser el reno de esa película.
—Ven linda—Apenas abrí la puerta cuando Tom saltó delante mío de repente.
—No, yo lo hago—Me sonrió antes de ir con Holly y desabrocharle su cinturón y sacarla de su silla—¿Te gusta?—Me giré a ver el lugar.
—Es lindo—Admití—¿Entonces tus abuelos están de acuerdo?
—Claro, en tanto desempolve algunas cosas y la mantenga limpia.
—Tommy—Habló ella abrazándolo del cuello.
—¿Quieres un tour?—Le preguntó el a lo que Holly se emocionó.
—¡Si si!—Dicho esto ambos entraron a la casa mientras que yo sacaba las cosas del auto.
Era algo así como un lugar escondido y hacía un poco de frío, de un lado no había suficientes arboles para hacerlo llamar un bosque, pero definitivamente había muchos.
Mientras que el otro, parecía un campo muy bello. Parecía como si hubiera sido algo más que una casa antes, pues a unos metros de ella se encontraba un almacén de madera rojo y gigante, aunque no podía deducirlo bien, seguía estando lejos para mi.
Las hojas caían, y podía sentir la brisa fresca sobre mi rostro, me sentía muy lejos de casa, supongo estoy acostumbrada a lo mismo.
—¿Vas a entrar?—Me preguntó con una sonrisa desde el pórtico notando que tenía todas las maletas en mis manos—No no linda, yo lo hago—Habló acercándose a mi.
¿Linda?
—Yo puedo—Aclaré—No porque no alarde con mi fuerza como tú, significa que no pueda hacerlo.
—Bien—Se alejó cruzándose de brazos—Quiero verte.
Si, estaban pesadas, pero mi orgullo podía más con eso por lo que en menos de 20 segundos las maletas ya estaban dentro de la casa.
—Me sorprendes—Dijo el detrás mío subiendo las escaleras del pórtico.
—Y tu me subestimaste—Afirmé—Quiero una disculpa—Tom rió asintiendo.
—Discúlpame Rosalie por cuestionar tus habilidades ocultas—Asentí aceptando su disculpa—Y por lo competitiva que eres.
—No acepto tu disculpa—Respondí indignada.
—¿Y mi tour?—Escuché a Holly quien llegaba corriendo.
—Si sigues corriendo Tom no te llevará a ver nada—Advertí a lo que ella se quedó en su mismo lugar obedeciendo.
—Que buena niña—Sonrió él—Ahora si vamos—La tomó en sus brazos y caminaron hacia lo que creo sería la cocina—¿No vienes?—Se giró para hablarme.
—Voy a desempacar—El no dijo más, sólo se fue.
A fin de cuentas, esto era más por ellos ¿No?
(...)
—¿Acaso aquí no hay internet?—Pregunté frunciendo el ceño apunto de golpear mi celular.
—Nop, tampoco hay señal—Miré a Tom confundida—Mis abuelos dicen que no la necesitan.
—¿Y cómo hablan por teléfono?
—Pues van a el establo de al lado—Asentí comprendiendo, entonces era un establo—Ahí hay señal, tampoco es tan buena pero es algo.
—Genial—Recargué mi cabeza en mi mano sobre la barra, resulta que tampoco podría estar al pendiente de mi trabajo desde lejos.
—Lo ideal para un fin de semana en familia ¿No?—Lo miré extrañada, esa actitud también la usó en el viaje ¿Qué está pasando? Al parecer llegó a notarla—La familia de Holly.
—Yo no veo a Jesse aquí—El rodó los ojos.
—Ya no necesita esa figura paterna—Dijo Tom sirviéndose algo de jugo que había en el refrigerador.
—Mami—Exclamó Holly a lo que suspiré levantándome de mi lugar caminando a un lado de Tom.
—No tendré esta conversación—Advertí en un susurro antes de caminar a la sala—¿Qué paso bella?
—Quiero brownies—Yo la miró divertida.
—Creo que alguien olvidó la última vez que comió brownies—Reí un poco al recordarlo.
—¿Que hizo?—Dijo Tom caminando hacia nosotras.
—Corrió por todo el parque de juegos y vomitó sobre los juguetes de un niño—Tom cubrió su boca ocultando su risa.
—Ese niño me había molestado, no estoy triste por eso—Reí negando, esa niña era un caso perdido.
—¿Entonces tus disculpas fueron falsas?—Alcé mis cejas a lo que ella sólo se limitó a encogerse de hombros—Niña mentirosa—Dije tocando su nariz haciéndola reír—Eso está mal, dile Tom.
—No debes decir mentiras cariño, tarde o temprano las cosas malas que haces se te regresan—Asentí divertida a lo que dijo Tom.
—Luego te va mal en la vida ¿Verdad?—Miré a Tom quien solo se limitó a rodar los ojos.
—Sí, no puedes obtener lo que quieres, eso es el karma—Confundida miré como señalaba a Holly.
—Karma—Repitió ella—No quiero ser un karma—Tom y yo reímos.
—El karma no es una persona, es algo, lo que no quieres es que te llegue ese algo—Ella rascó su nuca confundida.
—Bueno... ¿Si vamos a hacer brownies?—Reí nuevamente, Holly siempre trataba de soñar disimulada.
—¿Habrá un supermercado por aquí?—Le pregunté a Tom—Necesitamos los ingredientes.
—Si claro—Asintió él—De hecho hay que comprar cosas para nosotros, parece que no hay nada.
—Bien, andando.
(...)
—Ven Holly, sube al carrito—Apenas me iba a colocar a su altura para cargarla cuando ella dio dos paso atras.
—Quiero ir con Tommy—Dijo ella corriendo a tomar la mano de Tom, quien de inmediato la tomó con gusto y una gran sonrisa.
Si, eso me dolió un poquito.
—Holly—Miré a Tom quien ya tenía sus ojos en mi con algo de preocupación—Tienes que hacerle caso a tu mami.
—No, está bien—Respondí—Yo iré por los ingredientes de los brownies, ustedes pueden ir por el resto de las cosas—Ambos asintieron y fueron para cierto pasillo del lugar.
Ver a Holly imitar los pasos de Tom—aunque no podía porque sus piernas eran mas cortas—resultaba muy abrumador para mi.
Ahora Holly tenía una verdadera figura paterna a la que ahora adoraba.
Sólo quedaba... decírselo.
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PAPÁ POR ACCIDENTE | Tom Holland
Fanfiction¿Cómo podrías tener una vida normal siendo madre soltera mientras el padre de tu hija ni siquiera está enterado de que existe ella o sigues existiendo tú? Así es mi vida ahora. 23/05/2021