PAPÁ POR ACCIDENTE | Tom Holland

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—¡Ani teléfono!—Avisé al escuchar que este mismo sonaba, ya que me encontraba en el baño, sin embargo no escuché respuesta—¡Ani!

—¡Ya voy!—Dicho esto escuché a alguien corriendo y luego un estruendoso choque contra algo. Suspiré.

—¡Bien yo contesto!—Dije lavándome rápido las manos y caminando al teléfono.

—¡Estoy bien por si lo preguntas!—Rodé los ojos antes de contestar.

—¿Hola?

—¡Hola hija! Disculpa no estaba segura de que este siguiera siendo el número de tu casa—Suspiré.

—Si mamá, el que siempre ha sido el número de mi casa sigue siendo el número de mi casa.

—Es bueno saberlo, tu padre y yo bajamos del crucero aquí en Los Angeles, nos quedaremos aquí una noche.

—¡Que bien mamá! ¿Paso por ustedes?—Pregunté caminando a donde había dejado las llaves de mi auto.

—Claro hija, estoy con Nikki—Me detuve en seco.

—¿Por qué estás con Nikki?... ¿Cómo sabes que Nikki ahora vive en Los Ángeles?

—Ella me marcó tratando de buscarte cariño, ¿algo de una cena de beneficencia que sacó a la luz un par de cosas? Debiste decirme que ya estaban enterados.

—Oh... si, claro—Sacudí mi cabeza olvidando el recuerdo.

—No te preocupes, él no está aquí aún, ven.

—¿Eh?—Fruncí el ceño.

—Nikki me contó que tuvieron un malentendido en un viaje que los ha tenido un poco apartados—Negué molesta.

—Voy para allá—Dicho esto colgué—Malentendido—Bufé—Te voy a dar tu malentendido—Tomé las llaves del auto antes de salir de este.

Claro que mi mente no aterrizó enseguida por lo que tuve que volver.

—Olvidé que tengo una hija—Me dije a mi misma abriendo la puerta—¡Ani! ¡Holly! ¡Vamos con la abuela!

(...)

—¡Si! Por fin veremos a mi abue—Festejaba Holly mientras bajaba de la camioneta.

—Hey—Protesté—Si puedes bajar sola ya no necesitas ese asiento de bebé.

—Pero me gusta—Holly hizo un puchero a lo que Ani sol rió cerrando la puerta.

—Oh oh, se acercan problemas—Ani susurró a mi lado a lo que yo giré enseguida.

Si, Tom estacionando su coche frente a nosotros.

—¿Quieres que me adelante?—Preguntó Ani a lo que negué.

—No tengo nada de que hablar con el.

Juntas con Holly caminamos frente a la casa y tocamos el timbre, aunque no obtuvimos respuesta.

—Siempre están en la cocina, yo les abro—Indicó Tom caminando hacia nosotras con sus llaves.

Ani y yo nos miramos raro por como nos había hablado, como desconocidas.

—¡Papi!—Exclamó con emoción Holly una vez que lo vio.

—Hola linda—Saludó él con una sonrisa antes de besar su frente.

Una vez abierta la puerta Holly corrió en busca de su abuela a lo que Tom se extrañó regresando a su carro, eso me extrañó a mi.

—¿Crees que tu papá se moleste al verlo?—Susurró Ani.