PAPÁ POR ACCIDENTE | Tom Holland

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—Si Julia—Contesté, nuevamente a hablar con la secretaría—Sólo que hay que planear una reunión con todo el departamento de dirección después de que el vicepresidente lo sepa.

Había días en los que no hacía nada más que relajarme, y otros donde debía moverme o literalmente pasar todo el día con el trabajo, lo cual me molestaba porque si eres el CEO de una empresa es por algo.

Odiaba a mis padres por esto, ellos sabían que este problema lo tendrían y por eso decidieron cedermelo a mi.

Justo por la puerta entró Tom, con dos cafés en mano lo cual me sorprendió un poco, supe que vendría pero esta semana creí que me odiaría mucho y sólo querría verla a ella, ahora es muy atento y eso me extraña.

—No... debes comunicarme con Derek primero, en cuanto el llegue a su oficina... porque es el vicepresidente Julia, sé que podemos simplemente hacerlo a mi modo pero lo nombré vicepresidente por algo—Suspiré cansada—Si, y que finanzas nos mande el reporte semanal, ya llevan un día de atraso... okey, me mandas un correo cuando todo este listo, gracias—Dicho esto colgué sin obtener respuesta.

—¿Problemas en el trabajo?—Preguntó Tom cediéndome uno de los cafés.

—Gracias. Sólo cosas que nadie puede hacer más que yo—Respondí desinteresada, el asintió.

—¿Dónde está Holly?

—Posiblemente tomando una siesta, hoy se levantó muy temprano—Respondí—Cuando despierta llora, aún le tiene miedo a la soledad.

—Pero siempre está contigo... ¿No?—Preguntó él, por lo que mi presentimiento de madre entendió que el estaba juzgando la forma en la que la cuido.

—Si—Me limité a contestar—Si no estoy con ella, está Ani.

—¿Quién es Ani?—Preguntó él, olvidé que es nuevo aquí.

—La niñera, y mi mejor amiga—Dije tomando un sorbo del café.

—He venido esta semana y no la he visto aquí.

—No, porque yo estoy aquí y ahora tu también. Te aseguro que es eficiente y Holly la ama, le dice tía así que no es tanto una niñera.

—Bueno, me alegra que al menos creció con una tía a pesar de no haber tenido un papá—Dijo el desviando la mirada.

Si... eso era justo lo que esperaba de él.

—Iré a verla—Hablé ignorando su comentario mientras caminaba a las escaleras con el detrás de mi.

Me encontré con mi hija apenas bajando de su cama con sueño tallándose los ojos.

—¿Todo bien?—Pregunté divertida—Dormiste mucho tiempo linda.

—Hola mami—Saludó ella apenas ajustando su vista a la luz—Soñé algo muy bonito.

—¿Ah si?—Pregunté tomándola en mis brazos—¿Y qué fue?

—Tom, me llevaba a comer helado—Sonrió ella—Y pedía un banana split enooorme—Ella estiró lo más que pudo sus brazos demostrando el tamaño del helado haciéndome reír.

—Si quieres podemos hacer ese sueño realidad—Escuché a mis espaldas girándome para que Holly mirara a Tom quien estaba recargado en el marco de la puerta.

—¡Tom!—Exclamó mi hija pataleando para que la bajara, y una vez en el suelo corrió hacia él donde ahora Tom la tomó en sus brazos.

—Hola preciosa—El le dio un beso en la mejilla.

—¿Me llevas por un helado?—Preguntó ella emocionada.

—Claro que si linda, pero debes pedirle permiso a mami—Dijo el con una sonrisa.

Amaba como la trataba, y esos comentarios demostrando que yo sigo teniendo la autoridad, a pesar de a veces mencionar el hecho de como la deje sin padre estos años, donde tenía razón pero me daba coraje su descaro siendo que a mi me abandonó por algo tan estupido donde yo tenía todo el derecho a cuestionar si sería un buen padre para Holly o no. Sin embargo, tuvieron una buena conexión desde su primera visita, no fue una conexión tan grande a mi parecer, pero si, algo notable.

—Nena, ni siquiera ha sido la hora de la comida—Le comenté logrando que ella hiciera un puchero.

—Pero quiero helado mami—Contestó ella intensificando su puchero.

—Si mami dice que no hay helado, no hay helado, y mami siempre tiene la razón—El le sonrió al mismo tiempo que pasó un mechón de mi hija detrás de su oreja logrando calmarla—Será luego ¿si?—Ella asintió y dicho esto caminaron hacia las escaleras.

—Bien—Hablé convencida llegando hasta ellos—Pero que sea el banana split mas chiquito—Le advertí a ambos—No quiero que se enferme.

—Gracias mami—Exclamó mi hija de nuevo emocionada.

—Bien, entonces vamos por tu helado—Le habló Tom a mi hija quien asintió antes de que bajaran las escaleras y yo detrás de ellos. Una vez abajo caminaron a la salida mientras yo me dirigía a la cocina a hacer la comida.

—¡Espera! Quiero llevar una barbie—Esto hizo reír a Tom bajándola y así corriera escaleras arriba.

—Por favor que no la pierda, equivale a tres días de llanto—Le advertí un poco exhausta de sólo pensarlo.

—No hay problema—Respondió él—De hecho...—Se acercó a mi—Quería comentarte algo.

—Dime—Lo miré atenta mientras el divagaba con sus ojos, supongo buscaba las palabras correctas.

—Sheri, mi novia... quiero que conozca a Holly—Alcé un poco mis cejas de la impresión.

—Oh...—Fue lo único que pude mencionar.

—Se que puede ser incómodo pero creo que debería hacerlo, yo la metí en toda esta ecuación.

—¿Ella quiere conocerla?—Le pregunté seriamente, no quería que una chica rechazara a Holly sólo por ser la hija de su novio que tuvo con su ex.

—Pues...—El hizo una pausa quedándose sin palabras—Sólo siento que es lo correcto.

—Bueno...—Dije sin más—Si así lo prefieres, sólo te comento que no hay nada pasajero aquí Tom, si esto es lo que tu quieres, ella tiene que aceptar el paquete completo o de otra forma no veo como pueda funcionar—Me encogí de hombros.

—Si, lo sé... hmmm... gracias.

—No hay por qué—Me limité a contestar.

—Listo—Bajó Holly con su barbie en mano corriendo hacia Tom—¿Mami tu no vienes? Así iríamos los tres y sería más divertido—Sonrió ella.

Le sonreí por inercia pero realmente este es el momento de Tom, el debía conectar con ella.

—No linda, ustedes vayan, diviértanse—Contesté.

Ahora lo único que me preguntaba era si esa tal Sheri sería un problema o no.