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—Okey aquí dice... un huevo—Señaló Tom mirando la caja, a lo que inteligentemente fue por un huevo y regresó.

—Tráeme otro—Le pedí en lo que tomaba el huevo que estaba en sus manos.

—Pero dice uno aquí—Volvió a checar la caja, sabía que lo hacía para corroborar.

—La caja tiene la receta individual—Aclaré su duda—Nosotros somos tres—El asintió comprendiendo.

—Aunque tu nunca comes nada, con uno bastaría—Dijo él extendiéndome otro huevo a lo que yo sonreí divertida.

—¿Estás aquí para ayudarme o para juzgar?—Pregunté alzando mis cejas a lo que el alzó ambas manos.

Seguí haciendo los brownies con la mas mínima ayuda de Tom pues se escapó una vez que Holly le llamó.

—Wow, estos brownies están deliciosos mami—Exclamó Holly una vez que probó uno.

—Que bueno que te gustaron—Sonreí acariciando su cabello.

—Oh vaya, enserio están deliciosos—Afirmó Tom—¿De verdad los hiciste tu?—Rodé los ojos, otra vez con la subestimación—No es que, no recuerdo que fueras repostera Rose.

—Te recuerdo que tiene años que no nos vemos Holland—Hablé firme terminando la conversación, ¿Por qué tiene que traer estos temas a la mesa? Donde incluyen la vida que teníamos antes.

Seguimos comiendo los brownies hasta que el azúcar le dio un bajón a Holly y le causara mucho sueño.

—¿Te sientes cómoda con esta pijama?—Holly asintió tapando sus ojos.

—¿Dónde está Tommy?

—Está limpiando abajo cariño.

Seguí vistiéndola hasta que cayó rendida en la cama donde pude arroparla, estábamos en nuestra habitación aunque ahorita rezaba para que no llorara del miedo, pues no conocía este lugar.

Tom había rogado por dormir en su habitación y el dormía en el sofá pero sería tan raro, de por sí es raro estar en un lugar de su familia.

—Dulces sueños mi niña—Besé su frente antes de incorporarme, pero su pequeña mano tocó la mía.

—¿Mami?

—¿Qué pasó?—Volvía a estar a su altura.

—¿Mi papá algún día vendrá?—Me tensé un poco, ¿Por qué le interesaba saberlo?

—¿Por qué lo dices Holly?

—Es que... me gustaría que Tommy fuera mi papá.

Disimulé lo más que pude la reacción que me causó aquella confesión, sabía que Holly se encariñaba mucho con las personas pues es una niña, pero nunca pensé que a este grado, ni siquiera lo hizo con Jesse.

—¿Y eso? ¿Por qué de pronto quieres eso?—Pregunté curiosa acariciando el cabello de mi hija.

—Es muy lindo, me gusta como es conmigo, y contigo—Sonrió—Pero si papá algún día vuelve, eso no podría pasar.

Suspiré, ¿Cómo responder a eso?

—Será mejor que duermas linda—Besé su frente tibia antes de levantarme—Eres demasiado pequeña para pensar tantas cosas—Ella rió desganadamente debido al sueño.

—Buenas noches mami—Dijo ella.

—Buenas noches linda.

Apagué la luz del lugar antes de cerrar la puerta, con suerte no lloraría a mitad de la noche, creo que esa técnica que me dio mi madre sobre dejarla llorar en la noche le había causado un trauma a estar sola y en medio de la oscuridad.

—Holly ya cayó—Avisé saliendo de la habitación.

—Aún es temprano—Dijo Tom mirando la hora.

—Lo sé, pero creo que el viaje la dejo exhausta y demasiado chocolate la agota—Comenté llegando a su lado donde el se encontraba sentado mirando la televisión.

—Creí que mucho chocolate volvía locos a los niños—Miré un segundo la televisión a lo que fruncí el ceño algo confundida.

—Creí que no había señal aquí—Señalé la televisión a lo que el asintió.

—Está conectado a un cable que llega a...

—¿A dónde?—Pregunté debido a su silencio.

—No lo sé, la verdad no sé como el abuelo se las ingenia para vivir así—Se encogió de hombros.

—Bueno, al menos si hay una apocalipsis sería de los últimos en morir—Dije rascando mi cabeza—Voy a dormir.

—¿Ya tienes sueño?—Preguntó Tom.

—No realmente, pero no tengo nada más que hacer—Dije encogiéndome de hombros comenzando a caminar.

—Oye...—Me giré sobre mis pies para mirarlo sobre el sofá—Ve una película conmigo.

—¿Por qué haría eso?—Pregunté cruzándome de brazos.

—¿Para convivir? Tenemos una hija juntos—Por un segundo dudé de sus motivos pero evidentemente no tenía sueño, por lo que bufé caminando al sofá.

—Bien, pero yo la escojo—Dije quitándole el control mientras me sentaba.

Pronto ahí estábamos entre risas mirando una película de comedia, sentía que pasaba un momento muy bueno y por un segundo olvidé todo el resentimiento que pude haber sentido hacia Tom. Entonces los créditos acabaron y ya comenzaba a bostezar.

—Okey, ahora si iré a dormir—Avisé incorporándome.

—No—El me tomó del brazo—Quédate, miremos otra.

—No, me da miedo que Holly despierte y vea que esta sola—Expliqué con una mueca.

—Por favor—Pidió con un puchero a lo que fruncí el ceño.

—¿Qué tienes?—Pregunté divertida.

—Es que no quiero que te vayas—Entonces mi mente volvió a la realidad, no podíamos actuar más como chicos de preparatoria, tenemos a Holly y no quiero que este tipo de cosas intervengan en su relación como en mi situación con él.

—Debo irme—Dije safandome de su agarre y levantándome—Buenas noches.

—Buenas noches—El entendió volviendo a acomodarse en el sofá—Mañana iremos a visitar familia—Me giré hacia el nuevamente—Los abuelos avisaron que vendría aquí así que quieren hacer una reunión y que conozcan a Holly—Asentí volviendo a girar.

—Bien—Avisé antes de subir las escaleras.

Genial, espero que nadie me odie de esta familia.











Escribí esto lo más rápido que pude, perdón por tenerlas abandonadas, pero espero ponerme al tanto lo más pronto posible, lindo día a tod@sss





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PAPÁ POR ACCIDENTE | Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora