Capítulo 1 «Quebrantada»

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El saber que Christopher se casará con Emma dentro de poco ha abierto una herida muy grande en mi corazón. Lo peor de todo es que él no lo negó. Corre por los pasillos que está felizmente enamorado de Emma Norrington. No entiendo qué hice mal. Todo estaba de maravilla entre nosotros y de un momento a otro va a casarse con otra. Eso no tiene ni pies ni cabezas.

Para cuando abro los ojos, ya es de noche y veo las ardillas sentadas en la barandilla del balcón. Una tiene la cabeza apoyada en los hombros del otro y las colas enroscadas. Sonrío y una lágrima corre por mi rostro. Las ardillas miran hacia arriba y del cielo comienzan a caer gotas de lluvia. Ambas miran hacia mí y se acercan corriendo a mi cama.

—¿Estás mejor? —pregunta Tony, y asiento sin mediar palabra.

—Mentirosa —reconoce Ginger y sonrío con tristeza. Ambas se suben a mi cama y yo me siento en modo indio—. ¿Quieres comer algo?

Sin darle mi respuesta, salta de la cama en dirección a la puerta desapareciendo en el pasillo.

—Tiene que haber una explicación, Tony.

—Y vamos a encontrarla. —Coloca su pata en mi muslo—. Te doy seguridad de eso. Pero necesito que la Allison feliz y fuerte regrese ya.

—Es difícil, ¿sabes? Nunca he pasado por algo como esto y no sé cómo lidiar la pérdida.

—Sabemos que estás triste, pero el dolor no puede sobrepasar las 24 horas. Ese es el tiempo límite que tienes para llorar. —Sus ojitos negros me miran fijamente—. ¿Vas a seguir con la búsqueda?

—Mi motor impulsor era Chris, pero Cameron también está metido en esto y no es justo que él pague por la cobardía del idiota de su hermano. —La puerta se abre y Javier me mira dubitativo desde la lejanía—. Hola.

Él entra junto a Ginger y Meeko. El mapache se sube a mi cama, me abraza con fuerza por el cuello y me dice unas tiernas palabras mentalmente:

No estés triste. Yo voy a cuidarte. —Coloco mi frente en la suya.

—Gracias, Meeko —digo con los ojos cerrados y una lágrima recorre mi rostro, pero él la seca antes que llegara a mi barbilla.

—Traje dedos de pollo con queso —interviene Javier, moviendo una bolsa en el aire y sonrío.

Se sienta a mi lado y todos comimos hasta saciarnos. Después de un largo baño, salgo al balcón y Javier se coloca a mi lado. Cuando me atrae hacia él por los hombros, un suspiro cargado de pesar brota de mis labios.

—¿Te dolió tanto así cuando viste lo que pasó entre Alice y Chris? —Por unos segundos no tuve respuesta, pero luego asintió con lentitud—. ¿Cómo lo superaste?

—Nunca logré superarlo. Simplemente, seguí con mi vida.

—Yo... —Las lágrimas amenazan con salir una vez más. Respiro con profundidad y Javier me abraza con más fuerza mientras me acaricia mi brazo con parsimonia.

—Vas a superarlo, McKenzie. Eres más fuerte de lo que crees.

—¿Entonces por qué siento que mi mundo se está derrumbando? El corazón me duele y yo...

—Porque nunca te has enamorado, Allison. Lo diste todo y este dolor que estás sintiendo es normal. Cuando no tiene sentido, como es el caso, duele aún más. —Mis piernas flaquean y Javier me agarra antes de caer, pero se sienta en el suelo a mi lado. Mi cuerpo está muy débil—. Vas a estar bien, Allison. Deja que el tiempo pase.

—Necesito que esta agonía termine pronto, León.

—Vas a recuperarte. Nosotros te ayudaremos.

—Lo siento mucho —habla Cameron y se arrodilla hasta mi altura. Las lágrimas corren por mi rostro y no puedo detenerlas. El rechina los dientes al verme—. Mi hermano es un idiota.

El Quinto Elemento (Elements III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora