Capítulo 25 «Coliseo Elements»

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—Arriba, Allie. —Algo peludo me hace cosquillas en la nariz y estornudo—. Ugh, asqueroso —protesta Tony.

Al abrir un ojo, noto como limpia su cola con desagrado.

—No es mi culpa. —Sacudo mi nariz por el resto de pelo rojizo que quedó en ella. Frente a mí, hay una mesa con el desayuno—. ¿Qué esto?

—Nos colamos en la cocina —explica Brenda, saliendo del cuarto de baño envuelta en un albornoz y su cabello en una toalla—. Cameron e Isaac nos ayudaron un poco.

—Deberías haberlos visto —añade Ginger, sonriendo—. Brenda es muy buena en la tierra, pero nunca la pongas cerca del horno. —Ella y su hermano comienzan a reírse, pero esta es cortada por la toalla que la asiática les había lanzado, enviándolos al suelo con impulso.

—Idiotas —murmura ella y sonrío por lo bajo—. Anoche estuviste genial.

—¿Tú crees?

—No fue comparado con escuchar a Ellie Goulding cantar esa fascinante canción en vivo y directo, pero tampoco estuvo mal.

—Me sentía identificada, ¿sabes?

—No lo sé, Allison, lo vi. Tú y Chris no apartaban la mirada ni siquiera cuando la hurraca de Emma lo besó. Puede haber muchos hechizos, brujerías y todo lo que ella quiera inventarse, pero el amor de ustedes está más allá de lo imaginable.

—Yo pienso lo mismo —opina Tony—. Algo le atrae de ti a pesar de haberte olvidado.

—Yo lo digo y lo repito —insiste Ginger, entregándole la toalla a Brenda. Más bien, arrastrándola—. Por más que Emma quiera meterse, no le toca, y por más que Chris quiera apartarse, no va a poder.

—Bien dicho, hermana. —Las ardillas chocan los cinco con sus patas—. Ahora es tiempo de desayunar. Tienes que estar a las 7 en el comedor. Recuerda que eres uno de los participantes de los Juegos Elements.

—¿No estás emocionada? —pregunta Brenda, al escuchar mi suspiro de derrota.

—Sí lo estoy.

—¿Pero? —añaden los tres al unísono.

—Desearía que alguno de ustedes también hubiera entrado a la competencia.

—Te apoyaremos desde las gradas. Vas a pasar pena por las porras que te haremos.

—Me das miedo, Brenda —murmuro, y trago en seco al ver su sonrisa ladina, esa que solo indica ideas, y de las malas.

El comedor del colegio está sobrecargado, y no necesariamente por los estudiantes. Muchos rostros están alegres, y otros, como mi caso, no queríamos que esto comenzara. Los Juegos Elements es el único tema en boca de todos, y eso solo aumenta mi ansiedad.

—Me estás poniendo nerviosa y yo ni siquiera participo —opina Brenda, mordiéndose las uñas de las manos.

—Lo siento, pero esto es una competencia y a mí no me gustan las competencias, a menos que sea extremadamente necesario.

—Buenos días, candidata —saluda Thiago con Alice... ¿de la mano?

Los ojos de los allí reunidos se amplían por la grata sorpresa.

—¡Felicidades! —digo al verlos juntos.

Alice se sonroja tiernamente, y Thiago la besa en la nariz aumentando la timidez de ella.

—Me alegro por ustedes dos —felicita Javier, palmeando la espalda de Da Silva.

—¿Esta vez es de verdad? —pregunta Lilith, dudosa—. No queremos más sorpresas en lo que resta de año. —Ambos asienten y ella suspira aliviada—. Menos mal. Ya son dos menos.

El Quinto Elemento (Elements III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora