Capítulo 5 «Reina Cáliz»

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Si me lo dicen no me lo creo. Mi mejor amiga es la reina de una isla que aparece cada cierto tiempo y la chica más odiosa que he conocido en mi vida, es su mano derecha. Como dice el refrán. El mundo es un pañuelo.

—¿Algo en nuestra amistad fue sincero?

—Todo fue sincero, Allison. Cuando fuiste elegida, el mundo que conoces tanto de los humanos, Elements y el mundo oscuro, tembló. Grandes cosas te esperan.

—¿Por qué yo?

—La única que puede responderte eso es Raquel. No me corresponde —añade con voz cálida mientras acaricia la cabeza de una pequeña y seguimos nuestro camino.

—¿La conoces?

—Tengo mis años, pero Raquel es mucho mayor que yo. Cuando conocí a su hermano, yo apenas comenzaba a dar mis primeros pasos en esto —comenta, señalando a su alrededor

—¿Por qué nunca me lo dijiste?

—¿Me hubieras creído?

—Odio cuando respondes una pregunta con otra. —Ambas sonreímos e interrumpo el corto silencio que vino después—. ¿Puedo llamarte Katie? Llamarte Reina Cáliz es muy pedante.

—No veo que haya problema. Eliza grita mi nombre por todo el palacio y todos se molestan, menos yo.

—Katie, al principio te hubiera dado por loca, pero después entré al mundo Elements. —Detengo mis pasos y abro los ojos espantada—. ¡Sabías todo desde el principio en la fiesta de Celine!

—Y no sabes lo difícil que fue contenerme. Ganas no me dieron de abofetear a esa chiquilla. Ser humano y reina al mismo tiempo me trae muchos problemas, y adivinar cada paso tuyo resulta tremendamente agotador, porque siempre haces lo opuesto a lo previsto.

—Ups, perdón por ser tan yo. —Katie me da un leve empujón por el brazo y sonreímos antes de seguir nuestro camino—. ¿Amas a Michel y Vanessa?

—Allie, si tengo que dar la vida por mis padres humanos, no lo pensaría ni dos segundos.

—¿Cómo lo haces?

—Sencillo. Cuando no estoy allá, me traslado para acá, y Eliza hace lo mismo. Y eso, es más agobiante de lo que parece.

—Oye, ¿en verdad todo fue necesario? Esa chica me ha hecho sufrir como no te puedes imaginar en estos últimos dos años.

—Ella solo está siguiendo el curso de los acontecimientos, Allie. No puedes culparla por hacer su trabajo. Todo está perfectamente calculado, pero contigo siempre es un dolor de cabeza y siempre tenemos que cambiar todo.

—No me digas.

—Cada vez que intento calcular tus movimientos y acciones, siempre vas al lado contrario. Al final, me rendí. Eres muy impredecible.

—Eso es porque no me conoces.

—Te conozco más de lo que crees. ¿Quién crees que te cuidó cuando desapareciste? —Fue imposible no detener mis pasos una vez más.

—¡¿Qué?! —No sé si pregunté o exclamé.

—Raquel es una chiquilla, Allison. Puede tener tres mil años, o más, pero no sabe cómo cuidar a un bebé a pesar de haber tenido varios hijos.

—No me lo creo —añado estupefacta y ella se encoge de hombros—. Mi madre va a matarte, ¿lo sabes?

—Evito hablar de ello. Cuando veas a Raquel, pregúntale.

—¡Pero si dijiste que nunca la has visto!

—Nunca la vi en persona hasta un tiempo después. Syryna llegó a mis tierras con un bebé en brazos con la misma marca de nacimiento que tienes en el muslo derecho.

El Quinto Elemento (Elements III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora