—¿Qué fue lo que pasó?
—Todo parece indicar que fue una manada de lobos, Cameron. Aún no sabemos la ubicación, pero estamos gastando todos los recursos para encontrar a la menor de las Gray.
—¿Cómo lo supiste, Isaac? —pregunta la pelirroja, preocupada.
—Llamaron a Karen cuando estaba reunida conmigo y le dieron la noticia. Chris ya está de camino a la casa. Cameron, Talia, pueden irse. Tienen el permiso de la directora. —Ambos salen del laboratorio como hojas secas que se las lleva el viento recio de tormenta.
—¿Tienes el lugar exacto donde desapareció? —El profesor asiente y me giro hacia mis amigos—. Tommy, rastrea cada cámara de la zona. Sé que tienes un software identificador de rostros nocturnos. Úsalo si es necesario. Brenda, Lilith, vayan con Karen y pregunten hasta el cansancio. Cualquier detalle puede ser relevante. —Los chicos salen corriendo laboratorio a mis órdenes, mientras muevo mis hombros para quitarles un poco de tensión—. Quiero la localización, ya —digo, intentando mantener la calma.
—Javier, te voy a dar una lista. Necesito que vayas a mi habitación y me traigas cada ingrediente lo antes posible. —Isaac escribe garabatos en una hoja blanca y León sale corriendo por la puerta—. Tenemos un problema y de los gordos.
—¿Qué ocurre?
—Uno de los ingredientes es el corazón de un hombre lobo.
—Perfecto. Mato dos pájaros de un tiro. El hombre lobo y la lechuza.
—No, Allison. No es tan fácil. El hombre lobo tiene que estar de acuerdo con eso. Yo tuve que enamorar a una hembra para poder quitárselo.
—Pues debo intentarlo, Isaac. Estamos hablando de Celine, Christopher y Cameron. Si no puedo lograrlo ahora, lo intentaré de nuevo.
—Celine puede estar muerta —habla él, convencido.
—Sigue siendo la hermana del hombre que amo, profesor. No puedo dejar que le ocurra nada. Si tengo que dar mi vida para que esa niña sobreviva, lo hago. Si ves que no regreso, ya sabes qué hacer.
—No, no, no, no. Ni se te ocurra.
—Hay que hacerlo, Isaac. Mi vida no...
—Deja de hacerte la heroína que esto no es una película de Marvel. ¡Eres un usuario vida! ¡El único, Allison! —protesta, exacerbado.
—¡Tengo una hermana menor, Isaac! Moriré de una forma u otra. Mejor que sea en algo útil.
Javier corta nuestra discusión al entrar por la puerta y deja los frascos en la mesa. Lo golpeo por la nuca para dejarlo inconsciente.
—¡Ahora sí te volviste loca!
—Es por su bien. —Cierro la puerta y miro el cuerpo desmayado de mi mejor amigo—. Hazlo.
—Estás cometiendo un grave error, Allison.
—Isaac, hazlo.
A pesar de su negativa, despliega el mapa encima de la mesa y unos minutos después está hecho cenizas.
—Rumania. Perfecto —añado, al recordar a un viejo amigo—. Si alguien pregunta por mí, no sabes dónde estoy, y tú vas a desmayarte justo ahora. —Niega con la cabeza—. ¿Prefieres que lo haga yo? Va a ser menos doloroso si te dejo inconsciente. —Niega con la cabeza otra vez—. A penas la tenga conmigo, regresamos. ¿Algo que deba saber en cuanto al hombre lobo y su corazón?
—Solo recuerda que debe entregarlo por voluntad propia. Ten mucho cuidado.
—Siempre. Cuida de mis Varázs hasta que regrese, por favor.
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El Quinto Elemento (Elements III)
FantasyLa mentira de Christopher y su futuro desenlace con Emma Norrington me dejaron sin fuerzas y destrozada por dentro. Pero aún con el corazón roto y sin respuesta a las incógnitas que tengo, mi objetivo de romper la Ley de los Primogénitos mantiene su...