Capítulo 43 «Próximo ingrediente»

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—¿Puedo hablar contigo? —dice una voz a mis espaldas.

—Ahora vengo, chicas.

—No vayas, Allie.

—Tony...—interrumpe Ginger a su hermano, mientras niega con la cabeza.

Chris y yo salimos del comedor con la mirada de todo el colegio encima de nosotros.

—¿Podemos ir al invernadero? —Frunzo el ceño por tanto misterio de su parte, pero asiento de todas formas.

El silencio cae sobre nosotros al sentarnos en la primera banca que encontramos. Cruzo mis brazos en el pecho y enarco una ceja hacia él.

—¿Qué necesitas, Chris? Habla rápido. No quiero problemas con tu novia o con tu madre.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—¿Decirte qué?

—Que tenías una historia con Javier.

—¿A qué viene esa pregunta? ¿Y por qué debería de habértelo dicho? Formas parte de mi pasado y no tengo que darte explicaciones.

—Te escuché el último día de los Juegos Elements, Allison. Escuché que dijiste que me amabas y que siempre me amarás. —Dejo escapar una sonrisa amarga y niego con la cabeza.

—Chris, una persona especial me dijo una vez que siempre existirá un primer amor, pero eso no significa que no tenga espacio para alguien más en un futuro. Es más, es verdad. No te voy a mentir. El Coliseo me preguntó si te amaba y respondí que sí. Te amaré toda mi vida. ¿Pero qué esperabas? Vas a casarte con otra en menos de un mes. ¿Pretendes que me quede para vestir santos y llorar por ti? Necesito seguir con mi vida, y si Javier es esa persona, pues bien. —Me levanto de la banca agotada de todo esto—. No puedes esperar a que estanque mi vida por ti cuando rompiste mi corazón de la peor forma. —Sacude su cabeza y se levanta con impulso para encararme—. No es justo.

—¿Qué dijiste?

—Lo que escuchaste, Chris. No puedes esperar a que detenga mi vida por ti cuando te vas a casar en poco tiempo —reitero, con voz quebrada, mientras mis ojos comienzan a cubrirse de lágrimas—. Ya no puedo más, porque en verdad, todo esto me duele. Me cansé de luchar por alguien que no me quiere en su vida. Merezco mucho más que eso. Cásate y se feliz. Yo tendré que vivir con ello. Estás en el pasado —Tomo una larga bocanada antes de añadir—, y ahí te vas a quedar.

Abro y cierro mis manos con celeridad antes de rodearlo para irme de allí por la opresión en mi pecho, pero electricidad atraviesa mi brazo cuando el mayor de los Gray toma mi muñeca, me atrae hacia él, agarra mi nuca y mis ojos se abren con asombro cuando sus labios, esos labios que tanto extraño, chocan con los míos.

Una bomba de sentimientos explota en mi interior. Mariposas revolotean con rapidez chocando con las paredes de mi estómago a 1000 Km/h. Me atrae por la cintura y las palmas de mis manos cosquillean por tocarlo. Todo el vello de mi cuerpo se eriza por la chispa de emoción que transmite su suave tacto en mi piel.

Agarro su camisa del colegio en mis manos, cierro los ojos y me dejo llevar por última vez. La sensación es la misma. Nuestros besos están cargados de amor, sentimientos indescifrables, ternura y tensión. Cada uno de ellos aumenta aquello que aún siento dentro mi ser, pero que él olvidó por completo.

Siento que nuestra conexión sigue en alguna parte. Sé que está ahí, pero no soy tonta. Debo reconocer que lo único que voy a conseguir de esto es aumentar el dolor de lo que pasará más adelante. Así que, resignada, y con el corazón sangrándome por dentro por tanta angustia, aprovecho en saborear estos labios por última vez.

El Quinto Elemento (Elements III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora