Capítulo 30 «Elección justa»

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Chris

—¿Estás bien?

—No lo sé, Thiago —respondo dubitativo y enarca una ceja—. Lo sé, lo sé —me defiendo, levantando las manos en señal de rendición.

—¿Allison McKenzie? —susurra cerca de mi oído y suspiro.

—Creo que sí. Cuando la vi caer... —Detengo mis palabras y resoplo.

—Te entiendo. Yo también temí por su vida. Lo gracioso de todo es que ella te salvó dos veces después de eso, aún con esa cosa en su sistema. Esa muchacha es fuerte por fuera y por dentro.

—Lo sé y eso lo admiro mucho.

—Sé sincero conmigo, Chris. Allison no solo te da curiosidad, ¿verdad? —Niego con la cabeza ante su evidente pregunta.

—No, Thiago. Es una chica impredecible. Ella rompe todos los esquemas que tengo de las mujeres. Me descontrola, me saca de las casillas, me desestabiliza como nadie, pero al mismo tiempo es agradable, inteligente, se lanza a la aventura y ...

—Por más que quieras negarlo, esa chica te atrae y eso te está confundiendo. Yo hubiera esperado verla llorar por los rincones cuando escuchó de tu compromiso con Emma, y sin embargo, está mejor de lo que esperaba. No es que haya seguido con su vida, al contrario. Pero te metiste hasta dentro de sus huesos y ella sabe cómo superarlo.

—¿Qué me está pasando, primo?

—Pasa que, sin importar las barreras o trabas que les ponga la vida, ustedes están unidos por ese hilo rojo del destino. —Sonrío ante sus palabras cursis—. Puede ser algo infantil, pero no deja de tener razón.

—Alice te está haciendo daño —añado sonriendo y sus ojos brillan de emoción.

¿Mi mirada se volverá así cuando me hablan de Emma... o de Allison? Suspiro apesadumbrado.

—¿Han visto a Allison? —interviene Brenda turbada, y eso enciende las alarmas dentro de mí—. No la he visto desde que bajamos. Ni a ella ni a Tony, y Ginger aún no aparece.

—¿Cómo? —pregunto extrañado—. ¿Ginger está desaparecida?

—Desde ayer, y estamos muy preocupados —contesta Thiago, preocupado—. No es normal que se separe tanto tiempo.

—Es hora de irnos —interrumpe Allison, y frunzo el ceño al ver las oscuras ojeras que rodean sus ojos hinchados y enrojecidos, como si hubiera llorado toda la madrugada. Una oscuridad poco usual se ha instalado en los ojos verdes y eso me perturba.

—¿Algo de Ginger? —pregunta Lilith.

—Tony va a quedarse por si ella aparece —contesta Allison en un tono de voz extraño, casi robótico. Respira con profundidad antes de añadir—. Vamos. No podemos llegar tarde.

—¿No crees que Allison está un poco extraña? —pregunta Alice, cuando llegamos al Coliseo.

—Creo que se debe a la desaparición de Ginger —responde su novio.

—¿Aún no aparece?

—¿También lo sabías, Alice? ¿Cómo puede ser posible que sea el único o el último en enterarme? —protesto indignado.

—Chris, no veo por qué deberíamos haberte dicho algo —rebate ella, en tono mordaz. Contengo mis ganas de resoplar, porque al final del camino, tiene razón.

—Alice...

—No, Thiago. —Su novio frunce los labios— Yo me confundí con Allison. Ambos lo hicimos, pero al menos lo reconocemos.

El Quinto Elemento (Elements III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora