Capítulo 22 «¿Paz en la familia?»

108 16 0
                                    

Chris

Ha llegado la madrugada y la conversación que escuché a escondidas sigue rondando en mi mente. Mi subconsciente me atrajo hacia una puerta metálica semi abierta en el sótano del colegio como si ya conociera el camino. Es más, hasta se me hacía familiar.

Las chicas no están preparadas para vivir una vida bajo el dominio de un hombre que imponga sus reglas, y estos burros están adaptados a tomar y dejar de lado a cuanta mujer se le cruce. No puedo castigarlas a ellas a vivir una vida tan cruel por el hecho de yo amar a un Neanderthal prepotente. No es justo. Complementarnos no va a ser fácil y el sacrificio sería demasiado grande.

Eso es lo mejor de todo, Eerin. Acabas de decirlo. Le amas, e imagino que el jefe también. Si las parejas tuvieran gustos iguales, la relación sería muy monótona y aburrida. No hay cavidad para vivir nuevas experiencias, aventuras, gustos, sabores. Las diferencias en las parejas es la que une lazos entre los corazones enamorados. Complementarse depende solamente de ustedes. Es cuestión de adaptarse el uno al otro. Mi madre dijo una vez que "En el amor, las cosas no son fáciles, pero si solo uno de los dos empuja la carreta, caerán ambos por el cansancio".

¿Lo dices por ti o por nosotros? pregunta una tercera voz.

Por ambos. Christopher y yo nos complementábamos muy bien, tanto como pareja como compañeros de lucha, y eso era lo importante. Nuestras diferencias nos hicieron fuertes, aunque al parecer, el amor no fue suficiente.

Escuchar la voz triste de Allison en ese momento me dio un salto en el corazón y me alejé de allí lo más rápido que pude. ¿Por qué tengo esta esta sensación de pesar en el pecho? ¿Por qué me siento tan culpable? Dios, puedo sonar repetitivo, pero estoy completamente seguro que algo me falta y es algo relacionado con ella. Con Allison.

Intento recordar, pero tengo demasiadas lagunas en mi cabeza, y cada vez que le pregunto a Emma, siempre logra desviar la conversación. Con mi padre y Cameron ya no puedo contar, siempre están a la defensiva en lo que a Allison se refiere. Javier está irascible, y ningún Varázs me quiere cerca.

—¡Thiago! —exclamo, al verle con la cabeza metida en un libro mientras camina por el pasillo. El aludido levanta la cabeza y frunce el ceño—. Necesito hablar contigo.

Mira a su alrededor como si le estuviera jugando una mala jugada.

—¿Es una broma? —pregunta, confundido, y niego con la cabeza—. Me resulta un poco extraño viniendo de ti, Gray.

—¿Por qué? Sin importar nuestro pasado, somos familia después de todo.

Su sonrisa irónica después de mis palabras no me gusta mucho.

—¿Y tú de qué te ríes ahora?

—Christopher, ¿de verdad? Yo tengo lagunas, pero lo recuerdo perfectamente. Al principio me odiabas, y ahora, justamente ahora, después de todo lo que pasó, ¿quieres hablar conmigo?

—Pues claro. No veo el problema en hablar con un viejo amigo. —Asiento con efusividad.

—Me asombra de gran manera tu forma de jugar. Emma te está haciendo demasiado daño. No, Gray. Claro que no.

—¿Pero por qué no? Thiago, no entiendo que pasa contigo.

—¿Te lo digo en chino o en japonés? Mira, Gray. —Cierra el libro y lo coloca debajo de su brazo—. No quiero más peleas, ¿entendido? Mi vida está tomando un nuevo rumbo y no está en mis planes arruinarlo una vez más por tu culpa. No necesito que Javier me golpee por lo idiota y estúpido que estás siendo en estos momentos, y mucho menos quiero a Allison...

—Espera un momento. ¿Allison? ¿Qué tiene ella que ver en todo esto?

—En verdad tu cinismo me causa gracia, Gray. Ella me ayudó mucho a salir del pozo en el que estaba, justamente por tu tonta historia con Emma que me llevó al borde de la locura. Y como la vea llorar por tu culpa una vez más, juro por Alice que voy a romper la promesa que le hice a McKenzie en romperte la cara.

—Pero si aún no te he dicho lo que necesito de ti. Espera. Creo que escuché mal. ¿Me estás hablando de Alice Winter?

Su rostro comienza a tornarse rojo, como si hubiera hablado demasiado.

—Tampoco quiero saber lo que necesitas, y lo de Alice no es problema tuyo. Aléjate de mí, deja en paz a Allison, aparta a tu prometida de nosotros y así todos somos felices y comemos perdices.

Gira sobre sus talones y camina con paso fuerte.

—Ni hablar. —Corro hasta alcanzarlo y lo agarro del brazo para detenerle—. Thiago, por favor, necesito que me ayudes. Eres la única persona que conozco que no quiere lanzarse a mi yugular.

—No estés tan seguro de eso —musita, con los dientes apretados.

—Lo digo en serio.

—Yo también estoy hablando en serio, Gray. Las únicas dos personas que me mantienen al margen de golpearte hasta al cansancio son Alice y Allison y es por la promesa que les hice. Estamos agotados de tanto suelta y encoge de tu parte.

—Thiago, por favor.

Gruñe por lo bajo y niega con la cabeza. Se recuesta al enorme ventanal y es iluminado por la tenue luz de la luna.

—Primero que todo. ¿Amigos? —Extiendo mi mano y este la mira con cierto recelo—. Thiago, te pido perdón por todo lo idiota que fui en ese momento. —Enarca una ceja con escepticismo—, Y por todo lo que estoy haciendo. Por favor, no tengo a nadie más a quien recurrir.

—Está bien. —Cerramos el pasado con un fuerte apretón de manos—. Veamos, Christopher Gray. ¿Qué rayos quieres saber?

El Quinto Elemento (Elements III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora