La entrada y salida de carros, y el murmullo de varios sirvientes, logran despertarme el domingo en la mañana. Me asomo al balcón y parpadeo perplejo ante el movimiento ajetreado en la planta baja.
Muchos entran y salen con flores y piezas de carpas hacia el jardín trasero de la casa. Miro hacia la fuente, y a mi mente llega otro recuerdo. Un corazón de agua. Suspiro con pesar al no saber de dónde provienen. Para no martirizarme más con los vagos recuerdos que últimamente me atacan, bajo las escaleras.
—¿Qué ocurre?
—Llegaron esta mañana por orden de Allison —contesta mi padre, mientras le señala la puerta trasera a un joven y entramos al comedor—. Los dejé entrar por una nota que ella misma envió con Katie, la chica del servicio.
—Solo queda esperar a que esta fiesta sea tan buena como Cameron y Talia se merecen —comenta mi madre con veneno—. Ojalá y ustedes no se arrepientan de haberle dado a esa muchacha tanta responsabilidad.
—Mamá, de verdad, ¿no te cansas nunca? — protesta Cameron y se levanta de la mesa molesto, dejando su desayuno a medias.
Talia se disculpa en susurros y va detrás de su novio. Suspiro profundamente y también me retiro agotado de tanta lucha y pleitos al comenzar la mañana sin haberme sentado a la mesa al menos. Es el día de mi hermano. No se merece esto. Con cuidado me acerco a la habitación de Cam para disculpar a mi madre y escucho la discusión que tiene con Talia.
—Estoy cansado. ¿Hasta cuándo seguiremos con esta farsa?
—Camero, cariño, debes tranquilizarte. Allison nos necesita. Solo nos quedan tres más y esta pesadilla terminará pronto —recalca ella con voz quebrada—. De solo pensarlo, mi corazón se encoje de dolor, pero al mismo tiempo sé que esto pasará pronto y ella volverá a ser feliz como antes. Debemos ser pacientes.
—Lo siento, Talia. Lo siento, cariño. No tienes la culpa de lo que está pasando.
—Yo estoy tan frustrada como tú, Cameron, pero tenemos que esperar. Nos casamos en menos de dos meses, y si en un par de semanas, Allison lo logra, Christopher finalmente quedará libre de Emma.
—Eso espero. Si no conseguimos que mi hermano recapacite y recuerde el amor que sentía por Allison, podemos perderla para siempre. Ella puede decir lo que sea, pero se está derrumbando por dentro y eso me preocupa, porque no lo dice y tampoco lo demuestra.
—Nuestra amiga es fuerte. Ahora nos necesita más que nunca. Aun no entiendo por qué ese odio de tu madre hacia las McKenzie. Allison es cabezota y testaruda pero nunca le haría mal a nadie.
—Yo tampoco comprendo. Completemos la cura, y todo acabará. De momento, olvidemos todo esto. Es nuestro día y nos toca disfrutarlo.
Me retiro al escuchar la leve sonrisa de mi cuñada y gruño por lo bajo. Cameron sabe más de la cuenta. Al llegar la noche aún no hay noticias de Allison. Eso sí, todo quedó espectacular.
El champagne es un Louis Roederer Cristal Rosé. Unas botellas muy difíciles de conseguir. Cada una se eleva a 500 euros, tengo entendido. Y en mi casa hay cerca de 200 botellas de ese champagne. Sí, es un número extremo. El catering fue tan exquisito que mi madre se asombró de su calidad.
Un conjunto de carpas blancas está alrededor de una plataforma baja. La alfombra blanca impoluta adorna el césped recién cortado desde la entrada de las carpas hasta la plataforma improvisada. Detrás de dicha plataforma, se encuentra una banda de música clásica, y más atrás, una mesa de DJ. Sonrío. Allison dio en el clavo en cuanto a los gustos de mi hermano.
Debajo de cada carpa hay dos mesas adornadas con tulipanes rojos, los favoritos de Talia, y entre cada adorno hay una tarjeta dorada con el nombre grabado del invitado en letras rojas. Todo está iluminado, pero también lo suficientemente bajo para dar un poco de privacidad en las pláticas. Estoy sorprendido por el nivel de detalle en cada espacio. Allison dejó todo bien planificado.
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El Quinto Elemento (Elements III)
FantasyLa mentira de Christopher y su futuro desenlace con Emma Norrington me dejaron sin fuerzas y destrozada por dentro. Pero aún con el corazón roto y sin respuesta a las incógnitas que tengo, mi objetivo de romper la Ley de los Primogénitos mantiene su...