Prólogo

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He escuchado mucho la frase de "quién más te ama es a veces quien mas te hace daño", por un momento de mi vida me la creí, pero es que en el fondo sabía que no era cierto.

Por que si se supone que el amor es un sentimiento que involucra las cosas más puras, la felicidad y la alegría, junto con un poco de vulnerabilidad, porque seamos sinceros, amar te hace vulnerable ante esa persona.

Te abres en todos los sentidos y sabes que tiene el poder de destruirte cuando quiera, sin embargo, si te ama sabes que no lo hará, que no hará nada que te pueda lastimar, pero ¿Cómo sabes si una persona verdaderamente te ama?, eso es lo aterrador ¡Nunca lo sabrás!

Será como saltarte a un acantilado sin saber si sobreviras o no, es como ponerte una venda en los ojos y no saber si te caerás o no, nunca sabrás si esa persona te ama, solo tendrás que arriesgarte... Arriesgarte a amar y entender que si te lastima, no, no te ama.

Estamos acostumbrados a recibir tan poco amor que creemos que el amor va de la mano con el dolor y no es cierto, amar si tendrá sus momentos de dolor pero compartidos y sujetando te de tu amado o amada, nunca estando solo y menos si ese dolor lo causa la persona que también crea en ti ese sentimiento más puro y hermoso: "el amor".

Y comprendí por experiencia propia cada palabra hasta que conocí a Marcus, aquel hombre de ojos cafés que me hipnotizaron.

Siempre fuiste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora