Capítulo 16

377 24 0
                                    

Ha pasado una semana ya y resumiendo lo que ha ocurrido entre Marcus y yo en estos días lo diré en una sola oración:
"No hemos podido follar en la oficina"

Y es que ya se volvió un capricho para nosotros. En estos días el se ha quedado dormir en mi casa y hemos tenido noches muy placenteras pero es que ambos queremos hacerlo en su oficina. En esa oficina se ha visto casi todo nuestro inició y sería como bautizarla.

Ha pesar de que la he pasado de maravilla con mi adonis siento que el no se habré a mi y tampoco es algo que le haya dicho porque yo también tengo un pasado algo difícil de contar pero el sabe una parte de mi pequeño dolor y yo de el básicamente no se nada, aunque no he dicho nada porque se que si lo digo seria hablar de todo lo que me hizo daño antes y no se si estoy lista, ni siquiera se que somos el y yo o que rumbo va tomar nuestra relación. Sin embargo, lo que me pasa con este hombre es algo totalmente nuevo, el sana mis heridas y ni se da cuenta.

Por un momento creí que el me había ayudado a olvidar a Chris pero yo se que el duelo de que la relación termino la pase dentro de la misma, con Chris jamás sentí que me cuidara o me ayudara a sanar, en cambio con Marcus me siento como una puberta que tiene a su primer novio.

En fin, me encuentro alistándome para un nuevo día de trabajo cuando sonó el timbre de mi dulce morada. Ya sabia que era Marcus así que tome mis cosas y salí para poder ver a mi hermoso jefe.

-Buenos días- dije en cuanto entre.

-Buenos días preciosa- respondió dándome un beso el cual respondí gustosamente.

En un corto viaje a la empresa Lancaster por fin llegamos a esta y comenzó nuestro rutinario día.

《》

Eran casi las 5 y el día por fin había terminado, a pesar de que fue un poco pesado me sentía relajada de que ya acabó. Como era costumbre ya para mi fui a ver a mi adonis a su oficina en la cual se encontraba Joan.

-Cams pasa, yo ya me iba- me sonrió de una forma juguetona -tengo una cita.

-Mucha suerte- dije dándole una sonrisa.

En cuanto Joan salió de la oficina Marcus se levantó de su silla y me dio una mirada que sentí que me vio hasta el alma.

-¿Qué pasa?- solté confundida.

El no dijo nada, solo avanzo lentamente a la puerta y pensé que saldría de esta pero le puso el seguro.

Oh, Marcus ¿Qué tramas?.

Como si leyera mi mente el se acercó a mi haciendo que retrocediera y mis nalgas chocarán con su escritorio.

-Es seguro que Joan no vendrá ya- su voz sonó tan profunda y ronca y por instinto baje mi mirada a su paquete notando lo abultado que estaba este -Estamos tu y yo solos en esta oficina y créeme que todo el día me mantuve pensando frío para no andar con una erección por todo el maldito lugar de solo imaginarte con ese vestido hasta arriba mientras te doy duro en este mismo sitio.

Con solo esas palabras fue suficiente para que mojara mis pantis.

-Es falda y blusa- y lo era, una blusa blanca de botones en conjunto con una falda negra un poco suelta y mis botas de tacón. Ese era mi atuendo para verme formal y elegante en mi trabajo pero para nada intente calentar de esta forma a mi jefe.

-Lo que sea, de igual forma te la subiré y te haré mía- dicho esto me beso de una forma brusca y ansiosa.

Mi mente se nubló por completo y solo pensaba en que lo quería a él dentro de mi ya asi que ansiosa le comencé a desabotonar su camisa sin necesidad de quitarle el saco o la corbata. Solo quería sentirlo y ya.

-¿Tienes prisa?- murmuró entre mis labios y sentí su sonrisa burlona -¿Quieres tenerme dentro de ti ya? ¿Quieres que te folle?- su voz, con su sola maldita voz hizo que mi cuerpo se encendiera más de lo que ya estaba.

En un ágil movimiento bajo mi licra junto con mis pantis y me dejo al descubierto, todavía siguiendo nuestro lascivo beso sus dedos acariciaron aquella zona que comenzaba a exigir a su miembro. Sus movimientos comenzaron a ser más rápidos que hizo que por instinto separara mi boca de la suya para comenzar a soltar pequeños jadeos tratando de contener mis gemidos por miedo a que alguien nos escuchara.

-¿Te gusta?- susurro muy cerca de mi ojera para después morder mi lóbulo -¿No?- hizo un ademán de quitar su mano de mi pero la detuve.

-No pares- gemí -Me gusta y mucho.

Sin importar lo que dije este quito su mano y cuando estaba apunto de reclamar se agacho haciendo que su cara quedara entre mis piernas.

-Necesito probar tu sabor- dicho esto dio un beso en mi entrada para después ingresar su lengua provocando que arqueara mi espalda y mordiera mi labio inferior para no gemir. Abrió mis labios jugando con su lengua en mi botón y sentí como mi orgasmo se acumulaba en mi vientre.

Le sujete la cabeza para que se centrará en aquel punto y una sensación magnánima me invadió haciendo que mis piernas temblaran y pusiera mi mano en mi boca para no gemir. No dejo que mi cuerpo se calmara cuando sentí la punta de su erecto pene en mi entrada, su mirada pedía aprobación y dándole esta me recargue por completo en el escritorio quitándome mi camisa y mi sujetador.

Ya vas a cumplir tu fantasía mi adonis.

Sus ojos se oscurecieron y de una sola estocada entró por completo en mi. Sus movimientos eran rápidos y fuertes, yo solo podía tapar mi boca, sentí otra vez esa sensación acumulándose en mi vientre.

-Dios Marcus si- no pude callarme más.

-Vente conmigo hermosa- murmuró haciendo que los dos explotáramos y llegáramos al clímax.

-Fantasía cumplida- dijo mirándome con una sonrisa en la cara.

-Marcus hijo- una voz de una mujer detrás de la puerta nos alertó -¿Por que tiene seguro la puerta?

-Mierda es mi madre- susurro saliéndose de mi.

Carajo, cuando no es Joan es mi futura suegra.

Siempre fuiste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora