Hoy era el día en que tenía que por fin hablar con mi familia, en estos momentos me encontraba desayunando con Marcus y para ser sincera el ambiente era un poco incomodo.
-Si quieres me quedo aquí mientras tu ves a tu familia- me dio una mirada cómoda y gentil.
Yo no se si en mis ojos se podía reflejar lo nerviosa y asustada que estaba pero el lo notaba, lo podía ver.
Antes de que pudiera hablar tocaron la puerta y mis ojos se abrieron de golpe, mi mente se puso en blanco y me quede helada. No estaba lista y no entendía porque venían a tocarme.
Los golpes en la puerta seguían y Marcus notó que yo no pensaba levantarme a abrir así que fue el quien se dirigió a ver quien se atrevía a interrumpir nuestro desayunado.
-¿Quién eres tú?- el intento de sonar rudo de Chris hizo que mis alertas se encendieran, pero mi cuerpo no reaccionaba.
-Soy el novio- la voz de Marcus era fría y monótona, el ni siquiera intento fingir sonar frío y calculador porque ya lo era.
Sin embargo eso no fue lo que me dejó en shock, si no la afirmación que este hizo, "Soy el novio".
Lo último que escuché fue que toda la familia se reuniría dentro de media hora.
Mi adonis volvió a donde yo estaba y notó que seguía en la misma posición.
-¿Estás bien?- hablo poniéndose en frente de mi.
Pude verlo, sus hermosos ojos en conjunto con sus largas pestañas y cejas pobladas, sus labios carnosos y rosados. Su ligera barba asomándose ya y le daba ese toque atractivo y sensual, más de lo que ya era. Este hombre era perfecto pero no era mío, no era mi novio como el había dicho y ahí es donde desenterré el hacha de guerra y saque la bolsa imaginaria que me dio mi padre a los diez años.
-¿Mi novio? Te atreviste a decirle que eras mi novio, sabes que ahora toda mi familia te va a querer conocer porque jamás dije que tenia novio, ¿Tienes una idea de lo que acabas de hacer?- me levante de golpe agarrando mi cabeza en señal de desesperación.
-Claro ya comprendo, no quería que le dijera a tu adorado Christopher que tenías novio porque aún quieres estar con el- imito mi acción pero poniéndose delante de mi otra vez, era como dos cabezas más grande pero no me intimido.
-De igual forma como tu mandaste todo a la mierda por Stella- espete a punto de entrar en colapso.
Hubiéramos seguido peleando pero la puerta nos volvió a interrumpir, Marcus fue más ágil y reacciono primero que yo y la abrió. En mi campo de visión pude ver a mi prima Amelia la cual estaba embobada viendo a mi adonis.
La observe más a detalle y note que había subido unos kilos pero le sentaban de maravilla y traía mechas azules.
-¿Qué pasa Amelia?- hable cuando mi jefe volteo y me pidió ayuda con la mirada.
-Acabo de llegar un viaje escolar y pase a buscarte para llegar juntas a casa de mis abuelos- esta por fin reacciono y me vio detrás del cuerpo sabrosamente atractivo de Marcus.
-¿Tu no estabas aquí?
-No, a mi me aviso Esteban- Esteban era nuestro primo.
Al menos yo no sería la sensación ya que tanto como Amelia y yo llegaríamos a ver a nuestra abuela enferma y posiblemente a nuestra demás familia entrando en colapso.
-Vamos- incite saliendo de mi casa cuando vi que detrás de mi también tomaba camino Marcus, -oh no, tu te quedas.
-Dejaras que tu novio se quede aquí y no lo presentaras a tu familia- los ojos de Amelia casi se salen al escuchar aquello.
-¿Tienes novio?- esta se volteo hacia mi haciendo que yo temiera por su pobre cuello.
-Luego te explico, ya vamos a terminar con esto.
A un lado de mi iba Marcus que cuando visualizo a Chris en la entrada de la puerta de casa de mis abuelos, me sujeto la mano. Posiblemente en otras circunstancias me hubiera alejado pero para ser sincera eso me dio mucha fuerza y en cambio apreté más el agarre. El lo noto porque pude ver que volteaba a verme pero yo no quise girar mi cabeza para comprobarlo.
Entrando en aquella casa visualice a Estaban al lado de su mujer, Daniela y su pequeño de cinco años, también note que Daniela tenía una panza que parecía de unos cinco meses. Esperan a su segundo bebé.
En otro sillón estaba mi tía mamá de Esteban y junto a ella su marido Gabriel, ambos se veían un poco cansados y acabados, solo pude imaginarme que mi abuela debe de estar realmente mal y una pizca de culpa se centro en mis adentros. Mi abuelo me miraba neutro parado desde una esquina, el nunca mostró sentimientos de amor hacia a mi, siempre lo hizo solo con Esteban.
Por una parte lo entendía porque mis tíos junto con Estaban vivieron aquí, yo crecí en una burbuja en mi casa junto con mis padres. Éramos nosotros tres contra el mundo. Amelia vivía lo suficientemente lejos para criarse muy aparte de todo esto.
Resumiendo el árbol genealógico de mi familia, mis abuelos tuvieron 3 hijas, Dalia que era la mayor y madre de Esteban, Joana que era la de en medio y madre de Amelia y Raquel que era mi madre. En ese orden tuvieron a sus hijos, primero nació Esteban, de ahí Amelia y por último yo.
Mi tía Dalia fue la única que se quedó aquí viviendo ya que mi tía Joana se fue con su marido a casa de este y mi madre junto con mi padre hicieron la casa que actualmente es mía.
Todos me miraron a mi primero y después a Marcus, finalizando vieron nuestras manos entrelazadas.
-El es el nuevo novio de Camila- la voz de Chris activo mis alertas, este miraba a mi jefe con una mirada cargado de repudio y molestia mientras que el hombre que sostenía mi mano solo lo miraba sin ninguna expresión en el rostro.
-¿Así que tienes nuevo novio?- hablo Esteban levantándose y mirando directamente hacia Marcus, Amelia y yo.
-Creo que ya no recuerda como se habla- mi tía le siguió echando leña al fuego.
Mi autocontrol se estaba desvaneciendo y apretaba con más fuerza la mano de Marcus. En cuanto el lo sintió decidió intervenir.
-Un gusto, soy Marcus Lancaster- la seguridad en su voz y en su forma de hablar hizo que todos se sorprendieran.
-Bien, a lo que venimos, ¿Qué pasa con la abuela?- Amelia hablo rompiendo el silencio un poco incómodo en el que estábamos.
-Aquí estoy, vivita y coleando- mi abuela salió del cuarto dejándonos impactados a mi prima y a mi, ahí notamos que las únicas en estado de shock éramos nosotras.
-Qué lástima que tuve que inventar que estaba muriendo para que vinieran- se acerco junto a mi abuelo todavía mirándonos, -nuestro plan no era traerte a ti Amelia pero es que si le decíamos a Camila tenia que avisarte a ti ya que eres la única que mantiene contacto con ella- dijo mirándome.
-¿Nuestro plan?- la sangre de todo mi cuerpo comenzó a hervir y estaba a un paso de perder el control.
-Si hablas entonces. Mira, tus tíos ya están muy cansados de cuidarnos a mi y a tu abuelo y tu primo Esteban tiene ya su familia y están en espera de su segundo bebé- su mirada pasó a Marcus e hizo una mueca que no supe descifrar. -Si hicimos todo esto es para que vinieras y cumplieras con tus obligaciones, mandamos a Chris a buscarte pensando que se reconciliarían para que ya te juntaras y casaras con el, y así ambos se harían cargo de nosotros- Marcus le devolvió la mirada de repulsión a mi abuela, -lo que no contábamos es que ya tenias pareja- yo miraba a cada uno de los espectadores y todos me daban la misma mirada. "Es tu obligación".
-No creo que eso sea un problema, viendo al semejante hombre a tu lado dudo que duren mucho- dicho esto soltó una pequeña risa burlona.
Bien señores y señoras, acabo de perder mi control.
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Siempre fuiste tu
RomanceCamila López era la típica pueblerina que parecía tenerlo todo, una familia grande y que la amaba, el novio dulce y tierno que daba todo por ella. Todo en su vida se estaba alineando hasta que por obras del destino -y tragedias-, sale de su pueblo s...