Capítulo 28

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Camila

Han pasado casi 4 meses desde aquella noche donde Marcus admitió que me amaba, me lo dijo y no me dio ni tiempo de reaccionar porque me beso y obvio respondí gustosa. Posiblemente si no estuviera embarazada en aquel momento no le hubiera respondido aquel beso pero quise dejarme guiar por mis sentimientos y pensar en mi bebé.

No me arrepentía.

Marcus se ha comportado como un caballero en toda la magnitud de la palabra, es atento, lindo, romántico pero sin pasar a lo empalagoso. Hemos tenido nuestros choques es evidente, el quería que yo dejara mi trabajo pero me negué, estaba embarazada no incapacitada así que trabajaría hasta que sea necesario.

Era temprano y nos dirigíamos a una nueva consulta y estabamos muy emocionados. Mi adonis se ha estado quedando a dormir conmigo estos meses y podía decirse que ya hasta se mudo en parte a mi casa.

-Buenos días, adelante pasen- al llegar nos recibió la doctora Millie, que era la que estaba llevando el control de mi embarazo.

-Ya estas por entrar al segundo trimestre de tu embarazo- dijo mirándome con una sonrisa que respondí.

Me acosté en una camilla y alcé mi blusa para que la doctora me aplicara un gel en mi barriga ya notoria. Comenzó a pasar una maquina expandiendo aquella viscosidad fría por todo mi vientre.

-El bebé esta en perfectas condiciones y muy sano- hablo la doctora y yo solo miraba a Marcus que estaba demasiado atento a la pantalla, queriendo ver ya a nuestro hijo o hija. Porque sí, aún no sabíamos que sería.

Cuando mi adonis me dijo que si quería tener a esta criatura juntos pensé que tal vez no estaba pensando bien las cosas, hasta llegaba a creer que en cualquier momento me diría que no puede, que se haría cargo pero criarlo era mucho para el. Eso no paso.

Su emoción se veía cada día que pasaba, estaba realmente feliz por ver como mi vientre crecía y hasta llegaba a decir que si notaba la diferencia de tamaño con solo un día de diferencia. Se pegaba todo el tiempo a mi panza y le hablaba, le decía que ya lo amaba sin importar que sería.

Por los nombres no nos habíamos preocupado aún, queríamos saber primero que era. Cabe recalcar que Marcus desde aquel día que llego a mi casa diciendo que quería niña, se pego a mi estomago y termino diciendo: "si, es niña ya me lo dijo".

-¿Quieren saber el sexo del bebé?- Millie hablo mostrando una sonrisa.

-Alice, se llamará Alice- hablo Marcus antes de que la doctora tan siquiera dijera que es -. Yo se que es niña, lo siento en mí- aclaró como si pudiera leer mis pensamientos.

-Alice...- se sentía dulce y lindo ese nombre en mi boca, hasta yo sentí que mi adonis tenía razón y que sería niña -me gusta- dije sonriendo al hombre del cual estaba perdidamente enamorada.

-En unos meses le darán la bienvenida a Alice ¡Felicidades!- la doctora confirmo lo que Marcus sentía.

Tendríamos una niña.

Mi adonis me abrazo y comenzó a decirme gracias repetidamente provocando que se mi salieran lagrimas de felicidad. Hasta ese punto creí que nada podía ponerme más sentimental hasta que sentí como mi cuello se humedeció y me di cuenta que estaba llorando. Aquel hombre frío y sin sentimientos estaba llorando en mis brazos por nuestra hija.

Ese día confirme que realmente Marcus estaba feliz por nuestro embarazo.

《》

Ha pasado casi dos semanas desde que supimos que tenía en mi panza a una pequeña Alice, desde ese día Marcus ha estado aún más feliz. Sin embargo últimamente lo he notado un poco nervioso, con trabajo excesivo ya que se va desde temprano y llega tarde y siendo sincera, me asusta y demasiado. Así que agarrando el valor necesario decidí hablar con el, ya que, son casi la 11 de la noche y todavía no llegaba.

Siempre fuiste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora