39.-esa es mi chica.

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—sabes aún no debemos de volver a casa— hablo el pelirrojo arrinconado a la chica hasta el mesón de la cocina.

Issa sonrió con picardía —George— murmuro.

Las manos del pelirrojo apretaban su cintura con delicadeza acercando su rostro a uno de sus oídos —No te he tenido por semanas, y tengo ciertas necesidades— susurro en su oreja su aliento pegando en esta.

—Bueno el doctor no dijo nada sobre no poder tener sexo— hablo la pelinegra en tono lujurioso.

George beso a la contrario por unos segundos y luego hablo entre sus labios —esa es mi chica—

Y dicho eso volvió a besarla, era un beso necesitado y salvaje.
Las manos de issa se enredaban entre el cabello rojo del contrario acercándolo más a ella mientras el chico la alzaba tomando sus muslos y sentandola en aquel mesón.

La necesidad de cercanía hizo colocarse al pelirrojo entre las piernas contrarias abriendo estás levemente, su lengua se adentraba en la boca de la chica jugando con la contraría ambos comenzando a calentarse y a necesitar más de ellos.

Las manos de George recorrieron el cuerpo contrario hasta bajar a las piernas de la chica alzando el vestido que está traía, ahí comenzó a dar pequeños apretones en sus muslos internos acercándose peligrosamente a su intimidad ya mojada.

Pequeños jadeos salían de parte de issa y se alejaba constantemente del beso para regular su respiración, ahora los dedos del pelirrojo estimulaba su clítoris haciéndola gemir algunas veces.

—oh dios— salió la planta acompañada de un jadeo de parte de la pelinegra al sentir como los besos de George bajaban por su cuello, pecho y abdomen hasta llegar a intimidad.

La respiración pesada del chico se sentía demasiado bien ahí abajo —Abre más las piernas— ordenó y está hizo la acción rápidamente dándole libertad.

De un jalón retiro sus bragas observando el paisaje que no tardó en deborar, succionando y lamiendo donde podía haciendo gemir a la contraría quién se aferraba a el borde de la mesa hasta poner sus nudillos en blanco, después de unos minutos sus manos pasaron a los pechos de la chica masajeando estos.

Issa tiraba del cabello del contrario en señal de que lo estaba haciendo bien,sus caderas se movían involuntariamente hacia delante cuando sintió que alcanzaba el clímax —Maldita sea— jadeo después de su orgasmo viendo lo aún más excitante que se veía George levantándose relamiendo sus labios.

Las respiraciónes de ambos eran agitadas y ese toque de lujuria aún estaba en sus ojos, el chico con facilidad retiro su pantalón y boxer quedando su gran erección al aire libre volviendo a acercar los cuerpos de ambos.
Y volviendo a los labios de Issabel la penetro de una sola estocada esperando unos segundos a qué está se moviera para que el comenzará un vaivén lento.

Sus cuerpos se necesitaban pero disfrutaban la lentitud con la que iban, las caderas de ambos se movían en sincronía mientras las estocadas eran rudas pero lentas y se apreciaba la sensación de adentro - fuera.

—Se siente demasiado bien— jadeo el pelirrojo entre los labios contrarios.

La chica se limito a asentir.

—aun eres toda mía— dijo George tomando el rostro de issa profundizando el beso.

El vaivén fue subiendo de velocidad hasta que el chico alcanzó el punto G de la contraría haciendo que ambos se terminaran por venir.

Con algo de cansancio el pelirrojo cargo a la chica hasta la cama donde se acostaron mirándose unos segundos y sonriendo para ambos hasta que finalmente quedaron dormidos.

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—Debemos de hacerlo lo más rápido posible— hablo George a la pelinegra a su lado.

Ambos estaban desayunando en el piso de Sortilegios Weasley una semana después de que el pelirrojo le había propuesto matrimonio a la chica.

—¿Tal vez en un mes?— inquirió Issabel anotando en una pequeña libreta.

El gemelo mayor los llegó a interrumpir — Deberían de hacerlo antes de que a issa se le note la barriga— dijo divertido.

—Ay cállate— regaño falsamente la pelinegra.

George río —Creo que están más emocionados por el nacimiento de el bebe que por la boda—

—eso es cierto— volvió a hablar Fred — Todos queremos ver a ese próximo Weasley—

—Cierto, amor recuerda que mañana tenemos cita con el doctor— interrumpió issabel.

—nada se me olvida, cariño— respondió el gemelo menor.

Fred los vio con una falsa mueca de asco —Aun no se casan, dejen de hablar como señores— comento —Mejor me voy, tantos apodos cursis me harán vomitar arcoíris—

Y entre risas dejo en la pequeña mesa a la pareja de prometidos quienes no oraban de discutir y comentar las cosas de la boda.

Ambos tenían muchos planes e ideas, algunas diferentes o iguales pero la emoción en los dos era evidente.

Esa semana se había basado en visitas de conocidos, la pelinegra iba en fines de semana como esos a Sortilegios pues ya había iniciado a volver a dar clases en hogwarts en donde normalmente recibía las visitas, Draco había llegado junto a Astoria diciendo que si su tenía un hijo debería de llamarlo como él.
Hannah había ido más por neville que por ella pero aún así se pasaban horas platicando y viendo vestidos de novia.

La noticia no tardó en expandirse siendo una primera plana en el profeta "La señorita pregrin después de una serie de eventos finalmente contraera matrimonio, ¿Pero con un Weasley?. George Weasley ha sido el afortunado de esposarla siendo este uno de los dueños de la gran tienda de Sortilegios Weasley", eso era algo de lo que decía aquel artículo que la chica no se cansaba de leer.

Issabel al fin sentía que podía respirar en paz y permitirse ser feliz junto a su chico pelirrojo, aquel que había amado desde hace tantos años atrás y aquel con el que quería compartir el resto de su vida.













Perdón por la tardanza, pero día ocupado TnT.

GRACIAS POR EL APOYO LOS QUIERO TANTOOO.

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{MI GINGER BOY} With George Weasley±¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora