{MI GINGER BOY} With George Weasley±¹⁸

18.-castigo.

{N/A, recuerden que las relaciones sexuales se basan en concentimiento y para cualquier fetiche, práctica o uso de juguetes se necesita consentimiento de las partes involucradas}

—Sabes— hablo George separándose del beso —Tal vez yo merezca una recompensa, pero creo que tú merces un castigo—

Issabel se separó del chico y le miro confundida —¿Un castigo?—

—Bueno me dejaste solo todo el día cuando incluso te invite un helado— la voz del pelirrojo era divertida y comenzaba a pasearse en círculos alrededor de la chica.

—Bueno talvez pude hablar con Draco otro día, pero—

—¿Pero?— la pelienegra fue interrumpida por George quien dio una pequeña palmada en el trasero de Issabel y colocándose a un lado de ella aún con la mano en su trasero.

—Georgie, tus hermanos están afuera— la voz de la chica era un poco temblorosa.

El pelirrojo saco su varita y deslizo la punta en la espalda de Issabel desde arriba hasta abajo dando otro pequeño golpee en el trasero de Issabel quien sentía un escalofrío pero a la vez exitacion.

—Para eso existe la magia— el chico apunto a la puerta y la cerro para después pronunciar "Muffiato".

—¿Que debo de hacer Georgie?— la voz de Issabel era más confiada y sensual.

—Amo como dices mi nombre, pero creo que debes llamarme Señor Weasley— el chico tomo uno de los cinturones que estaban en el clóset y se posó en frente de Issabel mirándola fijamente.

—¿Eso es todo?, Señor Weasley— la pelinegra alzó su cabeza para retar con la mirada al contrario.

George tomo las manos de Issabel y comenzó a atar el cinturón en sus muñecas —Si quieres que paré me detendré— hablo el chico pero la contraría no dio ninguna objeción.

Una vez las manos de la chica quedaron atadas el pelirrojo empujó suavemente a esta haciéndola sentar en la cama, el chico quitaba sus prendas lentamente lo que para la pelinegra era un infierno pero se limitaba a morderse el labio inferior y a observar lo bien formado que estaba aquel pelirrojo, como los músculos de sus brazos se contraian y las pequeñas marcas en su abdomen bien definido.
cuando George estuvo solo en boxers se acercó a la contraría tirándola contra la cama para después acomodarla y poner sus brazos por encima de su cabeza.

—No debes de mover tus brazos ¿entendido?—

—Entendido— la voz de la chica estaba desesperada cuando recibió una palmada en su muslo interior de parte del chico.

—¿Entendido qué?— la voz de George era dominante.

—No moveré mis brazos Señor Weasley— la respiración de Issabel era comenzaba a ser desastrosa.

El pelirrojo acomodó su cabello hacia atrás y comenzó un beso apasionado que fue bajando hasta el pecho de la contraría y con un pequeño golpe de varita hizo que la blusa de la chica desapareciera al igual que su brasier dejando sus pechos libres, los cuales segundos después se encontraban en la boca del chico siendo succionados y lamidos con intensidad.

La mano de George soltó la varita dejándola a un lado y se paseó en el abdomen de la chica bajando a su intimidad donde alzó su falda y comenzó a hacer círculos con la yema de sus dedos por encima de sus bragas que ya estaban húmedas.

—Señor— la pelienegra intentaba hablar pero solo podía emitir gemidos.—Lo necesito— su voz aún era entrecortada.

El contrario dejo los pechos de Issabel para bajar con besos a su abdomen y acercarse peligrosamente a su intimidad mientras sus manos retiraban la falda y bragas de la chica, una vez sus besos llegaron a la zona de la pelinegra el chico pronunció un "Se mira tan bien" haciendo palpitar el núcleo de la pelinegra.

George sin pensarlo dos veces comenzó a lamer los labios inferiores de la zona para luego hacer pequeños círculos en el clítoris con su lengua haciendo los mismos movimientos una y otra vez mientras la contraría se retorcía de placer y emitía gemidos.

—Georgie~— hablo la chica soltando un quejido.

Pero el pelirrojo no hablo solo se alejo del lugar dejando frustrada a la contraría y de un momento a otro la volteo bruscamente palmenado con fuerza su trasero haciendo que la contraría diera un pequeño brinco.

—No has sido una buena chica— la voz dominante de george era jodidamente sexy cuando esté tomo el trasero de Issabel y lo acercó a su erección fortandolo —Mira como me tienes—

El chico comenzó a masejear el trasero de la chica para luego dar palmeos con un poco de fuerza la suficiente para que el último de estos dejara una marca roja.

—Señor, lo siento me portare bien —la voz de la chica tenía un tono de desesperación y placer. —Pero lo necesito ahora—

—Te follare como aceptación de disculpa.—

Y una vez el pelirrojo pronunció esto retiro su última prenda liberando su miembro, lo acercó a la entrada de la pelinegra y lo movió en círculos frotando solamente la punta haciendo que esté gimiera y la chica se deseperara más por tenerlo adentro.

Se metió en ella con una zancada brusca haciendo gemir a la contraría que necesito solo de unos segundos para acostumbrarse al tamaño, el pelirrojo guío un vaivén lento pero con movimientos algo bruscos mientras sus manos se aferraban a las caderas de Issabel haciendo más fácil el ritmo, la habitación se lleno del sonido de sus cuerpos chocando y el canto de sus gemidos.

Pasaron unos minutos cuando George volvió a dar las pequeñas palmadas en el trasero de la contraría sintiendo el clímax cerca, Issabel había logrado correrse ya una vez pero de nuevo sentía que se vendría arrastrando junto a ella al chico, los movimientos comenzaron a ser más rápidos y torpes hasta que ambos lograron llegar al orgasmo.

El pelirrojo salió de ella mientras la chica se rendía en la cama esperando la compañía del otro la cuál no tardó mucho en llegar y abrazarla apoyando su mentón en la cabeza de la más pequeña.

—Me gusto más de lo que esperaba — admitió la chica con una pequeña sonrisa.

El gemelo menor sonrió orgulloso y beso la cabeza contraría empezando a quitar el cinturón de las muñecas de la chica —Debemos descansar un rato ¿te parece?— el chico se acurrucó junto a la contraría.

—Georgie, debes ir al otro cuarto con Fred— la chica se levantó de la cama como pudo.

—Te vez realmente linda—

—No voy a dejar que duermas aquí, annabelle debe de dormir en algún lugar— Issabel se paró de la cama con las piernas débiles.

—Ella ni siquiera te caía bien — murmuros el pelirrojo parándose y comenzando a buscar sus prendas de ropa poniendose una por una.

—Amor, ¿Donde dejaste mi blusa?— le pregunto la chica cuando solo tenía puestas unas nuevas bragas y un short.

—Supongo que la hice desaparecer— el pelirrojo se rasco la nuca —Y no recuerdo el hechizo para que vuelva—

Issabel se acercó a el para darle un pequeño golpe en su torso —era de las más lindas—

El contrario sonrió apenado y tomo una de sus camisas colocándosela cuidadosamente a la chica — Puedes tener esta, es más comoda—.

La chica se limito a asentir y a observarlo con ternura cuando el pelirrojo la abrazo depositando un beso en su cabeza.

—Me gustas mucho, no dejaré que nadie te separé de mí, no otra vez— las palabras de George eran sinceras y calidad como su abrazo y como algo qué venía de su corazón.