Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSE

Control corporal

El equipo, a excepción de aquellos que se encontraban ya en su puesto por la mañana, estaba tomando el desayuno en completo silencio. La atmósfera se sentía sumamente extraña y sospechosa, principalmente porque todos podían percibir las feromonas de Kaoru mezcladas con las del peliverde proviniendo del cuerpo de Kojiro, y era por supuesto la segunda vez que eso ocurría. Además, tenía las ojeras increíblemente marcadas.

— ¿Y... Qué tal todo anoche? —se atrevió a preguntar Johannes.

—Bien... Bastante tranquilo —dijo David.

Ninguno podía dejar de mirar indiscretamente al peliverde, quien se encontraba masticando su pan tostado con la mirada hacia abajo para evitar hacer contacto visual con alguno, claramente fingiendo tener sueño.

—Gandhi, ¿tú desde el balcón no percibes bien sus feromonas, verdad? —preguntó David de manera bastante obvia para remarcar el hecho de que Kojiro no tenía su aroma usual.

—No, como estoy al aire libre en realidad el viento lo impide.

Kojiro seguía haciéndose menso, y con bastante razón: no podía decirles lo que había pasado anoche.

**

— ¡¿Qué qué quieres?! —dijo el peliverde sorprendido.

—Quiero pasar mi siguiente rut contigo.

—Uhm, no sé si lo notaste, pero soy un alfa igual que tú.

—Ya lo sé.

— ¡No soy un omega! No te serviré de nada aunque lo intentes.

—No me importa.

— ¿Y cómo planeas que funcione?

—Lo único que necesito es a alguien en quien liberar mis feromonas durante ese día. Si no has tenido tu primer rut no podemos tener sexo de todas formas, o terminaré matándote.

—Mira, yo sé que tu cuerpo funciona distinto, pero no hay manera en que lo que dices sea lógico. Si no tenemos sexo no puedes liberar tus feromonas en mí, y aunque lo tuviéramos, ya te dije que soy un alfa, es imposible.

— ¿Nakamura alguna vez les dijo que puedo controlar qué parte de mi cuerpo es mi punto débil?

—Sí.

—Bueno, si me intentas apuñalar el brazo izquierdo, puedo hacer que mi sangre se quede en cualquier otra parte y no me harás ningún daño.

—Ajá...

—Intenta a apuñalarme.

—Entrené más de la mitad de mi vida para protegerte, ¿como por qué intentaría lastimarte?

Kaoru rodó los ojos. —No me harás daño.

—No.

Como Kojiro no parecía desistir ni un poco, Kaoru se mordió la muñeca con todas sus fuerzas, haciendo que el peliverde quitara por fin una de sus manos de la cintura del contrario para arrebatarle el brazo.

En cuanto vio la "herida", presenció la cosa más rara que alguna vez había visto: la mordida de Kaoru estaba ahí, se veía profunda e incluso podía observar sus músculos "lastimados" quedar en carne viva, pero no salía nada de sangre, y parecía como si se tratara de un pedazo de plastilina con marcas de dientes.

— ¿Ves? No me pasó nada —dijo el pelirrosa.

—Bien, ¿y eso qué tiene que ver con pasar tu rut con otro alfa?