Enlazados

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Si el capítulo de la semana pasada estuvo potente, este uffff.

*

Kojiro comenzó a abrir lentamente los ojos. Sentía todo el cuerpo adolorido y entumecido, y su hombro quemaba de forma descomunal. Alcanzó a mirar su herida y sonrió ligeramente. Su enlace había comenzado a formarse.

Miró a Kaoru todavía inconsciente a su lado; su herida aún se veía fresca y eso era algo bueno, pues al cicatrizar tan rápido y ser básicamente indestructible, eso significaba que su cuerpo había aceptado la marca.

Vio de reojo el reloj de la mesita y se percató de que le quedaban unos cuántos minutos antes del cambio de turno, así que con todo y el dolor de su cuerpo y el mareo, se puso de pie para poder vestirse.

Apenas logró ponerse los pantalones y la camiseta de su uniforme, cuando un montón de ruido comenzó a escucharse por el pasillo. Eran pasos apresurados.

Por la puerta entraron varios hombres armados que de inmediato lograron someterlo contra el suelo. El pobre no tenía muchas fuerzas, así que no pudo defenderse.

— ¡¿Qué carajos le hiciste, niño imbécil?!

Le encadenaron las manos para limitar aún más su movilidad. El muchacho solamente podía ver cómo algunos otros se acercaban a Kaoru para comprobar que estaba inconsciente.

— ¡No lo toquen! —gritó.

—Estás en problemas, maldito.

Uno de los hombres frente a él le apuntó a la cabeza con el arma.

Kojiro estaba perfectamente consciente de que, gracias al chip de Kaoru, era inevitable que no notaran el cambio producido por la marca. Lo que no esperaba era que reaccionaran de una manera tan apresurada y tan desvergonzada.

—Despídete, idiota.

El peliverde soltó una risita irónica. —Si me hacen algo, se lo harán a él también.

El hombre que sujetaba el arma abrió mucho los ojos. Todos los hombres presentes se quedaron inmóviles.

El chip detectaba cambios en Kaoru, pero nunca especificaba qué era lo que había cambiado, por ello era que Yoshimura tenía que hacer tantos reportes y enviarlos.

—Estamos enlazados ahora —sentenció el guardaespaldas.

Quienes estaban cerca de Kaoru hicieron a un lado el cabello que caía sobre su cuerpo, esperando que la marca estuviese en el cuello, pero la encontraron de inmediato en el hombro del muchacho.

Los que estaban cerca de Kojiro hicieron a un lado el cuello de su camiseta con rudeza y observaron la marca perfectamente hecha también en su hombro izquierdo.

—Llévelos a la sala de Yoshimura y traiganlo. Traigan a Nakamura también, ¡traigan a todos, maldita sea! —ordenó quien planeaba dispararle a Kojiro.

Se llevaron a rastras al pobre muchacho adolorido, sin poder ver cómo o a dónde se llevarían a Kaoru.

Llegaron a la sala del doctor y lo dejaron ahí en el suelo también con los pies encadenados para evitar por completo su movilidad. Momentos después, más hombres armados comenzaron a llegar. Yoshimura entró, completamente lleno de pánico.

El muchacho logró ponerse de pie. Los padres de Kaoru entraron de prisa y observaron furiosamente al guardaespaldas.

— ¿A dónde se llevaron a...? —Kojiro no logró terminar su pregunta, pues cuando Daisuke se acercó a él, le propinó un fuerte puñetazo en la mejilla que lo terminó tirando al suelo otra vez.

Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora