Aliados

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Primera semana

Los dos muchachos seguían sin poder ser separados ni un centímetro debido a la mutación de Kojiro. Era imposible que alguien además de Yoshimura se acercara a ellos, y eso únicamente por un periodo corto. Kaoru no soltaba para nada a su guardaespaldas, y cuando alguien se intentaba acercar, los dos reaccionaban, siendo el pelirrosa el más agresivo y amenazante.

No los habían ni siquiera podido mover del sofá del consultorio a otra área donde pudieran tenerlos mejor vigilados.

Kaoru era muy resistente, pero Kojiro a comparación era bastante frágil. Yoshimura tenía básicamente que alimentarlo por vía intravenosa para evitar que se enfermara y pudiera resistir, y siempre que lo hacía, Kaoru por pura inercia liberaba sus feromonas de golpe, haciendo que todos en la casa tuvieran que salir corriendo.

Segunda semana

Los muchachos ya pasaban más tiempo conscientes que en ese estado extraño en donde nadie sabía si dormían o no. Kojiro todo el tiempo estaba mareado, y Kaoru seguía sin soltarlo ni un segundo.

Habían logrado trasladarlos a la habitación del pelirrosa para que no estuviesen en el sofá del consultorio todos incómodos.

La herida de ambos ya comenzaba a cerrarse por completo, y la cicatriz era bastante evidente ahora.

Tercera semana

Kojiro ya lograba estar plenamente consciente. Sus feromonas, su olor y todo su estado había vuelto a la normalidad, aunque resultaba evidente que ya no era un simple alfa, ahora era un alfa dominante.

Afortunadamente por su edad no había mutado a un superdominante, porque se haber sido así, también sería una víctima similar a Kaoru dentro del proyecto.

Los dos adolescentes habían desarrollado un fenómeno único con su enlace. Algo por lo que todas las personas que los vigilaban estaban impactados y querían estudiarlo más de cerca; los muchachos habían desarrollado hipersensibilidad a los estímulos del otro: si alguien apretaba la mano de Kaoru, Kojiro era consciente de ello aún si no lo presenciaba: si alguien despertaba una emoción fuerte en Kojiro, Kaoru podía sentirla como propia. Evidentemente no se trataba de un fenómeno en el cuál ahora sentirían lo mismo física y mentalmente al mismo tiempo, sino más bien, podían percibir lo que le ocurría al otro aún sin estar cerca o presenciarlo directamente, y esto los pondría en alerta de si el otro estaba en peligro.

Con mayor razón no podían hacerle nada al peliverde, porque de hacerlo, acabarían con los dos.

Ahora los dos eran intocables. Ahora Kaoru tendría siempre a alguien de su lado sin importar con quién más quisieran acabar.

Cuarta semana

El enlace ya estaba formado por completo.

*

— ¿Cómo te sientes? —preguntó Yoshimura al guardaespaldas mientras revisaba sus ojos.

—Mejor que ayer. ¿Dónde está Kaoru?

— ¿Te podrías relajar? No hay manera de que le hagan algo sin que lo sientas ahora. Están haciéndole una revisión en el cerebro y a su chip. Queremos asegurarnos de que todo esté bien.

—¿Les ha dicho algo el tipo ese que lo controla?

—No se ha comunicado. En realidad no tenemos ni idea de qué pueda estar pasando adentro de toda la organización. Nadie se esperaba que se les ocurriera hacer esta salvajada —dijo mientras le daba una palmada en la frente.

—Auch. ¿Y el golpe por qué?

—Kaoru sigue siendo mi sobrino, que no se te olvide.

—Pero si yo soy su novio entonces ya soy como de la familia, ¿no? —dijo prácticamente burlándose.

Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora