Promesa

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Kaoru abrió los ojos y se encontró solo otra vez. Se sentía con algo de pesadez, pero curiosamente cuando se levantó para verse en el espejo, se veía significativamente mejor que antes.

Sabía por la hora que si iba hacia la puerta del pasillo no encontraría a Kojiro, sino a Alan, y no tenía ganas de lidiar con la cara de cola que siempre hacía cuando interactuaban.

—Carla —llamó a su brazalete—, ¿ya llegaron todos?

—La presencia del equipo médico y del laboratorio se encuentran ya en la residencia, joven.

"Maldición", se dijo a sí mismo.

No le dio tiempo de seguirse quejando cuando Yoshimira llamó a la puerta.

Kaoru, ¿ya despertaste?

Si no respondía, sabía que entraría igual. —Sí.

— ¿Cómo te sientes? —preguntó el doctor entrando.

El adolescente estaba por responder cuando Yoshimura, al estar más cerca, se percató de que Kaoru tenía derrames en los ojos. El muchacho notó su expresión de inmediato.

— ¿Qué? —preguntó.

—Necesito llevarte al consultorio —respondió.

Kaoru no entendía lo que ocurría y odiaba que no le dijera nada. La mayoría de las veces cuando algo no andaba bien sucedía así: de repente lo llevaban al consultorio, lo revisaban de absolutamente todo y cuando menos lo esperaba, tenían que medicarlo de algo, o tenerlo en observaciones, o siempre alguna cosa que él detestaba, porque ni siquiera le explicaban.

Los muchachos siguieron a Yoshimura hasta su consultorio, y de ahí no se movieron en ningún momento aunque en realidad no quisieran estar, pues las feromonas de Kaoru se sentían diferentes incluso.

—Me parece que anoche ocurrió algo, ¿verdad? —preguntó mientras revisaba la temperatura que marcaba el termómetro.

El adolescente no quiso contestar por algunos segundos.

—Kaoru...

—Si ocurrió o no, en realidad no importa. Fue algo tonto.

Yoshimura suspiró. —Sabes que cualquier cosa que te pase me lo tienes que decir. No estamos para esperar a que te pase algo grave —dijo mientras se dirigía hacia uno de los anaqueles a buscar algo para controlar la fiebre que comenzaba otra vez a darle.

— ¿Verdad? No les vaya a arruinar su inversión.

De repente el doctor se detuvo. — ¿Qué dijiste?

—Nada. ¿Voy a tener que estar aquí todo el día?

—Si cooperas conmigo ahora, no hará falta. Te enviaré directo a tu habitación.

— ¿En s-s-s-serio?

Al tartamudear de manera tan extraña, Yoshimura volteó a verlo y se dio cuenta de que Kaoru se había quedado con la mirada perdida y clavada en el suelo. El muchacho se presionaba él mismo la parte derecha de la cabeza.

—No, no, no, déjate en paz ahí —dijo Yoshimura mientras tomaba su brazo para evitar que se siguiera presionando.

—Me duele —respondió.

— ¿Mucho?

—Ayer sentí punzadas, hoy sólo es molesto.

—Richard, necesito que le hagan un TAC craneal ahora mismo —ordenó.

—Entendido.

— ¿Tan así? —preguntó Kaoru.

—Me preocupa que haya algo más.

Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora