Enojo

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Habían pasado aproximadamente tres semanas desde que Kaoru y los muchachos habían ingresado a la escuela. Fue una experiencia totalmente nueva para todos, pues ninguno estaba completamente acostumbrado a vivir ese tipo de estudios.

Como solamente asistían dos días a la semana, en realidad aún no podían terminar de conocer muy bien a sus compañeros, pero las personas que asistían a la clase avanzada, donde estaba Kaoru, no podían dejar de mirarlo en cada oportunidad que tenían.

El pelirrosa era un muchacho precioso, pero también David era guapísimo. por lo que ellos dos eran quienes robaban miradas a diestra y siniestra.

En esas semanas, Kaoru trató de no acercarse tanto al pelirrojo. No podía evitar seguir sintiendo como si Kojiro pudiera ir detrás de él. Sin embargo, el contacto era inevitable. Los profesores les encargaban bastantes trabajos en grupo, y al no conocer muy bien a los demás, David, Gandhi y él terminaban siendo el equipo.

Entre más conocía a David, más cercanos se volvían, y entre más ocurría eso, más comprendía lo maravillosa persona que el pelirrojo era. Evidentemente sabía que David no tenía la culpa de ser tan grandioso como persona, pero eso solamente le agregaba más inseguridades. Ya había rechazado a Kojiro, y David era demasiado lindo. Era obvio que podría haber algo entre ellos en el futuro aunque él no quisiese que eso pasara.

Después de terminar la primera hora, como era tan temprano, los estudiantes tenían un pequeño descanso. Algunos de ellos necesitaban llevar a sus bebés a la escuela y ese descanso servía para que pudieran atenderlos. Algunos otros aprovechaban para tomar tranquilamente sus medicinas por sus enfermedades. Y así todo el instituto estaba lleno de casos especiales que en cualquier otra escuela no podrían admitir. Kirin, como directora, era un ángel, aunque nadie la conocía, ni tampoco nadie sabía que Kaoru era su hijo.

Suha se había hecho muy amigo de un muchacho llamado Calix, así que la mayor parte de su día se la pasaba con él. Gandhi, quien era más serio y que además amaba a los niños, se llevaba muy bien con todas sus compañeras que tenían bebés y les ayudaba a atender a sus niños.

Kaoru, siendo una persona introvertida y con poco interés en relacionarse con mucha gente, se pegó básicamente a David. Los dos podían ser considerados cercanos a este punto, aunque claro, el pelirrojo no tenía ni idea de cómo se sentía Kaoru respecto a él y lo que supuestamente podría causar en Kojiro.

Ambos bajaron a la cafetería a comprar algo. En realidad Kaoru seguía sin alimentarse de manera habitual, pero David se había levantado tarde ese día y había perdido el desayuno en casa.

Kaoru escuchó su estómago gruñir mientras ambos caminaban de regreso al salón y soltó una risita.

— ¿Por qué no abres tu sándwich ya? —le preguntó.

—No me gusta comer mientras camino. Una vez casi me rebano la lengua —respondió David.

— ¿Pues cómo comes? —se burló el pelirrosa.

David se rio también. Estaba consciente de que su cuerpo lo traicionaba de maneras muy estúpidas.

—Oh, hablando de comida, el amigo de Suha dice que tendrán pronto una exhibición con los de su taller. Dijo que nos invitaba.

Kaoru hizo un pequeño puchero.

—Bueno... Quizás puedas romper las reglas una vez y probar algo —dijo David.

Al llegar al piso donde se encontraba su salón, Kaoru comenzó a caminar de reversa dando pasos hacia atrás para poder ver a David de frente mientras seguían su camino.

— ¿Tú quieres ir? —le preguntó.

—Suha quiere que vayamos —respondió el pelirrojo—. Sospecho que le gusta su amigo.

Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora