Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSE

Summer

ADVERTENCIA: este capítulo podría tener contenido sensible para algunos lectores, haciendo mención de temas como el abuso sexual, abuso de poder, drogas y violencia física.

Se recomienda discreción.

*

Kirin se encontraba en su escritorio tecleando como loca. Desde que Yoshimura le confirmó que su hijo aparecía como ciudadano vivo en el país, no podía detenerse en buscar el proceso legal al que podrían llevar el caso para poder sacar aunque fuese por unos pocos días a Kaoru de la casa y así poner en marcha su plan. Era todo o nada y era el momento.

—Tengo algo —dijo Daisuke entrando a la oficina de su esposa—.  La familia de Ellis, el muchacho de los Estados Unidos está compuesta por muchos abogados prestigiosos en aquel país.

— ¿Y bien? ¿Crees que sus padres hayan apelado para reclamar a su hijo del proyecto y sacarlo?

—No pueden, se hizo un escándalo hace unos años porque descubrieron que él también tiene implantado un chip en el cerebro. Si intentan sacarlo del territorio su cabeza explotará. Están en la misma situación que nosotros, pero no pueden actuar por esta razón. David no sabe nada tampoco.

— ¿Cuántos de ellos crees que tengan también uno implantado? —preguntó ella—Si alguien más lo tiene, no creo que lo sepa, ni siquiera Kaoru lo sabe.

—No lo sé, pero tenemos al menos a una familia bastante poderosa que podría ponerse de nuestro lado. La cosa ahora es cómo contactarlos —dijo Daisuke tratando de pensar.

— ¿Sabes qué ocurrió con la familia de Patrick? Yoshimura me dijo que falleció hace unas semanas, o bueno... Me imagino que lo mataron.

—Tampoco lo sé. Por lo que tengo entendido, Yoshimura pudo contactar a su hermano, pero no pudieron hablar por mucho tiempo porque la señal comenzó a ser interceptada. Lo único que logró saber es que en Canadá cancelaron todo proyecto relacionado con los superdominantes. No es rentable y fue declarado como crueldad y esclavitud. El gobierno también está haciendo todo lo posible por investigar.

—Veré como contactarlos. Si el país entero se negó, eso quiere decir que entonces tenemos a gran parte de Norteamérica de nuestro lado; una gran familia de abogados y una nación entera.

—El problema es que jamás buscarán en Asia. La tecnología de este lado del mundo ha logrado mantener todo en secreto por décadas sin levantar ni una sola sospecha, además, el escándalo no se ha vuelto tan grande como para que el mundo entero quiera hacer algo al respecto.

Kirin suspiró. —De momento, el caso de Kaoru entrará a juicio por no tener estudios académicos comprobables. Vamos a pagar una multa gigante porque seguimos siendo los responsables.

—Nuestro hijo vale más que cualquier multa y suma de dinero millonaria en corrupción que tendremos que pagar.

—Enviaré los documentos en un par de días, ahora tengo algo más importante que investigar —dijo ella en tono muy serio.

— ¿Qué cosa?

—Kojiro Nanjo —respondió.

*

— ¡Muchachos! Es hora del cambio de turno —ordenó Nakamura—. Vayan a descansar.

—Entendido.

En el momento en que Alan tomó el lugar de Kojiro y se cruzaron por algunos segundos, el argentino no pudo esconder su desagrado cuando éste pudo olfatear el olor de Kaoru proviniendo de su cuerpo.

— ¿En verdad tanto? —preguntó.

Kojiro volteó a mirarlo. — ¿Tanto qué?

— ¿Tanto se te pega su olor estando aquí afuera? Nadie más termina oliendo tanto como tú —respondió mirándolo con sospecha.