Capitulo 58 "De compras"

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Sé que es muy corto el capítulo, perdón!! Es que no me encuentro con mucha imaginación estos últimos días, pero ya en la semana que viene puede que suba otro más largo.

Narra Alison.

—Vamos pruébate este—dijo mi madre.

Cansada tome el vestido que me pasaba, era de color verde con unas blondas de color azul.

—No me gusta—replique ya cansada.

Habíamos recorrido el centro comercial como cinco veces, ya no daba más estaba cansa, y no era la única ya que Xavier ya se había ido a casa.

Claro para ellos es fácil encontrar un traje con blusa y corbata, pero para las mujeres esto de escoger el vestido perfecto es un martirio.

—Eso has dicho de todos los que te has probado—refunfuña mi madre.  Tomando otro vestido de color negro de solo un brazo.

—Es que ninguno me llama la atención— dando unos pasos para sentarme en un pequeño sillón al lado de los probadores.

—Vamos pequeña, tienes que elegir uno. Ven vamos—.

Tomándome de la mano mi mamá me arrastra fuera de la tienda, donde caminamos por unos dos locales más hasta parar en una boutique muy mona y pija.

—Que lindos—dijo mi madre mirando unos zapatos a un costado del salón, dándome la vuelta me dirigí a la sección de vestidos de fiesta y de gala.

—Hola, ¿puedo ayudarla en algo? —me dice una joven llamando mi atención.

—Em… si necesito un vestido de fiesta—conteste separando las perchas de ropa y mirando uno a uno.

—Claro, ¿Cómo que tipo te gustan? — ¡por fin alguien se digna a preguntarme como yo quiero las cosas!

—Algo sencillo, pero sexy, pero no muy revelador—dije arrugando la cara, imaginándome a esas chicas que usan vestidos tan cortos que se les ve hasta el ombligo, literalmente hablando.

—Simple pero sensual—dice poniendo una mano en su boca de forma pensativa. —Oh, ya se lo que buscas ven por aquí—la Joven comienza a caminar por otras perchas de ropa mientras yo la voy siguiendo.

— ¿Qué opinas de este? —

La empleada levanta un vestido de color rosado, en cuello de corazón con dos tiritas muy finas a los costados y con una cadena dorada de cinturón.

—Esta gay pero no es lo que estoy buscando—dije tratando de sonar agradecida.

La empleada asintió y siguió viendo otros vestidos los cuales me iba mostrando para ver si eran de mi estilo.

— ¿Qué opinas de este? —me pregunto mi madre. Apareciendo con dos prendas una era una maxifalda color turquesa corta de adelante y larga atrás junto a una camisa blanca corta de encaje sin mangas.

—Que lindas—dije tomándolas y mirándolas detalladamente.

—Te lo quieres probar—me dijo la empleada, yo asentí y ella me dirigió a los probadores.

Rápidamente me quite la ropa y me puse la maxifalda y la pollera que casi parecía un top.

Una vez lista abrí la cortina y salí del probador para poder mirarme en un gran espejo.

—Te ves hermosa, mi niña—dijo mi madre apareciendo detrás de mi junto a la empleada.

—Te seré sincera, te ves realmente bellísima—me alago la empleada.

—Gracias—dije sonriéndole a ambas, mientras me miraba en el espejo.

—A ver, levanta un poco las manos—dijo la empleada ubicándose detrás de mí y pasando por mi cintura un delgado cinturón color café claro y con la hebilla apuntando hacia el frente.

—Ahora sí, hermosa—

Baje los brazos y me volví a mirar al espejo, si eso era lo que faltaba.

—Me encanta—dije volteándome a ver a mi madre que me sonreía.

—Nos lo llevamos—le dice a la empleada.

Dando saltitos me dirijo al probador para quitarme la ropa y ponerme mi atuendo.

—Por aquí por favor—nos dice la joven y la seguimos hasta la caja donde ella lo envuelve en una bolsa de cartón muy elegante con el logo de la tienda.

—Serian 59.95 ¿paga en efectivo o tarjeta? —

—Tarjeta, por favor—le entrega la tarjeta mi madre.

Luego de pagar todo, nos dirijamos a una tienda de zapatos donde compramos unos tacones plateados con brillante y algunos accesorios como aros y unas pulseras del color del conjunto y un pequeño bolso de mano con una finísima tira de color plateado.

Después de todo el numerito volvimos a casa con las bolsas de ropa, yo rápidamente las fui a dejar a mi closet, por lo menos ya no me sentía culpable por lo del vestido, he incluso estaba emocionada por el baile.

El transcurso de la tarde paso tranquila, luego de cenar y arreglar mi ropa para mañana me fui a dormir, aun con los nervios a tope por la fiesta.

Mi nuevo amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora