Mi nuevo amor...

Capítulo 2/ La llegada

Capítulo 2

Luego de 14 horas de viaje, en las cuales paramos en Alabama, Virginia y por Delaware, llegamos por fin a Nueva york. Encontrándonos con una ciudad transitada por todos lados, personas corriendo de un lado a otro, las calles prácticamente se veían amarillas, llenas de taxis y autos. Para el final llegamos a Queens en donde viviríamos.

-Aquí a la derecha- menciona mi madre, leyendo un papel con la dirección de la vivencia.

-Es la que tiene ladrillos - digo mirando por la ventana, contando los números de cada casa.

- ¿seguras qué es esta? - pregunta Xavier agachando la mirada para mirarla bien.

-Claro que es la casa, creías que compraría una casucha- dijo mamá sonriendo mientras se bajaba del auto.

-esto es genial- digo abriendo la puerta y deteniéndome a mirar la casa.

Siento a mi hermano venir detrás sacudiendo las llaves del auto en su dedo - Esta vez te luciste mamá – dice caminando por el jardín delantero.

Hago lo mismo que Xavier y comienzo a mirar las demás casas, todo se ve tan tranquilo y limpio, es un barrio lindo y algo silencioso, muy distinto al antiguo.

-ya está, pueden pasar- volteo a ver a mi madre, quien se encuentra abriendo la puerta de la casa.

Lo primero que se me viene a la mente, es mi habitación, así que prácticamente corro al interior para subir las escaleras.

-¡Oye! Espera- escucho a Xavier a lo lejos, pero lo ignoro y sigo viendo uno por una las habitaciones.

Por el momento veo 4 puertas e inspecciono el interior rápidamente.

- ¡La mía es la primera chicos! - escucho decir a mamá así que la descarto de inmediato y me dirijo a la última.

Al entrar lo primero que veo es una gran ventana que da directo al costado de la casa, me acerco a ella ya que es lo primero que se apreció por el brillo natural, abro las cortinas y veo la calle, las casas de enfrente, los autos de los vecinos, me encanta, esta será mi habitación.

-No es justo, yo soy el mayor- me volteo a ver a mi hermano mirando mi nuevo cuarto con enojo.

-tendrás que correr más rápido para la próxima- digo sentándome en la que será mi cama

-estaba distraído- dice recostándose a mi lado.

Volteo a mirarlo y me tiro junto a él, y ambos nos quedamos mirando el techo blanco.

- ¿cómo crees que nos irá ahora? -le pregunto algo incomoda, juntando mis manos en el centro de mi estómago.

-no lo sé, siento que ya extraño al gato de la señora Margot- vuelvo la cabeza y lo miro, ambos nos quedamos observándonos para luego volver a reírnos.

-ese gato era genial- digo recordando los momentos en que nuestra vecina nos pedía cuidar a su gato y siempre se nos terminaba perdiendo.

Ambos nos quedamos en un silencio, solo se escuchaba el sonido de nuestra respiración, sabía que, si yo estaba nerviosa por todo el tema de la mudanza y el cambio, Xavier se encontraba de la misma forma.

Todo esto fue por el trabajo de mamá, cuando mi padre nos dejó, mi mamá calló en una depresión, por lo que me contaba Xavier, ya que, yo no me acuerdo de mucho, como era pequeña, siempre me inventaban cosas para así esconder la verdad. Mamá antes no trabajaba, pero cuando papá se fue, se tuvo que hacer cargo de todo, conseguir trabajo, buscar ayuda por todos lados. Pasamos por momentos muy difíciles, pero gracias a mi querida madre, siento como si nunca me falto nada.