Enséñame a ser tú destino #3 |+18|

Nunca he dejado de quererte.

Capítulo 8:

(Maratón 2)

Aly.

Sabía que había estado a mi lado en todo momento.

Lo podía escuchar y sentir, pero no podía contestarle a nada de lo que decía. Esa era mi impotencia, el no poder decirle que estaba escuchándolo. Y que yo también le quería.

Me sentía bien, pero cansada.

Medicos no paraban de entrar y salir para hacerme pruebas y más pruebas.

Aiden no se separaba de mi lado, incluso cuando le pidieron que tenía que salir, no se fue. Permaneció a mi lado.

-Todo en orden- dijo una de las tantas personas que había en la habitación.

Fueron saliendo uno a uno hasta dejarme completamente sola con Aiden.

Ninguno de los dos dijo nada, simplemente nos dedicamos a mirarnos.

Pero entonces pude notar a través de su mirada lo que me pedía. Asentí con la cabeza.

Se acercó a mi, me bajo la mascarilla del oxígeno y me besó. Un beso lento, lleno de amor. No teníamos prisa y hacía mucho tiempo que no sentía sus labios junto a los míos.

Su lengua buscó a la mía y juntas se enfrentaron en una batalla la cual ninguna se dejaba ganar.

Entonces el se separó más de la cuenta y cuando abrí los ojos vi que los suyos estaban húmedos.

-¿Puedo preguntarte algo?

Asentí con la cabeza.

-Dime ¿como lo haces? ¿Eh? ¿Como lo haces? -No entendí nada- Dímelo. Por que por mas que lo intento no logro explicarme como puedes hacer como si nada hubiese pasado, como si tu y yo, como si nosotros y toda nuestra historia no hubiese existido. Explícamelo, explícamelo por qué yo no puedo olvidarte.

Suspiré.

-No tengo nada que explicar, simplemente he seguido con mi vida...

-Pues enséñame- dijo mirándome a los ojos- enséñame a olvidarte.

-No quiero que me olvides- confesé -quiero enseñarte a ser mi destino.

-Por favor- cogió aire- vuelve a quererme- susurró con los ojos húmedos.

Me acerqué a él como pude, le puse la mano en la mejilla y le clavé la mirada en los ojos,

-Nunca he dejado de quererte.

Pegó su frente a la mía y me puso una mano en la barriga.

-Es increíble todo lo que han crecido.

Como si los bebés lo notasen, empezaron a moverse dentro de mi barriga.

-¿Lo has notado?- pregunté.

-Llevo haciéndolo desde que llegué.

-Es increíble poder notarlos- dije poniendo mi mano sobre la suya.

-Es increíble poder ver tus ojos de nuevo.

Sonreí.

Aiden me puso al día contándome todo lo que había pasado en mi ausencia. Me contó que uno de los bebés estaba peor que otro, pero que había mejorado muy rápido respondiendo bien al tratamiento.

También me contó que Amber no le había dejado tranquilo desde que se enteró de mi accidente. Tyler y su madre también llamaban a diario y Sebastian se enteraba por Amber.