Te lo juro.

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Capítulo 28:

Aiden.

-¿Dudas?- pregunté -¿Tiene dudas?

-No te lo he contado para que te pongas así- contestó Sebastian.

-¿Y como pretendes que esté? ¿Ahora que faltan días para la boda dice que tiene dudas?-me pasé las manos por el pelo.

-Escucha. No creo que vaya a anular la boda, solo está agobiada y asustada. Tienes que entenderlo. Llegó a Londres hace casi cuatro años para sacarse la carrera y acabó enamorada, embarazada y ahora con una boda. Es normal que tenga miedo.

Suspiré para no gritar.

-Puedo entender que tenga miedo ¿pero dudas? ¿Dudas de qué?

-Son muchas cosas de golpe.

-¿Sabes qué? Déjalo. Hablaré con ella.

-No me jodas, Aiden. No vayas a liarla.

No que va.

-Solo quiero hablar con ella.

Mentira.

Cállate, no empieces a dar por culo.

Le colgué a Sebastian tras despedirme con un "prometo no enfadarme con ella"

Fui hasta el jardín donde estaba ella tomando el sol y los mellizos a la sombra a su lado.

No iba a enfadarme con ella, solo quería saber que coño le pasaba. Creo que me merezco saberlo.

Le quité las gafas de sol de la cara y la miré.

-¿Tienes dudas sobre la boda?- fui directo.

-Joder con Sebastian.

-Contesta.

Tú y tu paciencia.

Se incorporó en la hamaca y me miró. Suspiró. Abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar.

-¿No vas a decir nada? ¿Dices que tienes dudas pero no eres capaz de decir nada?

-No tengo dudas en casarme contigo.

-¿Entonces de que coño tienes dudas?

-Tengo miedo- confesó -miedo de que nos estemos precipitado. De que te levantes un día, mires a tu al rededor y te arrepientas de la vida que tienes. De que te canses de mi. De que salga mal y acabemos divorciándonos como la mayoría. De que eches de menos tu anterior vida sin preocupaciones...

Entonces pude ver en sus ojos que realmente estaba cagada de miedo. Pude ver como jugaba con sus dedos intentando que no me fijara en que estaba temblando.

Me senté a su lado en la misma hamaca y la agarré de la mano tocando el anillo de compromiso.

-No tengas miedo- la miré a los ojos- No nos estamos precipitando. Llevo casi cuatro años soñando con el momento de verte andar hacia el altar vestida de blanco- sonreí- No me voy a levantar un día y me arrepentiré de la vida que tengo, por que es perfecta. Y jamás podría cansarme de ti, ojitos- le di un beso en el dorso de su mano- nosotros seremos la excepción. No nos divorciaremos. Envejeceremos juntos viendo a nuestros nietos corriendo por la casa. Y la vida que llevaba antes, no era vida. Por que tú no estabas en ella.

Enséñame a ser tú destino #3 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora