ALagos.

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Capítulo 22:

Aly.

-Aiden, suéltame. Nuestros padres están abajo- me reí.

McDonald's estaba sentado meneando la cola frente a nosotros y mirándonos.

A saber que pensara de nosotros.

-¿Y qué? No pasa nada.

-Si que pasa. Nos están esperando, venga vamos- me separe de él.

-Es que ese vestido rojo tan pegado...

-Ya lo habías visto antes.

-Si, pero con una enorme barriga. Y encima llevo mucho tiempo a dos velas.

-No seas gruñon- salí del cuarto- vamos.

-A ver si se van pronto- dijo siguiéndome.

Hubo cambio de planes. La cena que organizó mi madre para conocernos todos y "celebrar" mi cumpleaños ahora de haría en nuestra casa.

Nuestra... aún no podía creerme que al fin tuviéramos una casa propia, de nosotros.

Baje abajo donde estaban todos hablando y cogiendo a los mellizos. Todos estaban babeando con ellos. Incluso Roger, que para mi sorpresa me dio un abrazo al entrar y fue directamente a ver a sus nietos.

Todo iba muy bien, demasiado.

Negativa.

Aiden me cogió de la mano y me llevo hasta la mesa donde estaban todos sentados ya.

-Ya estaba pensando en cosas raras- dijo mi madre mirando a Aiden.

-No me ha dejado suegra- se encogió de hombros.

Me puse roja.

-Yo tampoco me dejaría después de haber tenido a dos bebes- dijo la madre de Aiden.

Entonces me puse aún más roja.

Roger empezó a reírse y Hugo me miró sonriendo.

-¿Que tal la comida?- pregunté para cambiar de tema.

-Deliciosa- dijo Roger.

Aiden, su padre y Hugo empezaron a hablar de trabajo. Y si mal no entendí, querían juntar las dos empresas convirtiéndola en una con dos oficinas centrales. Una aquí en Málaga y la otra en Londres.

Yo me puse a hablar con mi madre, Hanna y Adeline.

Cuando me quise dar cuenta, estaba sonriendo. Por fin había conseguido todo lo que siempre quise. Estar todos juntos en la misma mesa.

Como si Aiden me pudiera leer la mente, puso su mano en mi muslo debajo de la mesa y me miró sonriendo.

-Tengo una noticia que darte.

-¿Otra?

-Si, ojitos.

Todos se quedaron en silencio mirándonos.

-Después de pensarlo mucho. Mi padre y yo vamos a juntar las dos empresas y cambiaremos el nombre- explicó -a partir de ahora se llamará; ALagos.

¿Ha dicho ALagos?

Si, si. Lo ha dicho.

No sabía que decir. Estaba en shock.

Solo podía mirarlo sin pestañear pensando en todo menos en lo que debería.

Me acababa de decir que le iba a poner mi nombre a su empresa... Joder.

Enséñame a ser tú destino #3 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora