Capítulo 21:
Aly.
Tres días después, por fin puedo decir que nos vamos a casa. Si, a casa.
Me dieron el alta a mi y a los niños. Como todo iba bien, no tuvieron problemas en dárnosla.
Marcos y Lucas vinieron a por nosotros por que trajeron el carrito de los bebés.
Los padres de Aiden hace dos días que llegaron de Londres, pero no quisieron venir al hospital, ya que decían que no querían molestar. Así que, mi madre tuvo la gran idea de hacer una cena familiar esta noche.
Total¿Que puede salir mal?
Todo.
Gracias por los ánimos.
No hay de que.
En fin...
Cuando llegaron a la habitación con el carrito doble, me enamoré. Era precioso.
Blanco, negro y beige. Con los bolsos iguales blancos cada uno con su nombre bordado, precioso.
-Creo que voy a llorar...
-Voy a llorar yo de lo que nos ha costado montarlo- dijo Lucas.
-Que exagerado- le dijo Marcos.
-¿Exagerado? Anda que voy a montar yo más carritos de bebés.
Siempre estaban peleándose, ni siquiera se como se soportaban.
-Vale, ¿podemos irnos? Tengo ganas de estar en casa- dije riéndome.
Mientras que yo sacaba a Dylan de la cuna del hospital y lo metía en el carrito, Aiden sacaba a Nora y hacía lo mismo.
No se si lo he dicho ya, pero se me caía la baba cuando veía a Aiden con los bebés. Era increíble poder verlos juntos.
-Vámonos- dijo cogiendo el carrito con una mano y dándome la otra a mi.
En cuanto salimos del hospital teníamos el coche en la puerta. Metimos a los bebés en cada una de su sillita y Lucas se peleaba con el carrito para meterlo en el maletero.
Los dos iban dormidos, de hecho se pasaban el día así. Durmiendo y comiendo. Eran muy tranquilos.
Por ahora.
Cierto.
-Feliz cumpleaños- dijo Aiden cuando ya estábamos dentro del coche con una caja de tercio pelo en la mano.
Sonreí.
-¿Que es?
-No puedes abrirlo hasta que te avise- advirtió.
-No entiendo nada...
-No falta que hace.
Arrancó el coche sin decir nada más, pero no fue en dirección a casa de mi madre. Iba en una dirección que no conocía.
La pequeña caja seguía entre mis manos, pero sin abrir. Tal y como el había dicho.
Seguía conduciendo en silencio, serio y sin apartar la mirada de la carretera.
Yo de vez en cuando echaba la vista atrás para mirar a los mellizos que estaban profundamente dormidos.
Un ratito después. Aiden entraba en una zona residencial con casas preciosas y grandes.
-Vale, cierra los ojos y no los abras hasta que te lo diga.
No entendía nada, pero le hice caso y cerré los ojos.
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Enséñame a ser tú destino #3 |+18|
Teen FictionHace cinco meses que Aly y Aiden decidieron acabar su historia de amor. Cinco meses en los que no han tenido contacto directo, pero si a través de Amber, Tyler y Sebastian. Aly tomó la decisión de alejarse de Aiden para que consiguiera su sueño, cos...