Capítulo 19

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Mi estúpido humano no me dejaba estar dentro de él de nuevo. 

Llevaba todo una semana intentándolo pero él siempre se excusaba con tonterías, y hasta me castigaba sin salmón. No me dejaba dormir con él y se aseguraba de mantenerme lejos. ¡Ya ni me dejaba recostar la cabeza sobre sus piernas como antes! 

Me sentía indignado, y lo peor fue cuando finalmente luego de tanto tiempo decidió llamar al veterinario.

—¿Qué mierda? —Yoongi mantenía la boca abierta mientras me analizaba.

—¡Debes hacer algo! —pidió mi humano.

—Yo creí que habías estado medio drogado cuando me llamaste... La cola y las orejas en verdad forman parte de él.

Sentí las manos del veterinario tocándome.

«Tengo hambre».

Yo solo permanecía ahí, sentado a mitad de la sala esperando a que la revisión terminara.

—¿Cómo voy a saber qué hacer? —escuché hablar a Yoongi— ¡Soy veterinario, no experto en híbridos! —resopló, su mirada se encontró con la mía—. De todos modos esto es... perturbador —hizo una mueca—. ¿Has pensado en darle una limpia a tu departamento? Quizás solo está poseído o algo así.

Jungkook rodó los ojos. —Yoongo parfavar.

—Incluso tú, ya empiezas a hablar como idiota. Sin duda debe haber espíritus chocarreros por aquí —el veterinario empezó a girar como si buscara algo en el techo—. ¡Toca una vez si puedes oírme!

Alguien tocó a la puerta. 

—¡Carajo! —exclamó Yoongi—. Soy un puto médium, quién lo diría. —se burló.

Jungkook caminó hasta la puerta, y al abrirla, el humano que me caía mal estaba allí con cara de fastidio.

—No vas a creerlo… —dijo pasando al interior— Había un setenta por ciento de descuento en mi boutique favorita y tenían un suéter baby pink, pero un idiota me lo ganó. ¿Adivina quién fue el idiota?

—¡Hola gente bonita de mi Facebook! —Hoseok llegó sonriendo ampliamente luciendo un horrible suéter rosa. 

«Demonios, hay mucha gente. Actúa como si no existieras, quizás se larguen».

—Jin, yo te dije que podías tomarlo si querías. —se quejó el humano alegre. 

—¡¿Estás loco?! —el nombrado azotó un pie en el suelo— ¡Si a tí te gustó es porque es horrible! —empezó a sollozar—. Estoy perdiendo mi sentido de la moda… Me gustó la misma porquería que a Hoseok.

Jungkook parecía incómodo. El veterinario ya andaba quién sabe dónde husmeando en nuestro departamento. 

«¡Haz que toda esta gentuza se vaya!»

—¿Quién es él? —preguntó Hoseok, apuntándome.

—Es el nuevo novio de Jungkook con fetiche por la zoofilia o algo así. —fue Seokjin quien respondió. 

—¡Él no es mi novio! —se quejó mi humano. 

—¿Vas a negar que te lo has estado follando?

Jungkook enrojeció hasta parecer que iba a explotar. Hoseok abrió ligeramente la boca. Yoongi se atragantó en la cocina.

«¿Será buen momento para ir al departamento de ese tal Namjoon? ¿Qué significa esa palabra...? ¿Novio? ¿O sea que no ve nada?»

Odiaba no entender a los humanos.

—¡Jeon Jungkook! ¡Tú...! ¡¿Con tu puto gato?! —Yoongi apuntaba de mi humano a mí. 

—¡No, no, no...!

Yoongi arqueó una ceja.

—Bueno sí.

—Uh, esto se pondrá bueno. Seokjin, las palomitas. —Hoseok ya se estaba acomodando en el sofá con una sonrisa en los labios. 

El veterinario chasqueó la lengua.

Jungkook negó rápidamente con la cabeza. —¡Pero no fui yo quien lo folló, fue él quien...!

—¿Cómo es que aún sigues caminando? —Seokjin parecía sinceramente sorprendido— Yo lo ví con mis propios ojos, ¡era una cosota más grande que mis ganas de vivir! —extendió los brazos en el aire. 

—Jungkook... —Hoseok se llevó una mano al pecho— ¿no te salieron hemorroides?

Mi humano se cubrió el rostro. —¡Basta! ¡Los odio con amor! ¡¿Cómo pueden llamarse a sí mismos mis amigos?!

Los humanos eran muy ruidosos cuando se juntaban en grupos.

«No me gusta cuando son otros los que hacen que mi estúpido humano se ponga todo rojito y tierno».









BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora