Tengo recuerdos de una gata de pelaje negro con patas blancas y ojos verdosos. Su nariz era muy rosa y sus bigotes largos. Ella solía tomarme del cuello y llevarme a todos lados asegurándose de no lastimarme. Recuerdo vagamente haber peleado con mi hermano y hermana, pero recuerdo más que nada el hambre.
Cuando mamá fue en busca de comida y nunca volvió supe que nos habíamos quedado solos. Intentamos mantenernos unidos pero no pasó mucho tiempo antes de ser atacados por perros callejeros. Uno de ellos atrapó a nuestra hermana y en medio de gritos aterrados y lamentaciones la vimos ser despedazada.
Mi hermano se mantuvo cerca y ambos crecimos cuidando uno del otro. Pero entonces el verano se convirtió en otoño y el otoño en invierno, la temperatura se convirtió en nuestra enemiga, y antes de darme cuenta una mañana al despertar mi hermano ya no se movió. Y por un momento pensé en comerlo. Tenía tanta hambre que en verdad pensé en hacerlo.
Mientras crecía y aprendía a sobrevivir en las calles, no dejaba de preguntarme:
¿Por qué? ¿Por qué nos abandonaste, humano? ¿Fuimos desobedientes? ¿Ya no nos querías? ¿Hicimos algo malo? ¿Aún te acuerdas de nosotros? ¿Volverás por mí algún día?
Y cuando el tiempo pasó olvidé muchas cosas. Olvidé su nombre y su rostro. Olvidé a la madre que me había traído al mundo y a los hermanos que había dejado atrás. Olvidé todo lo que había vivido en el pasado y me dediqué a navegar por aquel oscuro mundo humano pensando que todos eran mis enemigos, sin confiar y siempre temeroso de ser herido, rechazado.
Y entonces la luz llegó a mí en forma de sonrisas y suaves caricias a manos de un humano que más que salvarme se convirtió en mi mundo.
Ahora podía recordar el rostro de mi primer dueño. El humano alegre que jugaba con nosotros, a quien le gustaba que durmieramos a su alrededor y nos regañaba cuando mordíamos sus calcetas. Soohyun había sido un gran dueño y yo lo quería mucho, lo quería tanto que su abandono me dolió hasta lo más profundo.
Creo que aún seguía queriéndolo.
Verlo frente a mí fue como una bofetada, recordar todo aquello que creía perdido fue doloroso, pero me hizo consciente de algunas otras cosas que había ignorado.
—¿Estás bien? —preguntó Soohyun con preocupación.
Asentí y me incliné al frente hasta abrazarlo. Él se tensó pero rápidamente se relajó y me dio unas suaves palmaditas en la espalda. Eso era lo último que obtendría de él.
Me alejé rápidamente, sonriendo. —Tengo a alguien, su nombre es Jungkook y es lo mejor que me pudo haber pasado —expliqué—. Ël me quiere y me cuida, me alimenta y me llena de amor. Es muy bueno, igual que tú.
Soohyun no entendía de lo que le hablaba pero aún así asentía a mis palabras.
«Te quiero, humano pero lo quiero muchísimo más a él».
—Adiós, Soohyun —me puse de pie—. Espero no volver a verte nunca más, sé feliz.
—Igualmente... Creo. —él respondió dudoso.
Caminé hacia la puerta, Hyunwoo me observaba asombrado y nervioso, pero me detuve poco antes de llegar para girarme de regreso a Soohyun.
—No vuelvas a tomar una mascota a tu cargo hasta que seas capaz de quedarte a su lado hasta el final. Ellos no estarán allí para siempre, sus vidas son cortas comparada a la tuya, así que mantente con ellos hasta que tengas que dejarlos ir y no cuando tú quieras dejarlos. Ellos también sienten. —le recordé.
Su rostro cambió a uno de asombro, culpa y tristeza, así que rápidamente agregué:
—Pero seguro tus gatitos son muy felices ahora. —le sonreí.
«Al menos yo lo soy».
Cuando salí de ese departamento y corrí escaleras arriba, sentí la opresión más dolorosa que hubiera sentido antes en mi pecho, extrañamente cerca de donde el corazón se encuentra. Llegué hasta mi hogar, en donde Jungkook se encontraba organizando la sala con ayuda de Seokjin y los vestidos permanecían desparramados por el suelo.
—¿Dónde te habías metido? —preguntó mi humano.
No respondí, corrí a él y lo abracé como si hubieran pasado años desde que lo dejé. Él correspondió de inmediato.
—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras, TaeTae?
Era verdad, estaba llorando, y ni siquiera sabía que era capaz de llorar hasta ese momento.
Entonces recordé que había llorado cuando mamá no regresó, cuando mis hermanos murieron. Y lloré también en aquel momento en el callejón cuando estaba herido y un bonito chico de grandes ojitos brillosos se asomó a verme, cuando me invitó a ir con él y se inclinó a tocarme, y en lugar de un golpe sentí una caricia. También lloré en aquel momento y ahora lo recordaba claramente.
—Cre-creí que e-era fuerte. —balbucee como tonto en medio de lágrimas.
Jungkook hundió su rostro en mi cuello. —Pero no tienes que serlo... Yo te cuido.
Asentí sonriendo, y de pronto sentí una mano más sobre mi cabeza, al girar, Seokjin enroscaba sus dedos entre mi cabello en un silencioso gesto de apoyo.
«Los quiero humanos... Te amo mucho, Jungkookie».
![](https://img.wattpad.com/cover/209458906-288-k315620.jpg)
ESTÁS LEYENDO
BLACK CAT. ➸taekook
Fanfic❝¿Se supone que esta bestia de dos patas debe cuidar de mí? Porque tal parece que soy yo quien debe cuidar de él.❞ ➥ Donde Taehyung es un lindo gatito que termina en manos de un torpe humano llamado Jungkook. ⓘ cr: @LynnByoon; tengo su permiso para...