BLACK CAT. ➸taekook

Capítulo especial

—¿Cómo? ¿Esta cosa dónde entra? —TaeTae inflaba los condones como si fueran globos para luego hacerlos explotar y soltarse riendo cual niño pequeño en una feria. 

—No hagas eso. —se quejó Jungkook, quien permanecía recostado boca abajo en la cama del motel con el cabello aún húmedo y una bata cubriendo su desnudez.

TaeTae lo dejó descansar luego de la segunda ronda pero Jungkook no se hacía ilusiones de que durara mucho más, sabía que dentro de poco tendría al híbrido intentando meterse entre sus piernas de nuevo.

En medio del agotamiento Jungkook sintió los párpados pesados y, antes de darse cuenta, ya había caído dormido. TaeTae lo observó en silencio y formó una mueca pensando qué tan malo sería metérsela estando inconsciente. 

De pronto, su estómago rugió.

—Salmón. —dijo para sí mismo.

Se levantó de la cama para llegar a la puerta y salió de la habitación usando la bata blanca medio abierta, olfateó en el aire pero no podía localizar el aroma de la comida, así que decidió avanzar hasta esa cosa llamada elevador.

—¿Cuál botón se presiona? —murmuró al tiempo que observaba los dos únicos botones, así que simplemente eligió uno y esperó a que las puertas se abrieran— ¡Oh, funcionó! Eso TaeTae, eres todo un millennial.

Subió al lugar que le recordaba una jaula para humanos y observó las docenas de botones que se encontraban ahí, eran muchos más.

—¿Y ahora?

Tras meditarlo por unos segundos se dispuso a presionar todos los botones y esperar, para su sorpresa esa jaula empezó a moverse, pero se detuvo casi de inmediato en otro pasillo muy parecido a donde había estado antes solo que no había nadie ahí. Las puertas se cerraron, y nuevamente esa cosa avanzó pero se detuvo poco tiempo después. TaeTae empezaba a frustrarse cuando de pronto, al abrirse otra vez las puertas, apareció un chico bastante parecido a su humano...

—¡¿Jungkook?! —exclamó sorprendido.

El chico alzó la mirada dando un brinquito sorprendido. TaeTae lo observó más entrecerrando los ojos y se dio cuenta de que no era su humano, aunque sí se parecía mucho.

—¡Jaewook! —una voz masculina tronó desde mitad de corredor; un chico alto de cabello revoltoso que parecía nido de pájaro salía de una de las puertas, desnudo, sosteniendo una sábana a su cintura y tropezando con cada paso que daba. 

El nombrado pasó al interior de la jaula de humanos y presionó rápidamente uno de los botones. —¡Cierren! —exclamó desesperado, y las puertas se cerraron de inmediato.

Lo último que vieron de aquel chico fue cómo caía al suelo dejando su culo al aire.

El tal Jaewook suspiró.

—Oye, ¿cómo hiciste eso? —TaeTae estaba sorprendido— ¡Las puertas se cerraron solo porque se los ordenaste!

El chico frunció el ceño confundido, observándole las orejas que sobresalían de su cabello negro espeso. —¿Había reunión de cosplayers? —preguntó, antes de que las puertas volvieran a abrirse solo para encontrar al mismo chico de cabello revoltoso frente a ellos.

—¡Tú...! —señaló el humano semidesnudo hacia el otro, jadeando por falta de aire y medio cojeando luego de haber bajado las escaleras a toda velocidad.

—¡¡¡Gólpealo!!! —gritó Jaewook empujando a TaeTae al frente.

El híbrido se encogió de hombros y soltó un puñetazo a la cara del otro sujeto, si ese humano tenía el poder para cerrar puertas entonces debía ser alguien poderoso y a la gente poderosa no se le niega nada. El tipo se fue al suelo de sentón sujetando su nariz, TaeTae giró sonriente y orgulloso hacia el elevador pero las puertas ya estaban cerradas.