Capítulo 52

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La puerta se abrió de golpe y aparecieron Namjoon y Seokjin con cara de susto al otro lado, el último nombrado estaba rojo y desorientado; Jungkook pensó que era extraño pero estaba tan aturdido que ni siquiera se molestó en pensarlo demasiado y empezó a tirar de Namjoon señalando hacia arriba.

—¡Deben ayudar a TaeTae! —suplicó.

—¿Qué pasó? —Namjoon frunció el ceño.

—¡Te iba a llamar, lo juro! —intervino Seokjin como si le hubiesen dado una bofetada para salir de un sueño.

Jungkook le dedicó una mirada a su amigo y negó intentando despejar su mente de lo que estaba diciendo.

—¿Qué pasó con TaeTae? —Namjoon insistió.

—¡Esos salvajes lo tomaron! —exclamó Jungkook con urgencia.

—¡¿Qué?!

Namjoon y Seokjin salieron finalmente del departamento para ir en busca del extraviado gato.

Los tres corrieron escaleras arriba mientras Jungkook intentaba explicarles cómo habían sucedido las cosas.

—¡Llegamos a casa y encontramos todo el desorden de la fiesta que hizo Changkyun, intenté sacarlos a todos pero se burlaron de mí, me empujaron y TaeTae enfureció! —decía agitado— ¡Saltó intentando defenderme, y entonces ellos lo tomaron por la cola, grité para que lo dejaran pero no hicieron caso y vine corriendo por ayuda!

Jungkook había empezado a llorar en alguna parte del camino. 

Namjoon se adelantó decidido para abrir la puerta de un golpe y pasar al interior, pero la sala de Jungkook solo estaba abarrotada de personas desconocidas y no lograba divisar al TaeTae gato en ningún lugar.

—¡Por allá! —señaló Seokjin.

Cerca de la cocina había un grupo de tipos lanzando al gato al aire como si fuera un juguete. TaeTae soltaba chillidos y abría las patas asustado cuando caía, pero los idiotas lo sujetaban antes de tocar el suelo y lo lanzaban de nuevo al aire, riendo y carcajeando como si en realidad fuera algo gracioso.

—¡Déjenlo! —gritó Jungkook intentando llegar hasta ellos en medio de tanto caos.

Aquel grupito de personas ni siquiera lo escucharon. Uno de ellos tomó a TaeTae por la cola y empezó a darle vueltas con fuerza, como si fuese solo una cuerda y nada más; los gritos que soltaba TaeTae eran de puro terror. 

—¡¡¡No!!! —Jungkook exclamó entre lágrimas.

—¡Suelten a ese gato, bastardos! —gritó Seokjin tan fuerte como pudo, empujando a una rubia demasiado ebria que se le metía en el camino.

Jungkook logró llegar hasta ellos y sostuvo la mano del sujeto que maltrataba a TaeTae. —¡Dámelo! —exigió llorando— ¡Es mío, suéltalo!

—Solo estamos jugando. —el desconocido sonrió, hablando tan cerca del rostro de Jungkook que casi lo hace vomitar por el desagradable olor a licor.

TaeTae se retorcía sin poder liberarse de la mano opresora de ese tipo con la cabeza peluda colgando boca abajo y las patitas arañando el aire de un lado a otro; el dolor en su cola aumentaba mientras más tiempo pasaba así.

—¡Lo estás lastimando! —Jungkook empujó con fuerza y tiró un golpe furioso a la cara del sujeto, quien se tambaleó hacia atrás.

Sus amigos y otras personas de alrededor soltaron risitas burlonas hacia el chico ebrio, lo que provocó que se enrojeciera del coraje.

—Te enseñaré lo que es lastimarlo en serio. —dijo, y alzó a TaeTae en el aire aún tomándolo por la cola y lo azotó contra el suelo de madera con toda la fuerza que pudo sacar.

El cuerpo del gato se sacudió dejando el horrible sonido del golpe en el aire.

Los maullidos de TaeTae dejaron de escucharse al instante.

El tipo lo alzó una vez más para azotarlo de nuevo, pero Jungkook se le tiró encima como fiera dándole golpes en la cara haciendo que tropezara de espalda liberando a TaeTae por la sorpresa. El gato negro cayó como peso muerto, sus ojos cerrados y un poco de sangre escurriendo por su naricita mojada. Seokjin se tiró horrorizado al suelo viendo el cuerpecito peludo inmóvil a mitad de todo el lugar, el golpe había sonado tan fuerte que seguramente todos lo habían escuchado.

De pronto la gente empezó a moverse muy rápidamente a su alrededor, tomó a TaeTae con cuidado en brazos para que no lo aplastaran, tenía miedo de que tuviera alguna fractura. El gatito no abría los ojos y él ya estaba temiendo lo peor. Alzó la mirada al escuchar gritos y cosas rompiéndose en todos lados; vio a Jungkook, Namjoon, Changkyun y Jooheon tirándose a golpes a unos tipos que habían estado con el idiota que atacó a TaeTae.

De pronto estaba siendo una batalla de todos contra todos.

Seokjin afianzó su agarre en TaeTae y se movió para atrapar a Jungkook y sacarlo de ahí, pero su amigo estaba cada vez más lejos de él.

—¡Jungkook! —lo llamó.

Pero no pudo ser escuchado.

TaeTae estaba inconsciente en sus brazos y seguía sin saber si tenía algún hueso roto o si aún respiraba. Decidió salir corriendo del lugar protegiendo al minino en busca de ayuda. Bajó las escaleras y fue a llamar a la puerta del vecino de Namjoon.

—¡Hyunwoo! —exclamó en cuanto lo vio abrir la puerta, haciendo que el joven parpadeara confundido— ¡Toma a TaeTae y encierrate allí dentro con él, no abras hasta que venga a buscarte!

El chico asintió antes de tomar al pequeño gatito y cerrar la puerta de inmediato.

Seokjin corrió de nuevo a las escaleras de donde salían personas corriendo y tropezando en medio de la huída, veía a muchas de ellas con sangre salpicada y él ya empezaba a hacerse ideas horribles mientras subía, pero logró oír que decían que la policía iba en camino.

—¡Seokjin!

Escuchó que alguien lo llamaba, giró confundido en medio de todo aquel alboroto y suspiró aliviado al ver de quién se trataba. 











BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora