Capítulo 59

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—Usted es como un héroe. —suspiraba Jimin mientras veía a Yoongi preparar la comida a través de un aura brillante como si, efectivamente, preparar ramen casero fuera algo épico.

—Creo que estás muy desnutrido —Yoongi dividió la porción en dos y la sirvió antes de continuar—. Debes comer más y mejor, esa comida chatarra no es buena para ti.

Jimin esbozó una mueca de disgusto. —Pero me pondré gordito. —se quejó, tomando sus palillos cuando el veterinario colocó el plato frente a él en la mesa.

—¿Eso qué? —Yoongi tomó asiento frente a él— ¿En verdad te preocupa tu peso? Yo creo que te verías todavía más lindo con unos kilos de más.

—¡¿Cree que soy lindo?! —Jimin se emocionó cubriéndose el rostro, sonrojado, con las mangas largas de su súeter amarillo cubriéndolo— ¿Acaso quiere conquistarme?

A Yoongi se le atoró el ramen. 

—¡No! —respondió una vez que fue capaz de articular palabra— Nononono, no es eso.

Jimin se encogió de hombros y empezó a comer.

—Pudo haberme engañado. –suspiró.

Yoongi se recargó contra el respaldo de la silla y tamborileó los dedos sobre la mesa observando a Jimin a detalle.

El chico era lindo, sus ojos decían todo lo que sentía o pensaba, sus mejillas lo traicionaban cuando se avergonzaba, era adorable, un poco ingenuo en ocasiones pero aquello era parte de su encanto. Jimin era el tipo de persona de la que es fácil enamorarse y ni siquiera tenía que esforzarse. Incluso el mismo Yoongi en ocasiones llegaba a creer que sentía algo parecido a los principios de un amor pero dudaba que fuera el caso, aunque tampoco descartaba la idea, después de todo estaban pasando mucho tiempo juntos.

Pero... 

—¿Te gusta ese tal Namjoon? —preguntó luego de mucho tiempo en silencio, solo viendo a Jimin comer.

El chico alzó la mirada con los ojos muy abiertos y un severo sonrojo en las mejillas ligeramente salpicadas por el ramen.

Yoongi sintió una punzada, la respuesta era tan obvia que ni siquiera era necesario escucharla. 

—Bueno... —Jimin rió nervioso— Me gusta mucho —asintió con una sonrisa—, pero yo no le gusto a él. —continuó con tristeza.

—¿Por qué crees eso? —Yoongi intentó ignorar la incomodidad que sentía y siguió comiendo.

—Namjoon es igual de coqueto con todos —Jimin se encogió de hombros—. Yo no soy especial, él solo quiere follarme.

Yoongi se ahogó, escupiendo el ramen antes de ser víctima de un ataque de tos; jamás había escuchado a Jimin hablar con ese tipo de palabras, por algún motivo sonaban incluso raras en su boca.

—¿Qué hay de usted? —Jimin lo veía con una seriedad tan extraña que lo hizo estremecer— ¿Solo quiere desflorarme también? —ladeó la cabeza— Apuesto a que sí, después de todo yo no soy Seokjin, tampoco soy especial para usted.

Yoongi abrió y cerró la boca sin poder responder o siquiera hilar pensamientos coherentes. La actitud de Jimin era muy impropia de él. El chico siguió comiendo como si no hubiese dicho nada.

—Yo no... —finalmente Yoongi regresó del shock inicial— Yo no quiero eso, y no te compares con Seokjin, tú no eres él y no tienes que serlo, eres hermoso tal y como eres. Y respecto a ese pervertido idiota, solo diré que es un imbécil al no apreciar lo que sientes por él.

BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora