Capítulo 42

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—No he vuelto a ser gato desde que quedé preñado —explicaba el híbrido de gato cuyo nombre era Jungmin—. Han pasado cinco meses.

—Entiendo. —dijo Jungkook, pero algo me hacía creer que en realidad no entendía nada y solo asentía para aparentar. 

Nos encontrábamos en una cafetería, de esas con olores penetrantes que hacen pastelillos en forma de peces pero en realidad saben a vainilla. ¿Por qué hacen ese tipo de comida? Es como comprar un agua de tamarindo que sabe a limón pero es de piña. 

—Yo... tengo miedo. —confesó el felino con ojos temerosos, sus manos se movían impacientes sobre su vientre.

—¿Por qué? —Jungkook preguntó preocupado.

—Changwook se siente culpable, él jamás imaginó que algo así pasaría. Quiere llevarme al médico pero sería raro, los humanos me tomarían por fenómeno y quizás me quieran quitar a mi cría.

—Cierto. —asentí.

—¡TaeTae! —Jungkook me reprendió con una mirada severa— No te preocupes, tenemos un amigo que podría ayudarte, él está... algo así como investigando todo esto.

Jungmin no parecía entender, buscó mi mirada y de nuevo el vacío de sus ojos me incomodó. El sentimiento de que algo malo pasaría rondó mi mente pero lo alejé. 

—¿Todo? —repitió. 

—Hay más como ustedes —Jungkook tragó saliva—. No hablé mucho con él pero mencionó algo sobre “mascotas perfectas”... 

Ladee la cabeza, esa conversación empezaba a parecer aburrida. Quería salir de ahí, volver a casa y terminar lo que había empezado con Jungkook esa mañana, ya saben, todo el asunto de follármelo hasta dejarlo medio lisiado.

Soy todo un poeta. 

—...Ella es un conejito y buscaba a su humana, espero que Seokjin haya podido ayudarla —Jungkook seguía hablando—. Hasta ahora han aparecido tres de ustedes, pero a este paso es probable que encontremos muchos más.

«Eso no suena muy bien».

¿Y si el idiota de mi humano encuentra una verga más grande? 

Recorrí al sujeto que permanecía sentado frente a nosotros. Con su rostro parcialmente cubierto por su cabellera negra y el gorro de lana, sus rasgos no parecían muy masculinos pero sin duda era macho. Su vientre se perdía un poco bajo la tela holgada de su ropa cuando estaba sentado, era más fácil notar su embarazo cuando se ponía en pie.

—Debo volver —anunció él—. Changwook debe estar preocupado, me pidió que no saliera de casa.

—¡Espera! —Jungkook lo detuvo.

«Deja que se largue».

—¿Podrías darme tu número? Si es que tienes.

«¡Está intentando ligar frente a mí!»

—No tengo, pero podrías darme el tuyo, le pediré a Changwook que llamé por mí.

«¡Y este idiota le sigue el juego!»

—Claro —Jungkook se apresuró a escribir su número en una servilleta y se lo dio con una sonrisa—. Dile a tu… —hizo una pausa mientras observaba el vientre del híbrido— espo... Novi... Parej... ¡Humano!, que puede confiar en nosotros; nuestro amigo puede revisarte. —concluyó ahora sonriendo en grande.

Jungmin asintió, sus facciones no revelaban nada. Vacío, todo en él era vacío, y el sentimiento desagradable perduraba casi tanto como el aroma dulce que desprendía. 

—Se lo diré. —aseguró antes de salir del lugar.

—¿TaeTae? —Jungkook finalmente se dignó a verme— ¿Pasa algo?

No respondí, en cambio me impulsé al frente, sujeté su barbilla con fuerza y lo besé asegurándome de morder. Jungkook soltó una queja que fue interrumpida cuando mi lengua entró recorriendo el paladar haciendo que su cuerpo temblara y se relajara. Él era muy fácil de provocar, un solo toque en el punto preciso y podía sentirlo derretirse en mis brazos.

«Mío. Mío. Mío».

Jamás había sabido lo posesivo que era hasta que sentí la necesidad de demostrarle a todo mundo que ese chico tonto era mío como yo de él.

—¿Jungkook?

Una voz desagradablemente conocida nos sacó de la pequeña burbuja erótica que habíamos creado tan solo con un simple beso.

Jungkook se separó dejando un chasquido al momento en que nuestros labios rompieron el toque. Con mejillas rojizas y mirada apacible, alzó la vista. —¿Yugyeom...?

Justo ahí, cuando sus ojos se abrieron, iluminados, acuosos, su cuerpo se desarmó y su pulso aumentó visiblemente, supe que no, Jungkook no era tan mío como yo creía. Al menos su corazón no lo era. 











BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora