Capítulo 51

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Seokjin estaba de pésimo humor cuando salió a trabajar esa mañana, y su humor empeoró cuando la chica de maquillaje que le asignaron se atrevió a estornudarle en la cara y ahora sentía los virus de una gripe rondándole en el sistema.

Era eso o solo le dolía todo el cuerpo por tenerlo tan bueno. 

Fuera como fuera, Seokjin sintió que su día no podría empeorar, y para mejorarlo un poco, decidió ir hasta la casa de Jungkook intentando ahogar sus penas en él. Por desgracia, al llegar solo se encontró con lo que al parecer era una enorme fiesta en el departamento de su amigo. Había gente entrando y saliendo del lugar cargando cajas y más cajas de cerveza, los peluches de TaeTae andaban rodando por el suelo medio tuertos y una chica ebria estaba besando el Pikachu al que TaeTae tanto guardaba con recelo; Seokjin se acercó y se lo arrebató con fuerza y asco.

—¡¿Quiénes son todos ustedes, bola de pendejos con hijos?! Ah no, espera, ese es otro fic...

—¡Kim Seokjin! —Changkyun apareció bailando entre la multitud y se colgó del cuello del nombrado como si fuesen grandes amigos— ¡Llegas a tiempo para la fiesta!

—¡¿Jungkook te dio permiso de hacer algo así en su casa?!

Changkyun ladeó la cabeza como si lo pensara, de pronto, unos tipos en calzones empezaron a meter barriles de cerveza y Seokjin salió de ahí intentando sacar su teléfono del bolsillo. Antes de lograrlo, un cuerpo se estampó contra el suyo haciendo que el aparato cayera al suelo y fuera pateado lejos de su alcance, y al intentar inclinarse para tomarlo, alguien lo pisó. Rabiando y maldiciendo Seokjin se arrastró en medio de los cuerpos que entraban y salían del departamento de su amigo hasta la salida, y ahí se encontró con...

—¡Tú! —señaló al chico alto de anteojos redondos que intentaba llamar a la puerta.

—Hola —Namjoon saludó confundido—. Solo venía a preguntar por qué tanto escándalo acá arriba.

—El idiota del primo de Jungkook al parecer se le dio por hacer fiesta sin permiso. —explicó Seokjin con molestia.

—Eso es malo, la dueña del edificio odia las fiestas. ¿Como cuánta gente hay allí dentro?

Seokjin hizo un repaso mental antes de decir—: Como unas sesenta.

—¡¿En un departamento de una sola habitación?! —Namjoon parecía sinceramente sorprendido— ¿Cómo entraron todos?

Seokjin lo tomó de la mano para alejarlo hacia las escaleras.

—Eso no importa. Vamos a tu departamento, necesito llamar a Jungkook. —le dijo.

Namjoon se dejó arrastrar confundido hasta su hogar y dejó entrar a Seokjin, quien se detuvo un momento a lanzar un vistazo alrededor. Analizó los cuadros y cuadros de cuerpos dibujados en poses sugerentes y completamente desnudos, y cuando alzó la mirada, observó un cuadro bastante peculiar que parecía haber sido hecho por un niño de preescolar; eran solo garabatos.

—Lo hizo TaeTae. —explicó Namjoon al ver su interés.

Seokjin lo imaginó, ya que en el cuadro había una especie de intento fallido de Jungkook con las piernas abiertas. 

—¿A cuántas personas has dibujado? —preguntó sonriendo burlón; la colección era enorme, había cuadros en todas partes y cada uno era de personas diferentes. 

—A muchos, pero nadie tan hermoso como tú. —Namjoon le sonrió haciendo que un par de hoyuelos marcaran su sonrisa.

Seokjin arqueó una ceja. —¿Ahora coqueteas? —se burló.

—Siempre coqueteo. —Namjoon se encogió de hombros. 

Seokjin volvió a dar una mirada alrededor, y vio una pintura diferente al resto. En ella estaba Jimin, el chico bajito con el que Yoongi había escapado a Busan. A diferencia de los otros, Jimin llevaba ropa y estaba en una posición simple de rodillas sobre la cama observando de perfil con una enorme camiseta tres tallas más grande. 

Seokjin recordó a Yoongi y tuvo una sensación amarga.

—Sé hacer mejores cosas que simplemente posar. —su tono de voz fue bajo e insinuante.

—¿En serio? —Namjoon parecía sorprendido por lo rápido que había cambiado de actitud el chico frente suyo.

Seokjin se dio la vuelta hasta poder tomarlo del cuello, pasando los dedos por los mechones de cabello en su nuca hasta los hombros y atraerlo cerca de él.

—¿Te molestaría enseñarme? —Namjoon preguntó siguiéndole el juego, acercándose hasta empujar y atrapar el cuerpo de Seokjin entre el suyo, alzándose imponente frente a él.

Aquello tomó desprevenido a Seokjin, quien solo quería tontear un poco pero jamás imaginó que Namjoon llegara a ser tan dominante; su corazón dio un ligero vuelco y sus mejillas se tiñeron todo el camino hasta las orejas al reparar en lo cerca que estaban.

Una risita burlona abandonó los labios del más alto. —Adorable. —le dijo en un susurro, inclinándose al frente para alcanzar a morderle una de sus rojas y calientes orejas.

Seokjin se tensó y se deshizo en sus brazos, pero Namjoon lo sostuvo rodeándole de la cintura cuando las piernas de este temblaron. ¿A dónde se había ido el chico seguro? Ahora Seokjin parecía un niño pequeño y sorprendido con mirada casi inocente. Namjoon abandonó la oreja del chico e hizo un camino de besos desde aquel punto hasta encontrarse cerca de aquellos gruesos y apetitosos labios, pero no los besó, solo se inclinó un poco más cerca ya que Seokjin olía delicioso. 

Seokjin cerró los ojos esperando y Namjoon se acercó más, pero de pronto alguien empezó a llamar a golpes a la puerta de su departamento. Ambos se separaron de un salto y se observaron con algo parecido a la culpa. Namjoon abrió la boca para disculparse pero fue interrumpido por el sonido de la puerta siendo casi arrancada. 

—¡¡¡Ayuda!!! —gritaba Jungkook desde afuera.

Y eso los hizo moverse. 












BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora