Capítulo 57

705 113 9
                                    

Tiré el zarpazo antes de que pudiera tocarme, y el idiota retrocedió aturdido para luego de sonreír y salir corriendo intentando atraparme. Obviamente no me quedé a esperarlo, soltando gruñidos y maldiciones al pulgoso, corrí por toda la casa brincando muebles y esquivando a los otros gatos.

—¡Espera, gatito! —ladraba el sarnoso y reía como si todo fuera un simple juego para él mientras yo luchaba por mantenerme con vida.

Si se acercaba a mí le iba a sacar un ojo, sin duda lo haría, aunque ahora no tuviera garras tan afiladas como antes. Yo no era tonto, sabía lo que bestias pulgosas como esas le hacían a los gatitos sensuales como yo. 

Nuestra carrera continuó por toda la casa mientras tropezaba y esquivaba los intentos del perro odioso por atraparme. Escuchaba a Jungkook pidiendo que me detuviera, pero algo llamó mi atención haciendo que me distrajera lo suficiente como para tropezar y caer al suelo. El pulgoso aprovechó para brincarme encima, y de pronto lo tenía sobre mí lamiendo mi bello e inmaculado rostro mientras su cola peluda se movía hiperactivamente.

—¡Te atrapé! ¡Te atrapé! —celebraba él ensalivando mis mejillas.

—¡Qué asco! —intenté alejarlo— ¡No, Jungkook, ayuda, estoy perdiendo mi posición de macho alfa!

—¡Minhyuk! —una voz masculina sonó autoritariamente, y rápidamente el pulgoso dejó de manosearme. 

Abrí los ojos que había mantenido cerrados hasta ese momento y observé al perro sentado sobre mí con las orejas abajo y la cola metida entre las patas. Había un humano de cabello oscuro y de cuerpo musculoso junto a Jungkook, con mirada severa.

—¿Qué te he dicho de atacar personas?

—Que es muy mal educado —respondió el pulgoso agachando la cabeza mientras formaba un puchero—. ¡Pero él no es persona, es gatito así que está bien, Minhyuk es un buen chico porque obedeció muy bien, Minhyuk merece un premio, no un regaño!

El humano frunció el ceño y se inclinó un poco al frente para verme con más detenimiento, y casi al instante sus ojos se abrieron con sorpresa.

—¿En verdad es un...?

—¿Qué está pasando aquí? —la mujer en silla de ruedas apareció, bajando por una pequeña rampa por la que se deslizó graciosamente. 

—¡Eso se ve divertido! —ladró el pulgoso, su cola peluda volvió a agitarse— ¡Yo quiero!

El humano lanzó una mirada de advertencia a su sarnoso, quien ya se había puesto en pie e intentado correr hacia la señora pasita. Yo respiré sintiéndome a salvo y me senté en el suelo repasando toda mi vida, desde pequeño hasta ese momento imaginando que pude haber muerto en garras de esa bestia. 

—Te he dicho que no causes problemas, fuiste un chico malo, entraste a una casa que no te corresponde, atacaste a alguien y causaste una gran conmoción —regañaba el humano mientras colocaba un horrible collar sobre el cuello del costal de pulgas—. Tendré que castigarte sin paseo por el parque.

—¡No! —el perro pulgoso metió la cola de nuevo entre sus patas, sus orejas cayeron y sus ojos se llenaron de lágrimas. 

—¡Eso, castigalo! —aplaudí al tiempo que me ponía en pie y me limpiaba la cara de la asquerosa saliva. 

—¡No, no, amo! —pidió el pulgoso— ¡Si quieres mejor te chupo el juguete que tienes en las piernas, ese que se moja y es gracioso!

El rostro del humano se pintó de rojo mientras el tonto de su animal ponía esa cara de idiota que siempre les funcionaba a los perros sarnosos para obtener lo que querían. Jungkook carraspeó incómodo y la quijada de la hiena cayó casi hasta el suelo ante la impresión. La mujer en silla de ruedas encendió la televisión para ver sus telenovelas del medio día y ordenó pizza mientras el escándalo pasaba.












BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora