Capítulo 48

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Era un día hermoso que me recordaba a las nalgas suaves de Jungkook, quien por cierto, se la había pasado hablando dormido las últimas noches, por lo que dormir con él se había convertido en una horrible tortura. Yo seguía en mi cuerpo felino y no me quejo, me agrada este cuerpo, excepto que... Bueno, seguro ya saben cuál es el único motivo por el que no me gusta.

En fin, las cosas transcurrían sin mayor complicaciones. Jooheon y Changkyun seguían siendo un dolor de cabeza, y hasta me querían tratar como juguete, por suerte siempre tenía un arañazo listo para ellos. Jungkook seguía actuando raro, pero les diré que quien más me preocupaba, y sí, leyeron bien, me preocupaba era Seokjin. 

No mentiré, aún lo odio, pero por algún motivo parecía decaído y él no es así. Incluso parecía estar menos mandón que antes y tenía ese gesto de estar a punto de romper en llanto en cualquier momento. Eso o estaba considerando el suicidio, aunque lo dudo pero ya me entienden, tenía esa mirada.

—¡¿Aún tienes a NingNing en tu casa?! —se sorprendió Jungkook aquel día hermoso como sus nalgas en el que Seokjin fue a visitarnos. 

—Sí —respondió el otro muy apenas—. No pienso decirle a esa pequeña criatura que su dueña está muerta.

«¿Muerta? ¿Entonces el hospital no es un lugar a donde se va a comer salmón? ¡Esos malditos me mintieron!»

—Pero debe enterarse en algún momento —insistió mi humano—. Tú no puedes tener a tu perro y a NingNing en el mismo lugar.

—Lo sé, ella está aterrada con él —Seokjin contestó a modo de burla—. Tuve que ir a dejar a Omelet en la veterinaria del idiota.

Jungkook alzó la mirada arqueando una ceja por el tono agrio que usó Seokjin al mencionar la veterinaria.

«¡Ah, es cierto! Namjoon me había pedido que investigara sobre el veterinario».

Es increíble que lo hubiera olvidado. Quizás esa sería mi oportunidad de saber algo, así que me anduve por allí fingiendo inocencia a ver si se les escapaba algo.

«Ah, pero soy gato».

Ni modo, tendría que esperar hasta regresar a mi forma humana, dar la información y cobrar mi parte del trato restante. Ya casi estaba disfrutando mi parte del trato en mi mente. Namjoon me había prometido algo grande, y evidentemente tenía que ver con Jungkook y su agujerito. No daré detalles.

—Por cierto, él decidió irse con tu vecinito bonito de al lado y dejar solo a Hoseok en la veterinaria. Si fuera un buen amigo, se preocuparía por él —Seokjin siguió quejándose, y como que ya me iban dando ganas de darle un puñetazo—. En fin, cambiando de tema...

«¡Raioz! Y yo que necesitaba más información para Namjoon».

A veces me sorprendía lo buen empleado que soy.

—¿Escuchaste que vendrá ese nuevo fotógrafo extranjero la próxima semana? —Seokjin continuó, y había algo en su tono insinuante que no me agradó.

—¿Quién? —Jungkook se interesó emocionado.

—Tranquilo, no es Minjae.

Jungkook soltó una risita tonta.

«¡¡¡¿Qué está pasando aquí?!!!»

Ahora sí me interesaba más todo lo que dijeran, me senté y esperé.

—¡Alto! —Seokjin lanzó una mirada por encima de su hombro hacia mí— Tu novio está presente. —me señaló.

Jungkook desvió la mirada hacia mí.

«Te estoy vigilando».

Él pareció leer mi pensamiento, por lo que carraspeó y cambió hábilmente de tema.

¿Acaso mi pollo es así de fácil de olvidar?









BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora