BLACK CAT. ➸taekook

Capítulo 3

—Espera, aquí dice TaeTae y era TaTa.

—¡¿Qué?! —Hoseok abrió mucho los ojos y le arrebató la tira color rojo que Jungkook llevaba en las manos— ¡Pero estaba seguro de haberlo puesto bien!

—Alguien aquí ya está perdiendo la vista por la edad. —Yoongi se burló. 

Yo esperaba pacientemente a que los humanos dejaran de hablar y se dignaran a darme finalmente el collar de salmón. 

—Lo siento, Jungkook, lo haré de nuevo. —dijo Hoseok haciendo un gesto de decepción.

–No, déjalo, creo que me gusta más así —Jungkook sonrió y tomó la tira roja—. Vamos a ver cómo le queda.

Él se aproximó a mí, dejé que me alzara en brazos hasta sentarme sobre el escritorio en donde el veterinario anotaba algunas cosas sin prestar mucha atención a los otros dos humanos, y de pronto tomó la tira roja y la colocó alrededor de mi peludo cuello.

«¿Pero qué está haciendo este tonto?»

—¡Se ve tan hermoso! —exclamó Hoseok emocionado llevándose las manos al pecho.

—¿Qué te parece? ¿Te gusta tu collar? Tu nombre será TaeTae a partir de ahora. —Jungkook hablaba mientras me acariciaba la cabeza.

«Espera... ¡¿Qué?! ¿El collar no era comida?»

Ahora sí me sentía estafado y decepcionado, llevaba toda la mañana esperando ansioso para poder probar el tan nombrado collar que yo aseguraba sería de salmón. ¿Para qué servía esa cosa de todas formas? Era horrible, apretaba mi cuello y el color rojo no me gustaba, prefería negro, el negro era mi color. 

Por desgracia Jungkook y Hoseok estaban encantados observándome mientras yo me rascaba intentando sacarme esa cosa, pero, ¡estaba muy apretado! ¿Acaso quería matarme? Solo después de los baños con jabón espumoso, esto era lo segundo peor que me había pasado en mi gatuna vida.

—Síp, me lo llevo. —Jungkook asintió estrechando su mano con la de Hoseok.

—No tienes opción después de todo.

Genial, ahora debía volver a casa sintiéndome sofocado, y lo peor, sin mi "collar de salmón".

•     •     •

—Al fin —el humano que me caía mal, Seokjin, rodó los ojos y pasó al interior—. Llevo horas llamando a la puerta.

—Lo siento, pero es que TaeTae estaba dormido encima de mí y no me dejaba levantarme. 

—¿TaeTae? —el humano arqueó una ceja.

—Se supone que sería TaTa como el personaje con cabeza en forma de corazón de BT21, pero Hoseok se equivocó, así que lo dejé como TaeTae. —Jungkook explicaba todo mientras se dirigía a la cocina.

Seokjin volteó a verme, y yo le sostuve la mirada recriminándole en silencio el haber sido culpable de interrumpir mi siesta.

—De todas formas no le iba a quedar ese nombre si este gato es más amargado que Yoongi cuando se le mete lo emo.

—¡Jin! Eso no es cierto. No compares a TaeTae con Yoongi, eso es una falta de respeto.

—¿Para Yoongi o para el pulgoso?

«¿Pulgoso? Ni que fuera tu perro».

Jungkook permaneció en silencio como si analizara a fondo la pregunta que su odioso amigo le había hecho. Lo único que yo sabía y ciertamente me importaba era que ese humano entrometido me había interrumpido el sueño, y el estúpido collar (que no era de salmón) me apretaba. 

—Como sea —Seokjin se sentó en uno de los sofás de la sala—. Vengo a invitarte a una salida al centro comercial.

—¿Justo ahora?

—¿Tiene algo de malo?

—Es mi día libre y planeaba quedarme todo el día encerrado en casa viendo series.

Me acerqué a Seokjin con cautela intentando traspasarle mi molestia, y de paso a ver si se le quedaban pegados algunos de mis pelos en la vestimenta impecable que llevaba.

Él me vio con mala cara y se apartó un poco. —Anímate, Jaehong vendrá también. 

—No lo sé… —Jungkook hizo una mueca de duda.

—También vendrá Yugyeom. —Seokjin dijo aquello en un cierto tono melódico.

—¡Está bien, sí voy! —mi humano tonto se puso en pie de un brinco y corrió a su habitación— Espérame, debo arreglarme un poco primero y ¡auch! —se estrelló contra la pared.

—Trata de no matarte. —dijo Seokjin y soltó un suspiro.

¿Quién era Yugyeom y por qué mi humano se emocionaba tanto por él? 

Mejor aún, ¿planeaba dejarme solo en su día libre?

Seokjin y yo permanecimos en silencio sentados de orilla a orilla en el sofá mientras Jungkook parecía llevar a cabo una guerra de basurero en su habitación.

«Espero que al menos me compre salmón de regreso a casa».