Pasaron los días en el hospital, para Vene eran eternos, siempre que quería continuar con el trabajo, Guyana no le dejaba ni para salir a dar una vuelta, se seguía comunicando con Ecuador y Perú por medio de cartas, no se atrevió a comentarle lo sucedido de que fue violado de nuevo, prefirió no decir nada y guardárselo, muchos del reino ya lo sabían por el hecho de que algunos lo vieron y lo escucharon hablar con Guyana, se enteró de la guerra, pero no pudo participar al principio.
Después de un tiempo, Venezuela sí participó en la guerra junto a Guyana, la cual se terminó al ver que el pueblo humano, inocente de todo, casi muere por completo por un tsunami que derribó el castillo del rey Siria.
Los humanos ya no tenían permitido entrar al agua, la mayoría tenía miedo de ser atacado por los tritones guardias de Venezuela.
Pasaba más tiempo en su castillo, con su pareja actual, ya habían pasado unos meses desde la violación y desde el tsunami que arrasó con medio reino de Siria, teniendo para sí más territorio para ellos, tenían la ventaja de ganar en miles de sentidos.
Estuvieron en cierta manera paz con los humanos al ver que los tritones podían vencerlos.
Se quedó con Guyana a su lado consolándolo por la reciente pérdida, Guayana Francesa no se encontraba por todo el reino, nadie sabía dónde estaba, solo sabía que posiblemente el Rey Siria lo había raptado.
Venezuela lamentaba su pérdida, ya que sabía cómo se sentía el contrario al no tener a su hermano gemelo, lo abrazó fuerte para solo prepararle su comida favorita.
—Hey... Mi amor no te sientas mal... Pronto lo encontraremos...
Dijo con una sonrisa comprensiva para darle un beso en los labios para luego acomodarse en su pecho dejando el plato en su mesa de noche, Vene se sentó a su lado para que este se apegara, luego le besó toda la cara con una sonrisa para abrazarse al contrario, mirando el cielo estrellado desde una piedra lejana con una cueva, mirando las estrellas.
—Te amo mucho mi amor... Prometo que iré a averiguar sobre Guayana Francesa y lo traeré de vuelta...—se le encimó y lo abrazó fuerte para luego darle un beso dulce y tierno, que poco a poco fue intensificándose.
♠╪♠→Por otro lado...←♠╪♠
Guayana Francesa estaba en el castillo de Siria con una sonrisa de lado, mostrando una mirada asesina y llena de locura e ingenio.
—Bien... Señor Siria... Usted quiere a Venezuela por lo que tengo entendido, usted fue quien lo violó.... Le gustó, ¿Verdad?... ¿Le gustaría volver a repetirlo?... ¿Le gustaría poder amanecer con un juguete que pueda controlar?... ¿Le gustaría que cada que se le dé en gana, poder mancillarlo y dominarlo?... Jajajaja No lo culpo, es alguien muy atractivo... Pero no puede tenerlo ya que éste ya casi no sale del castillo marino.....
Tenía ropa elegante de gala en su forma humana, con cabello un poco más largo, con una mirada penetrante.
—Mire... Digamos que esa perra tiene algo que yo quiero... Y usted desea a Vene, ¿No?... Bien, ¿Qué le parece si hacemos un trato?... Yo le daré a Vene, luego haga lo que se le dé en gana que con esa porquería.... —dijo extendiendo su mano con un collar mágico que brillaba en forma de estrella de color púrpura.
Se mordió el labio inferior pensando en las miles de posibilidades que tendría con un Venezuela sumiso a su lado. Podría complacerlo con su cuerpo y darle el "descanso" que él necesitaba; porque la idea de follarse al tritón rey de toda la especie le daba morbo, sí, pero no veía en Venezuela otra utilidad más que esa.
Guayana Francesa era reconocido por hacer amuletos malditos y por hacer hechizos de otro nivel, estaba dispuesto a traicionar a su especie por solo el deseo de tener solo para él a Guyana.
Ambos habían acordado verse en un territorio apartado del castillo. Cuando la guerra acabó, el descontento popular por la mala decisión de Siria y las múltiples bajas comenzaron a manifestarse con reuniones clandestinas e intentos de asesinato al monarca, Siria ya no podía estar tranquilo, no como antes, el desgano y el cansancio se le acumulaban en el cuerpo, haciéndole ver pálido y enfermizo.
Todo un capricho que para desgracia del reino, Siria estaba dispuesto a repetir.
—Colóquele esto en el cuello y Vene quedará sin sus poderes, volviéndose sumiso ante sus órdenes y ante todo lo que le pida.... Sin oponerse.
—Hay un problema—dijo pasando sus manos por el collar que Guayana Francesa le había dado—¿A dónde me lo llevaré una vez me vaya del reino?
Guayana Francesa sonríe de manera lasciva para después solo hacer aparecer una esfera de cristal donde se veía una cabaña en las montañas.
—Es muy sencillo...Vayan a las colinas del norte... Suban por las montañas recto y se encontrarán con ésta cabaña alejada de todo... Con suficiente comida para los dos durante unos años...—dijo para luego darle la espalda, caminando con una sonrisa psicópata, imaginándose todas las posibilidades que tendría al tener a Guyana solo para él—Solo una cosa más... Nah, no es importante, dudo mucho que te interese.
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Mar de sangre para el Rey (GuyiVene)
FantasyLas Sirenas son seres marinos mitológicos pertenecientes a las leyendas, por lo general se describen cómo seres híbridos con rostros y cuerpos con cola de pez. Algunos afirman que embaucaban a los marineros con su bello canto y baile para hacer choc...