XII: Había una vez... Un monstruoso escenario (+18)

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—Hueles a virgen...—dijo Afganistán relamiendo sus labios, le susurró al venezolano—Quiero quitártela.

El menor al escuchar lo que le dijo, solo miró a otro lado con miedo en su mirada, solo esperaba que pronto todo ese dolor que sentía pasara pronto.

—S-si señor...

El rey sonrió de lado viendo la cola del pequeño tritón. Afganistán sólo se lo llevó a una pequeña habitación que estaba inundada de agua, al tocar el agua, las piernas del joven desaparecieron y se transformó en una cola.

Se acercó al joven tritón, ya ambos en el agua, y le acorraló contra la pared.

—Te voy a enseñar cómo se aparean los tritones.

Desde esa perspectiva, Afganistán se parecía mucho más a Colombia, sin embargo él brillo malicioso en sus ojos lo distinguía muy bien. Pero Vene vio su cola ahora con asco, odiaba su forma, odiaba estar en celo, odiaba tener que dependiera de alguien más, y odiaba demasiado no estar con Siria en ese momento, le salieron lágrimas pequeñas, solo se hundió hasta el fondo del agua mirando al contrario, no quería que lo viera llorar.

Su rostro era similar al de Colombia, pero no era el, y eso solo hizo que su odio a si mismo aumentara recordando que por su culpa, él había muerto

—Solo hágalo de una maldita vez, señor.... —dijo con una voz amarga llena de odio al contrario.

—Ow, ¡Pero no llores!—dijo burlón mientras iba hacia él, pegó su cola a la de Venezuela y con sus dedos separó el orificio trasero del tritón—Se ve rico...

Entonces le giró para quedar encima de él.

—Por tu aroma... Pareces estar en celo. Bueno, no llevarás las crías de Colombia, pero sí las mías...

El pelinegro sólo miró a otro lado cuando éste se le acercó, se sentía desagradable cuando metió sus dedos y le abrió el orificio, solo desvió la mirada, mordiendo su labio inferior y tapando su boca, no iba a gemir y no tenía planeado hacerlo.

"Ojala esto acabe pronto..."

—Ojala me muera antes de parir esos parásitos—dijo con odio, para luego darle una bofetada con la cola para luego nadar un poco lejos de él, mirándolo con rabia sacando unos pequeños colmillos.

—Bueno, hagámoslo más fácil—dijo molesto al ver cómo lo había apartado.

Volvió a transformarse en humano, sentándose en la orilla y señalando su miembro.

—Siéntate sobre él

—Púdrete....—dijo enojado mirándolo con odio, nunca fue el más obediente más que a Colombia.

Seguía lejos de él, tratando de buscar alguna salida mirando a todos lados rápido. Pero Afganistán, ya enojado, sólo se metió al agua de un chapuzón. Se convirtió en tritón nuevamente, sólo para nadar hacia el venezolano y agarrarlo del brazo.

Lo jaló hacia la orilla y una vez vuelto humano de nuevo, jaló al venezolano para que se empalara de una vez en su miembro.

—Grita, ¡A ver si desde el mundo de los muertos Colombia se lamenta por no haberte reclamado!

El tritón trataba de soltarse, agitándose, pero apenas logró algo, sintió cómo lo penetraba con su miembro en la orilla, se mordió el labio por el dolor, ahogando un gemido mordiéndose su mano con fuerza. Lágrimas empezaron a salir de sus ojos sintiéndose más vulnerable.

—Ah, lástima, no tenías la misma actitud cuando me retabas—dijo agarrándolo por las caderas y comenzar a penetrarlo con rapidez.

Afganistán gimió, agarró el cabello de Venezuela y sacó su mano de su boca.

Mar de sangre para el Rey (GuyiVene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora