♠╪♠→MINUTOS DESPUÉS...←♠╪♠
El doctor los miró fijamente, antes de aclararse la garganta y hablar.
—Hay una manera de deshacer la maldición, y es que alguien de la familia del que te maldijo, deshaga el hechizo.
Francia se mordió el labio inferior mientras abría sus ojos a más no poder.
—Pero el único familiar que queda vivo que yo sepa es sólo Siria... Entonces, lo arrastraré hasta aquí hasta que te libere de tus cadenas.
UK asiente de manera afirmativa aceptando la idea de Francia.
—Me parece bien mi amor... Solo espero que funcione—dijo colocando su mano sobre su pecho un poco asustado, esperando lo inesperado.
♠╪♠→Por otro lado...←♠╪♠
Venezuela regresó a su cueva con cadáveres de seres humanos, empezando a destriparlos y a sacarles los huesos con sus garras, sus ojos rojos brillaban con locura, en eso escuchó un ruido cerca de su cueva, este se alertó al instante, respiró hondo tomo la espada aun llena de sangre para luego voltearse de golpe, apuntando con ésta al tritón que estaba ahí, pensó que era un enemigo, pero al ver de quién se trataba, suspiró con un poco de molestia.
—Qué coño de la madre quieres Guyana... ¿Qué no ves que estoy ocupado?—dijo bajando el arma, mirándolo con frialdad y enojo, detestaba cuando lo interrumpía.
El tritón más bajo sólo agitó su nariz en negación y asco mientras avanzaba hacia su amado de estrellas.
— You didn't go to eat today —dijo extendiendo su mano hacia su amor
Venezuela seguía mirándolo con seriedad, alzó levemente la ceja para luego suspirar pesadamente.
—Al rato voy, "papi" tengo cosas que hacer—dijo para darle la espalda mientras continuaba despedazando los cuerpos humanos, como si buscara algo en especial.
—Vene...—se sonrojó, miraba como idiota la figura del tritón mientras despedazaba los cuerpos. Sin embargo, luego reaccionó—Why do you do it...? Why can't you forget it?—preguntó.
Se dio cuenta de un sombrero de pirata que descansaba colgado en la pared, sin dudas, se dio cuenta de que el sombrero era de Japón...
"Japón..." Quiso matar a UK y fue asesinado por ello, Venezuela perdió un poco más de su ser desde ese día
Venezuela tomó el sombrero de Japón para darle un pequeño beso a éste, juntando su frente para luego continuar destripando los cuerpos; cuando terminó, los puso en un saco de alimentos humanos y lo lanzó con su cola a la orilla del puerto.
—Muy simple... Ellos me quitaron todo... Me quitaron a mi madre... Ellos solo son una amenaza a los de nuestra especie.... Ni siquiera merecen vivir...—dijo mientras se sacudía las manos, se soltó el cabello el cual le llegaba hasta los codos, su figura era más esbelta y definida, mucho más musculosa que antes mas no tanto—Bueno vamos a comer... Tengo hambre
El guayanés asintió como idiota mientras veía a su amado. Le abrazó por detrás, besando su hombro, cerrando los ojos.
—Vene... Prométeme que pase lo que pase, no dedicarás tu vida a la guerra como lo hizo tu padre Francia
Éste se soltó del guayanés, no estaba del todo listo para aceptar que éste era su marido, pero solo suspiró abrazándose a sí mismo.
—Claro que lo hare... por algo me esforcé mucho para ser un guerrero... No quiero quedarme en casa siendo "la mama" que se queda criando a pequeños mocosos.
Desde hace años mostraba un desprecio a la idea de ser madre de hijos o de tener que pasar su vida como si fuera pareja de alguien a quien tendría que amar, si ya le costaba sentir eso.
El otro bajó la cabeza, se sentía realmente dolido. Todo este tiempo tuvo el deseo de casarse con ese pequeño venezolano que movía su corazón como quisiera. Pero ahora que tenía aquella dicha, Venezuela se mostraba reacio a sentir algo más por él que no sea "compañerismo"...
¿Por qué le pasaba esto a él?
Por lo menos, se había ganado algo de su confianza.
—Do you want me to help you with something?—preguntó esperanzado de que hubiera algo que le demostrara a Venezuela que era útil.
Éste respira hondo medio fastidiado, no quería involucrar a ninguno de sus hermanos en sus problemas, respiró hondo y pegó un bostezo algo agotado, al escuchar su pregunta solo se puso a pensar, no volvería a atacar a nadie más de la superficie hasta que recupere energías.
—Bueno... Supongo que puedes quedarte conmigo de guardia esta noche... Así podemos pasar más tiempo juntos—dijo con una pequeña sonrisa leve, para luego tomar un poco de sus alimentos para aguantar la noche, se acomodó en un lado de la cueva mirando el cielo a través del agua—Vente... Hay espacio para los dos... Pero si tienes frio o miedo puedes abrazarme...—dijo acostándose en la cueva, mirando al contrario con una sonrisa pequeña, lo veía aun como si fuera su mejor amigo.
—Es malo decir que seré yo quien tiemble de frío cuando serás tú quien temblará de cariño entre mis brazos—dijo feliz abrazando al venezolano y besando sus mejillas— You're love, my little King.
Venezuela le empujó un poco ya que se sentía raro cuando éste le besaba las mejillas, solo dejó que se abrazara a éste mientras que Vene se daba la vuelta dándole la espalda, para que se quedan en la forma de cucharita.
—Para, sabes que no me gusta que me hagan cosquillas—dijo mirándolo con una sonrisa casi invisible, para luego suspirar se apegó un poco a éste, más no le molestaba estar así de pegado, confiaba demasiado en él, después de todo no tenía a muchos en quién confiar—Ni se te ocurra tocar más allá de mi cintura...
—¿Umh?—al oír eso el guayanés comenzó a reír, le dio un beso al cabello del venezolano y sonriendo se separó—Sólo me permito faltarte al respeto en mis sueños, don't worry.
—Igual te lo advierto te pasas y te arranco la mano—decía en forma de amenaza, aunque sabía que no era capaz de meterse con su propia especie, lo más mínimo que llegaba a lastimar al guayanés era darle una mordida pequeña ni muy fuerte en la mano o darle un lepe.
Un pescado de forma extraña y de color marrón se acercó a ellos. Sin duda era una clase de pez que sólo Francia sabía crear, eran los buscadores del francés cuando él necesitaba hacer reuniones, o Simplemente llevaban un mensaje a los demás de parte de Francia. El guerrero les había llamado "baguette" a esa clase de pez, por lo que no era extraño verlos rondar por lugares oscuros.
Baguette hizo una burbuja que tomó la forma de una caracola que anunciaba las reuniones.
—France wants to see us—dijo Guyana asqueado, ese pez era... Perturbador
Cuando el venezolano vio el pez, solo suspiró de manera pesada fastidiado.
—Qué mal y yo que quería quitarme el celo contigo jeje—dijo en forma de burla, el guayanés a veces hablaba dormido, así que no se le era complicado sacar idea de qué trataban sus sueños y más cuando este tenía erecciones en la madrugada.
El guayanés se sonrojó, se arrepentía de aquél día donde le pidió a Vene tener una cita con él como humanos en una cueva. Durante la noche durmieron sin cambiar de forma y Guyana tuvo un dulce sueño donde un Vene sumiso le pedía que le llenara de leche... Siempre tuvo la mala costumbre de hablar dormido, por lo que cuando despertó con la mirada de Vene fija sobre él...
Fue bochornoso.
ESTÁS LEYENDO
Mar de sangre para el Rey (GuyiVene)
FantasyLas Sirenas son seres marinos mitológicos pertenecientes a las leyendas, por lo general se describen cómo seres híbridos con rostros y cuerpos con cola de pez. Algunos afirman que embaucaban a los marineros con su bello canto y baile para hacer choc...