Sempiterno [Isaac Lahey]

1.6. Herido

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Sophie se dejó caer sobre sobre la cama de Allison, su nueva amiga era bastante cálida y tierna, un ángel en persona que la hacía sentir en confort, por otro lado, presentarse y saludar al padre de la chica fue incómodo porque ella sabía quién era, para su salvación el hechizo que hizo ese día pareció funcionar porque el hombre no la reconoció.

Parte del tiempo se la pasó hablando con su amiga de todo y de nada al mismo tiempo, uno de los temas antes de que Lydia llegara al cuarto fue si se sentía cómoda con la cita doble, porque ella sabía que su hermano no lo estaba, e intentaría algo si ella aceptaba estarlo también.

—¿Puedo preguntarte algo? —Allison se recostó junto a la chica

—Suéltalo.

—¿Quién es el chico secreto con el que te estás viendo?

—Yo no... —se quedó callada recordando lo sucedido en el almuerzo—. Nadie, es un chico mayor, no está en la escuela.

—¿Scott sabe sobre eso?

—No, a veces suele ser demasiado protector y... no me gusta sentirme así, por eso es el chico secreto —soltó mirando al techo

—¿Y... te gusta? —giró a ver a la azabache, quien tenía una sonrisa coqueta

—¿Qué?, no, no creo. No es nada serio, y no quiero nada sentimental por ahora —se dio la vuelta quedando casi que bocabajo en la cama.

—¡Sophie!, que sorpresa verte aquí —miró a la chica que entraba a la habitación—. Últimamente pasas tanto tiempo con tu hermano y Stiles que creí que nos habías olvidado.

—Si, lo sé, lo lamento, es solo que estos chicos suelen ser bastante problemáticos cuando se lo proponen —se sentó sobre la cama—. ¿Ya sabes que te vas a poner en la cita?

La chica miró su atuendo, encogiéndose de hombros.

—Para estamos aquí —se ubicó junto a Lydia 

⊷⊶⊷⊷⊶⊷ 《🐺》 ⊷⊶⊷⊷⊶⊷

La hora de la cita había llegado, así que Sophie no tuvo más remedio que ir a su casa, aunque era lo último que quería hacer y desconocía donde estaba Stiles o algún otro amigo con el cuál estar, así que decidió ir al hospital donde su madre seguramente estaría, y pasaría el rato con ella, porque hace bastante que no lo hacía.

Caminó hasta una estación de servicio, aún tenía el dinero que había sacado de su casillero en mano, así que podría varias cosas, y si le sobraba dinero, tal vez iría por unas hamburguesas o algo de comida de chatarra, saliendo de la estación notó un auto negro que reconoció casi de inmediato, que conveniente. Con sus bolsas en mano caminó en dirección contraria al chico que se encontraba rellenando el tanque, paró su caminata, tal vez el tipo estaba de buen humor y podría hacerle un favor.