3.7. Sacrificios

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⊷⊶⊷⊷⊶⊷ 《🐺》 ⊷⊶⊷⊷⊶⊷

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Scott y Sophie se adentraron al hospital, que curiosamente estaba más saturado que siempre, como solían hacer a veces, le traían comida a su madre, también para aprovechar y pasar un rato con ella en aquellos turnos tan agotadores que tenía.

—Muero de hambre —soltó tomando la comida que su hijo mayor le entregaba, abriéndola casi que al instante—. Oh, lo siento, lo siento, gracias por traerme la comida —se giró hacia ambos hermanos abrazándolos

—¿Todo está bien? —preguntó el hijo mayor

—¿Salvo por la mitad de las víctimas de un choque de diez autos que se desviaron del centro y el jefe de emergencias no atiende?, si, todo bien.

—¿Cómo pasó? —frunció el ceño sabiendo lo inusual que eran los accidentes de ese tamaño en el pueblo—. ¿Cómo que no responde? —habló su hija menor confundida

—Nadie puede ubicarlo —los ojos de su hija brillaron un segundo—. Así que debemos esperar al médico de guardia.

Una mujer víctima de aquel accidente se acercó interrumpiendo la conversación entre madre e hijos, pidiéndole a la mayor de los tres por algo para calmar su dolor, sin embargo, no podían actuar sin un médico presente pudiendo alterar cualquier cosa que le ocurriera.

—¿En cuánto llega la Dra. Hilyard? —le preguntó a la que estaba al teléfono

Scott se alejó de su hermana observando a todos los heridos llegar y quejarse por el pasillo de dolor, Sophie se alejó del mostrador intentando canalizar su poder y encontrar al doctor desaparecido, fallando en el proceso como las últimas veces.

—¡Ayuda! —giró a ver a la entrada—. ¡Alguien ayúdeme! —Ethan traía a un muy adolorido Danny cargado—. ¡Necesito ayuda!

Ambos hermanos enfocaron su mirada en sus compañeros de clase llegar, Melissa y Scott se acercaron a ayudar al chico con Danny, acercándolo a una silla para que pudiera descansar quejándose en reiteradas ocasiones.

—¿Qué le hiciste? —arrastró a Ethan de la camiseta

—Tranquilo, perrito —le puso la mano sobre el pecho—. Ethan, ¿qué ocurrió con Danny?

—Dijo que le dolía el pecho, no podía respirar, pero cada vez está peor —le respondió a la castaña, los tres giraron a ver al chico luchando por respirar mientras la madre de los hermanos le daba una revisión

—Esto no es bueno —comentó Melissa preocupando a los tres—. ¿¡Cuánto más tardará la Dra Hilyard? —la mujer que seguía al teléfono se encogió de hombros —. Tiene la laringe hacia un lado, creo que es un neumotórax a tensión.

—¿Eso puede pasar? —enarcó las cejas, se alejó al ver a Danny vomitar el suelo cerca de ellos—. Eso es muérdago, ¿verdad? —giró a ver al alfa

Sempiterno [Isaac Lahey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora